El mismo día que el Consejo Supremo Electoral lo proclamó ganador de las elecciones presidenciales celebradas en Nicaragua este domingo, Daniel Ortega denostó contra Estados Unidos, España, Europa y los 159 presos políticos que mantiene en sus cárceles, durante el acto que se realizó en Managua para conmemorar el 45 aniversario de la muerte de Carlos Fonseca Amador, el líder histórico del Frente Sandinista.
“Esos que están presos ahí, son unos hijos de perra de los imperialistas yanquis, se los debería llevar para allá, para los Estados Unidos, porque esos no son nicaragüenses, dejaron de ser nicaragüenses hace rato, no tienen patria”, sentenció el dictador, tan solo un día después de los comicios calificados como “fraudulentos” con los que pretende permanecer por un cuarto periodo en el poder.
La autoridad electoral, bajo el control de su régimen, otorgó el 75.92 por ciento de los votos a Daniel Ortega y estableció una participación ciudadana en los comicios del 65.34 por ciento. Con estos números el gobernante Frente Sandinista se asegura, además de la Presidencia, a 75 de los 90 diputados de la Asamblea Nacional.
Estos datos contrastan, sin embargo, con la rala participación que se vio durante las votaciones y con el informe del organismo independiente Urnas Abiertas que estableció una votación de apenas el 18.5 por ciento y una abstención del 81.5 por ciento de la población votante.
Al menos 36 países han condenado como fraudulentas las elecciones celebradas por el régimen de Ortega. República Dominicana, Perú, Uruguay, Colombia, Costa Rica, Chile, Estados Unidos, España, y los 27 de la Unión Europea han manifestado su desconocimiento al proceso electoral que condujo a otra reelección de Daniel Ortega.
En las votaciones de este domingo fue excluida la oposición real a través de la proscripción de sus tres partidos políticos y el encarcelamiento de siete de las personas que manifestaron su intención de disputarle la presidencia a Daniel Ortega. La encuesta de Cid Gallup, publicada pocos días antes de las votaciones, asegura que cualquiera de los siete candidatos presos le hubiese ganado a Ortega en elecciones libres. Ortega compitió contra los candidatos de cinco partidos muy pequeños, que generalmente han sido aliados de su gobierno.
Lejos de celebrar su victoria, se vio a un Ortega furibundo, que al mismo tiempo que declaraba un gobierno de “paz y reconciliación”, atacaba a Estados Unidos, España, Europa, y con especial saña, a los 159 presos políticos que mantienen en sus cárceles, a quienes llamo “hijos de perra”.
“Esos que están presos allí son los hijos de perra de los imperialistas yankis. Se los deberían llevar para allá para los Estados Unidos porque esos no son nicaragüenses. Dejaron de ser nicaragüenses hace rato, no tienen patria. Que se los lleven para allá, para que allá le sirvan como lo que son: esclavos del imperio, traidores de la patria”, expresó Ortega.
SEGUIR LEYENDO: