El Gobierno chileno señaló este lunes que “rechaza y no reconoce la legitimidad” de las elecciones celebradas ayer en Nicaragua, “las que apuntan a eternizar a Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder consolidando un régimen dictatorial”. Según publicó la Cancillería chilena en un comunicado, el proceso electoral nicaragüense “careció de todas las condiciones para ser estimado válido y transparente”.
“La jornada se realizó en el contexto de graves violaciones a los derechos humanos, encarcelamiento de líderes y candidatos opositores, represión de los partidos independientes, persecución sistemática a los líderes y organizaciones de la sociedad civil, ausencia de observadores internacionales y bloqueo a los medios de comunicación”, agrega el documento. “El gobierno de Chile rechaza y no reconoce la legitimidad de las elecciones realizadas en Nicaragua, las que apuntan a eternizar a Daniel Ortega y a Rosario Murillo en el poder consolidando un régimen dictatorial”.
A su vez, las autoridades chilenas hicieron un llamado a la liberación “sin condiciones” de los presos políticos del régimen de Ortega, así como a “restaurar la vigencia de los derechos civiles y políticos, autorizar el ingreso de organizaciones encargadas de velar por los derechos humanos y terminar con el acoso a la oposición”.
De acuerdo con el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, Ortega fue reelegido con el 74,99 % de los votos, resultado que también fue rechazado por la Unión Europea considerando el proceso carente de “garantías democráticas” y que consolida un “régimen autocrático” en el país centroamericano.
“Las elecciones que han tenido lugar en Nicaragua el 7 de noviembre se han celebrado sin garantías democráticas y sus resultados carecen de legitimidad. Daniel Ortega ha eliminado toda competencia electoral creíble, privando al pueblo nicaragüense de su derecho a elegir libremente a sus representantes”, dijo Josep Borrell -Alto Representante de la Unión Europea- en el comunicado.
De acuerdo al funcionario europeo, la “integridad del proceso electoral quedó anulada por el encarcelamiento, el acoso y la intimidación sistemáticos de precandidatos presidenciales, dirigentes de la oposición, líderes estudiantiles y rurales, periodistas, defensores de los derechos humanos y representantes de empresas”.
El exguerrillero sandinista, que el jueves cumple 76 años y está en el poder desde 2007, buscaba su quinto mandato presidencial de cinco años y cuarto consecutivo, entre cuestionamientos a su legitimidad por la detención de siete aspirantes presidenciales de la oposición que se perfilaban como sus principales contendientes y por la eliminación de tres partidos políticos, además de episodios de cruda represión.
Ex presidentes, contra la farsa electoral
Ex presidentes de América Latina firmaron una carta en la que condenaron las ilegítimas elecciones en Nicaragua, en las que Daniel Ortega proclamó una nueva reelección luego de encarcelar a los precandidatos de oposición. El comunicado, firmado por cuatro ex mandatarios y por el secretario general del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (grupo IDEA), llamó a suspender a Nicaragua de la OEA mediante la aplicación de la Carta Democrática Interamericana para “profundizar el aislamiento del régimen”.
Sobre el proceso, destacaron que fue una jornada “marcada por la violación de los derechos ciudadanos para elegir de manera libre y democrática a sus autoridades”. Además, indicaron que “es grave tanto para el futuro del pueblo nicaragüense como para el resto de América Latina, porque allí se aplicó rigurosamente el itinerario mediante el cual una democracia se convierte en autocracia”.
El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), la costarricense Laura Chinchilla (2010-2014), el chileno Ricardo Lagos (2000-2006) y el colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018) denunciaron que “las condiciones bajo las cuales se convocó a las urnas determinan la ilegitimidad de estas elecciones”. Estimaciones independientes señalaron que la participación fue del 15% del padrón, aunque las autoridades electorales del régimen aseguraron que fue de 65%.
Los polémicos resultados
En las primeras horas de la madrugada de este lunes 8 de noviembre, los representantes del Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua ofrecieron un primer balance de las elecciones presidenciales de ese país, calificadas por la oposición y varios países como un “fraude”. En el boletín, el cual fue detallado región por región, pone al Frente Sandinista del dictador Daniel Ortega, como la agrupación aventajada con el 74.99% de los votos del 49,25% de las actas escrutadas.
Con estas cifras, Brenda Rocha, presidenta del CSE proclama como ganador del proceso electoral a la fórmula de Daniel Ortega y a su esposa Rosario Murillo, en una jornada que se vio marcada por la abstención, la represión y con prácticamente todos los candidatos de oposición proscritos.
No obstante, el CSE reportó una participación del 65,3% del padrón. La cifra dista mucho de los cálculos privados. Urnas Abiertas, una organización de observación electoral independiente, estimó en 18,5% la participación ciudadana, lo que deja un abstencionismo de 81,5 por ciento. Para este estudio, el organismo ciudadano integrado por especialistas de diferentes disciplinas dijo haberse apoyado 1,450 personas que actuaron como observadores anónimos en todo el país.
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