Los nicaragüenses que se oponen al régimen de Daniel Ortega manifestarán este domingo su rechazo a lo que llaman “farsa electoral” de dos formas distintas: quienes están en Nicaragua no acudirán a las urnas bajo el llamado de “quédate en casa” que ha hecho la oposición, y quienes están en el exilio marcharan simultáneamente en diferentes ciudades del mundo.
Para este domingo, 4,5 millones de nicaragüenses están llamados a votar en unas elecciones generales cuya legitimidad está en entredicho, después de que el régimen de Daniel Ortega excluyera a la oposición de la contienda al proscribir a tres partidos y encarcelar a los siete posibles candidatos de la oposición.
Este jueves las distintas organizaciones opositoras hicieron un llamado conjunto a no salir a votar y a marchar en el exilio. “Hacemos un llamado patriótico a la ciudadanía nicaragüense a retomar el grito de abril y las aspiraciones históricas de libertad y democracia de nuestro pueblo, y este siete de noviembre vaciar las calles con el mismo valor y determinación con que las llenamos en el 2018, esta vez quedándonos en casa y no votando, en señal de repudio a la dictadura”, señala el pronunciamiento.
Los opositores llaman al “repudio y el desconocimiento a la farsa electoral”, que consideran “es un proceso evidentemente ilegítimo y nulo que le roba al pueblo nicaragüense el derecho a elegir libremente a sus gobernantes”.
Olama Hurtado, de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), asegura que el llamado a abstenerse que ha hecho la oposición unida, ha sido bien acogido por los nicaragüenses. “Hay bastante consenso en quedarse en quedarse en su casa para no legitimar la farsa”, dice.
La última encuesta de la firma Cid Gallup asegura que el 78 por ciento de los encuestados consideran que la reelección de Daniel Ortega este siete de noviembre carecerá de legitimidad y tendrá poco o nada de reconocimiento internacional. Pero la misma encuesta afirma que el 55 por ciento de los nicaragüenses tiene “mucho o algún interés en votar a pesar de la situación”.
Hurtado dice que los datos de esa encuesta fueron recolectados en septiembre cuando todavía la oposición debatía si la protesta se manifestaría a través del voto nulo o la abstención. La campaña del “Quédate en casa” comenzó en octubre. “Ese porcentaje también obedece a la idea que tienen los nicaragüenses de salir de esta crisis a través de la vía cívica y democrática y esa vía son las elecciones”, señala.
El régimen de Daniel Ortega también esta haciendo lo suyo para contrarrestar la campaña opositora. A las denuncias que han hecho trabajadores del Estado sobre presiones para que vayan a votar se suman, según Olama Hurtado, amenazas contra otros grupos. “Hemos conocido de amenazas que hacen en los barrios paramilitares y CPC (simpatizantes sandinistas) a jubilados y dueños de negocios que le dicen que si no van a votar les quitarán la pensión o la licencia”.
En Costa Rica, Ana Quirós trabaja en la organización de la marcha de nicaragüenses que este domingo saldrá a las nueve de la mañana del parque La Merced, en San José, hacia la Plaza de la Democracia y la Abolición del Ejército. Los dos puntos tienen una significación especial. “El parque La Merced es donde tradicionalmente se reúnen los nicaragüenses y la plaza tiene el nombre de dos aspiraciones muy sentidas del pueblo de Nicaragua”, dice Quirós.
Ese mismo día habrá marchas de nicaragüenses en diferentes países de América y Europa: Nueva York, New Jersey, Boston, San Francisco, París, Berlín, Roma, Bilbao, Londres, Córdoba, Bruselas, Estocolmo, Ginebra, Ciudad de México, San José, Ciudad de Panamá, y San Salvador, entre otras ciudades.
Quirós representa a la UNAB en el Comité Organizador de la marcha en Costa Rica. Destaca que en esta ocasión todos los opositores están unidos pese a las diferencias. “En otros momentos hemos sido bien sectareos. Todo tenemos ese mal. En esta ocasión decretamos una tregua y dijimos que vamos a poner a un lado nuestras diferencias y dificultades y vamos a marchar juntos el día domingo”.
“Hay mucho ánimo, muchas ganas de mostrarle a Nicaragua y a la comunidad internacional, primero, que estamos juntos, y, segundo, que estamos de pie”, señala la opositora exiliada en Costa Rica.
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