El ministro de Exteriores de Haití, Claude Joseph, ha instado a las autoridades de República Dominicana a trabajar de forma conjunta para “erradicar el problema de la inseguridad en la isla”, en respuesta a la petición del presidente dominicano, Luis Abinader, de que la comunidad internacional actuase “con urgencia” en el país vecino.
“Tras la advertencia del 25 de octubre de 2021 del Departamento de Estado (de Estados Unidos) contra el aumento de la delincuencia en tierras vecinas, aliento al Gobierno dominicano y al de Haití a trabajar juntos por erradicar el problema de la inseguridad en la isla”, ha señalado Joseph en sus redes sociales.
De esta forma, el Gobierno de Haití ha recordado a Abinader que, avalándose en la declaración de la Administración estadounidense, su nación también cuenta con índices de inseguridad preocupantes, después de que el presidente dominicano haya pedido este lunes la actuación de la comunidad internacional en Puerto Príncipe.
Asimismo, el ministro de Exteriores haitiano ha remarcado que el Gobierno “intensificará los esfuerzos” para “restablecer la paz y la seguridad en todo el territorio nacional”, pero ha apuntado que para alcanzar este fin espera contar con el “apoyo y la sincera solidaridad” de la comunidad internacional.
Previamente, el mandatario dominicano ha lanzado un mensaje en sus redes sociales en el cual pedía al conjunto de países y, en especial, a Estados Unidos, Canadá, Francia y la Unión Europea, que actuasen “con urgencia” en Haití.
Del mismo modo, Abinader ha reafirmado la intención de las autoridades de República Dominicana de continuar con el plan de medidas más estrictas para la población migrante.
Entre estas medidas se encuentra, el Gobierno dominicano ha decidido “pausar indefinidamente” el programa especial de visados para estudiantes procedentes del país vecino, ha señalado en Twitter el viceministro de Asuntos Consulares y Migratorios de República Dominicana, Jatzel Román.
Si bien en los últimos años la violencia se ha desatado sin apenas control alguno en Haití; la situación se ha visto aún más agravada si cabe tras el magnicidio el pasado mes de julio del presidente, Jovenel Moise, con una subida sin precedentes en los índices de secuestros y asesinatos.
A su vez, el país hace frente a una crisis energética provocada por los actos de sabotaje y pillaje de las bandas armadas, que tienen bloqueadas las principales redes de suministro a la espera de conseguir algunas de sus exigencias, como la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.
A pesar de los corredores de seguridad establecidos por un Gobierno desbordado para intentar abastecer a las estaciones de servicio, este lunes cuatro transportistas de productos petrolíferos han sido secuestrados en Martissant, uno de los barrios de Puerto Príncipe, en manos de la delincuencia.
La crisis energética también está afectando a los hospitales, estaciones de telefonía y los hogares de Haití, país con una de las peores redes eléctricas del planeta y en el que dos tercios de la población depende de pequeños generadores que funcionan con combustible para tener luz.
(Con información de Europa Press)
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