Un total de 25 personas murieron tras un intenso enfrentamiento con la Policía durante una operación este domingo contra el “novo cangaço”, como son conocidos los violentos atracos a bancos que aterrorizan las pequeñas y medianas ciudades de Brasil.
De acuerdo con las autoridades, supuestos integrantes de una banda especializada en robo de bancos planificaban un atraco de grandes proporciones en la ciudad de Varginha, de unos 136.000 habitantes y situada en el estado de Minas Gerais (sureste), cuando fueron sorprendidos por equipos de la Policía Militarizada y de Carreteras.
Los sospechosos entonces “entraron en enfrentamiento con los policías militares y tuvieron la respuesta debida”, dijo en un video la portavoz de la Policía Militarizada del estado, capitana Layla Brunnela.
Según las autoridades, se trata de la mayor operación contra el llamado ‘novo cangaço’ ya realizada en el país, al paso que es, además, una de las acciones policiales más violentas registradas en los últimos años en el gigante latinoamericano.
“No vamos a celebrar aquí ninguna muerte”, pero “fue una acción precisa de nuestra inteligencia”, afirmó Brunnela.
Las autoridades explicaron que intensos tiroteos se produjeron la madrugada de este domingo, cuando los agentes irrumpieron en dos fincas en Varginha, a unos 580 kilómetros de la capital Belo Horizonte, tras detectar “movimientos sospechosos” en las propiedades.
Precisaron que 18 sospechosos fueron muertos en la primera de ellas, mientras que otras 7 perdieron sus vidas durante la acción en la segunda finca.
Ningún policía o civil ha resultado herido en la acción.
“No fue una operación que se produjo de un día al otro. Fue una operación muy bien planificada y muy bien estructurada”, dijo en una rueda de prensa el inspector de la Policía de Carreteras, Aristides Júnior.
Agregó que el operativo conjunto tuvo el objetivo de “prevenir” una acción criminal y que la policía solo abrió fuego cuando “los criminales apostaron por el enfrentamiento”.
“El gran éxito de la operación fue que ningún ciudadano de Varginha o de la región pasó por algún tipo de riesgo. Infelizmente, 25 criminales que partieron para el enfrentamiento perdieron la vida”, completó.
Las autoridades se incautaron en el operativo de un “verdadero arsenal bélico” y, en videos divulgados, se puede ver el fuerte armamento aprehendido, que incluye fusiles, ametralladoras punto 50, explosivos y chalecos antibalas, además de varios vehículos robados.
Tras la acción, la Policía Civil de Minas Gerais, que investigará el caso, informó que se desplazó al local de los hechos para dar inicio a los trabajos de pericia médica y técnica.
El operativo de este domingo ya es considerado uno de los más letales de la Policía en Brasil, un país donde el número de muertes por agentes de seguridad registró un récord en 2020, en plena pandemia del coronavirus.
De acuerdo con el Anuario Brasileño de Seguridad Pública, el año pasado 6.416 personas perdieron sus vidas a manos de las fuerzas de seguridad, el mayor número ya registrado desde el inicio de la serie histórica, en 2013.
La cifra podría ser aún mayor si la Justicia no hubiera intervenido para frenar operaciones en algunas regiones del país, como en Río de Janeiro, donde una sangrienta acción dejó un saldo de 28 muertos el pasado mayo y se convirtió en la mayor masacre policial en la historia de la ciudad.
Pese a las denuncias de abuso de fuerza por parte de organizaciones de derechos humanos, el gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema, celebró el operativo de Varginha y felicitó a los involucrados.
“¡Felicidades a los héroes involucrados! Estamos trabajando para que Minas siga siendo el estado más seguro del país”, escribió en sus redes sociales.
Los cinematográficos atracos del ‘nuevo cangaço’, cuyo nombre hace referencia al movimiento de bandoleros que a fines del siglo XIX y principios del XX llegaron a controlar territorios en el noreste, son cada vez más frecuentes en pequeñas y medianas ciudades de Brasil.
En sus acciones, un numeroso grupo de delincuentes suele armarse hasta los dientes y tiros, explosivos y rehenes atados a coches como escudos humanos son elementos habituales en su modus operandi.
Asimismo, eligen localidades de pequeño porte debido a que los efectivos policiales son reducidos y, a menudo, empiezan los ataques neutralizando las comisarías locales.
La más reciente acción de este tipo se produjo el pasado 30 de agosto, cuando al menos 25 delincuentes explotaron dos bancos y aterrorizaron la ciudad de Araçatuba, en el interior de Sao Paulo, en un atraco que dejó tres muertos.
(Con información de EFE)
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