La oficina del Tribunal de Primera Instancia de Puerto Príncipe en la que se está investigando el magnicidio del presidente haitiano, Jovenal Moise, ha sido asaltada y saqueada este jueves por un grupo de hombres armados no identificados.
Además de su despacho, el juez de instrucción encargado de investigar el asesinato de Moise, Gary Orélien, también fue víctima hace unos días de una emboscada a su vehículo por parte de hombres armados, informa el portal de noticias haitiano Rezo Nodwes.
Se trata de la segunda en apenas una semana que el tribunal es objeto de un ataque de estas características. En la noche del pasado miércoles, ya fue también asaltada las oficinas que se encargan de investigar el asesinato del presidente del Colegio de Abogados de Puerto Príncipe, Monferrier Dorval.
La noticias ha sido confirmada por el decano del tribunal, Bernard Saint Vil, aunque no se han dado detalles acerca del contenido ni del material sustraído. Un incidente, que según las autoridades, se producen con bastante asiduidad, por lo que temen que retrase a un más un caso por el que ya han sido detenidos 40 personas, entre ellas 18 mercenarios colombianos.
La semana pasada, las autoridades de Jamaica confirmaron el arresto de quien es considerado principal autor material de la muerte de Moise, Marco Antonio Palacios, antiguo militar colombiano, cuya extradición ya ha sido solicitada por Haití.
Ayer, el ministro de Interior, Litz Quitel, salió ileso de un ataque perpetrado por hombres armados cuando abandonaba terminal petrolera de Varreaux, en Puerto Príncipe, tras haber participado un acto en el que se abordó la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en la distribución de combustibles.
Quitel ha sido objetivo de los disparos de un grupo de hombres armados cuando ha salido de estas instalaciones, habilitadas para formar parte del cordón de seguridad establecido por el Gobierno para asegurar la distribución de combustible por parte de camiones cisternas, ha informado Gazette Haïti.
Se trata del segundo alto cargo del Gobierno, después del primer ministro Ariel Henry, en ser atacado recientemente por estos grupos armados. Hace un mes, con motivo de la celebración de la independencia del país, la delegación del jefe del Ejecutivo fue disparada por pandilleros de G-9, banda que se ha atribuido la responsabilidad de la actual crisis energética y de combustible en el país.
El grupo ha condicionado el desbloqueo de las áreas que permanecen bajo su control a la dimisión de Henry, tal y como se lo hizo saber esta semana el líder de la organización, Jimmy Cherizier, alias ‘Barbacue’ desde su bastión en Cité Soleil, uno de los barrios más pobres del país.
Las pandillas controlan los alrededores de las gasolineras y bloquean las carreteras para impedir el paso de los camiones cisterna, lo que ha provocado un aumento de la inseguridad en los conductores la escasez de combustibles, poniendo en riesgo el funcionamiento de importantes sectores, como empresas telefónicas, potabilizadoras de agua, o centros de salud.
El débil Gobierno haitiano se encuentra en estos momentos no solo intentando arrojar más luz a la muerte de Moise, sino también a una enésima crisis de seguridad, que está afectando al suministro de energía, después de que las pandillas hayan asaltado las principales instalaciones de combustible mientras condicionan levantar el bloqueo a la dimisión del primer ministro, Ariel Henry.
(Con información de Europa Press)
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