La extradición de Álex Saab a Estados Unidos ha llevado a que distintos países de la región investiguen los nexos de Saab con funcionarios estatales. En Ecuador, la Comisión de Fiscalización del Congreso del país andino investiga los nexos entre Saab, el ex presidente Rafael Correa y Hugo Chávez. Saab habría lavado dinero con exportaciones ficticias y subvaloradas entre Ecuador y Venezuela durante el gobierno de Correa, quien fue sentenciado por actos de corrupción y está prófugo en Bélgica.
La acusación en Estados Unidos en contra de Saab –un abogado colombiano que, desde 2017, ha sido señalado como presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro– y de su socio Álvaro Pulido, indica que ambos empresarios de nacionalidad colombiana fueron operadores del régimen venezolano con presuntos cómplices en Ecuador, México, Perú y Chile.
El asambleísta Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización y fundador del portal Periodismo de Investigación, ha recalcado los vínculos que unen a Chávez, Saab y Correa. Villavicencio ha publicado varias investigaciones en su portal y ahora, con los documentos que ha logrado recabar, investigará junto a otros legisladores la relación entre el ex presidente Correa y las exportaciones ficticias realizadas por la empresa Fondo Global de Construcciones (Fonglocons), de propiedad de Saab.
Villavicencio explicó a Infobae cómo los vínculos entre los socios de Saab, los movimientos aduaneros, los impuestos declarados por Fonglocons y el sistema de compensación Sucre sirvieron para lavar dinero en el país.
En 2011, contó Villavicencio, Alex Saab y Álvaro Pulido constituyeron la empresa Fondo Global de Construcciones (Fonglocons). Ese mismo año, los entonces presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia, y Hugo Chávez de Venezuela, firmaron un convenio para que en Venezuela se ejecute un plan de construcción de viviendas populares. Fonglocons iba a ser la empresa encargada de proveer los materiales para que las casas pudieran construirse.
Mientras eso sucedía, el principal socio de Saab, Álvaro Pulido, constituyó una filial de Fonglocons en Ecuador junto a Luis Eduardo Sánchez Yánez, hermano de Jaime Sánchez Yánez, conocido como “El Chamo” y una persona de confianza de Hugo Chávez que además fue el asesor de seguridad de Rafael Correa. Según explicó Villavicencio, Chávez habría colocado a Jaime Sánchez Yánez dentro del staff de Correa.
Jaime Sánchez Yánez sería el personaje clave que relaciona a Correa y a Chávez dentro de la trama de Álex Saab.
Según los documentos de la Secretaría de Aduanas, del Banco Central del Ecuador, y de inteligencia a los que pudo acceder Villavicencio, hasta 2013, Fonglocons Ecuador declaró UDS 296 millones de exportaciones de materiales de construcción a Venezuela para la vivienda popular. No obstante, las exportaciones eran ficticias y los contenidos no llegaron a Venezuela.
De acuerdo a la información compartida por Fernando Villavicencio y también publicada en el portal Periodismo de Investigación, Fongoclons Ecuador le compraba materiales eléctricos a Electrocables, la empresa de Nassib Neme, presidente del Club Sport Emelec y amigo de Rafael Correa. Neme firmó al menos dos contratos con Fonglocons por USD 69 millones para la provisión de cables que nunca llegaron a Venezuela.
Las alertas sobre este tipo de movimientos saltaron ante las autoridades ecuatorianas, sobre todo porque Fonglocons apenas declaró USD 2 millones en impuestos a la salida de divisas. Ese valor tributario sería correcto si las importaciones no fueran por más de USD 44 millones, explicó Villavicencio. Sin embargo, la filial ecuatoriana de la empresa de Saab había exportado más de USD 290 millones. “Aquí queda en evidencia de que no declararon las exportaciones reales y que esa plata tuvo otro destino”, dijo Villavicencio.
El portal Periodismo de Investigación recoge que entre 2013 y 2014, luego de varias denuncias públicas, la Fiscalía ecuatoriana se vio obligada a iniciar una investigación penal sobre Fonglocons.
En esos procesos judiciales se decomisaron USD 60 millones a Foglocons, de los cuales USD 56,3 millones fueron depositados en dos bancos. Como resultado de la incautación, Periodismo de Investigación conoció que el abogado de Rafael Correa, Caupolicán Ochoa, intentó presionar a uno de los bancos para que liberara recursos, lo que estaba fuera del control de la institución financiera.
En 2016, luego de una larga disputa, la jueza María Jaramillo Hidalgo ordenó que se desbloquen los fondos retenidos a Fonglocons. El dinero se habría transferido a través de empresas offshore del presidente de LigaPro, Miguel Ángel Loor Centeno y de Víctor Silva Sosa, representante de Fondo Global.
El sistema de compensación regional “Sucre”
El Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE), conocido como la moneda virtual de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), según el Sistema Económico Latinoamericano del Caribe (SELA), es un mecanismo monetario que tenía como propósito la canalización de pagos internacionales resultantes de las operaciones de comercio recíproco entre sus países miembros: Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
El sistema se basa en la utilización de una moneda virtual para el registro de las operaciones exclusivamente entre los bancos centrales, en tanto que la liquidación local –pagos a exportadores y cobros a importadores– se efectúa con las respectivas monedas nacionales de los países miembros.
Según una publicación de 2015 de diario El Telégrafo, las transacciones realizadas a través del sistema de compensación Sucre sumaron USD 2.549,6 millones, desde el 6 de julio de 2010 hasta el 7 de mayo de 2015, con 5.455 operaciones, según el Banco Central del Ecuador (BCE). El 94,5% de las operaciones correspondían a transferencias recibidas por exportaciones.
En ese periodo, entre 2009 y 2011, Andrés Arauz, que fue candidato presidencial por el partido correista en las últimas elecciones de Ecuador en 2021, fue director general del Banco Central del Ecuador, antes Arauz ya había ocupado otros cargos en la misma institución, por lo que Villavicencio lo menciona como parte del equipo relacionado con la trama. El sistema de compensación Sucre “no sirvió para nada más que no sea para lavar dinero”, explicó Villavicencio.
Según explica el portal Periodismo de Investigación, el dinero que entraba al Banco Central de Venezuela como pago a los exportadores ecuatorianos se transformaba en “Sucres” multiplicando exponencialmente el valor original en dólares. Luego esos “sucres” eran transferidos sin supervisión internacional al Banco Central del Ecuador que los transformaba nuevamente en dólares. Después de esa conversión, el Banco Central del Ecuador depositaba el dinero en las cuentas de los exportadores, quienes enviaban contenedores vacíos a Venezuela y repartían el dinero entre los funcionarios involucrados en operaciones con paraísos fiscales.
De acuerdo con la información proporcionada por Villavicencio, entre 2009 y 2014 se habrían exportado alrededor de USD 2.000 millones en exportaciones ficticias o subvaloradas.
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