La Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció que las elecciones en Nicaragua buscan perpetuar a Daniel Ortega en el poder

El órgano dependiente de la OEA manifestó que los comicios del próximo 7 de noviembre ocurren en un “clima de represión y cierre de los espacios democráticos en el país”

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Daniel Ortega (EFE/Jorge Torres/Archivo)
Daniel Ortega (EFE/Jorge Torres/Archivo)

Las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua buscan perpetuar en el poder a Daniel Ortega, afirmó el jueves la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en un informe que señala “impunidad estructural” y “crímenes de lesa humanidad” en el país centroamericano.

Los comicios ocurren en un “clima de represión y cierre de los espacios democráticos en el país. Con ello se busca la perpetuación en el poder en forma indefinida y mantener privilegios e inmunidades, en un contexto de represión, corrupción, fraude electoral e impunidad estructural”, dijo la CIDH, un órgano de la OEA.

Las condiciones anteriores hacen inviable un proceso electoral íntegro y libre”, advirtió.

El informe, titulado “Nicaragua: Concentración del poder y debilitamiento del Estado de Derecho”, nota especialmente que no se ha implementado “ninguna” de las medidas para promover elecciones libres planteadas por la Asamblea General de la OEA.

En su última reunión, en octubre de 2020, el órgano máximo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) instó a Nicaragua a impulsar una reforma electoral para garantizar la transparencia de los comicios, pero el régimen de Ortega rechazó la resolución.

Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix
Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora, algunos de los candidatos presidenciales presos

“Régimen de terror”

El reporte de la CIDH destaca que este año, “de manera insólita”, fueron detenidas “arbitrariamente” más de 30 personas, incluidos siete precandidatos a la presidencia, que permanecen privados de libertad.

Denuncia también la cancelación de las personerías jurídicas de tres partidos políticos, el “continuo hostigamiento” a las organizaciones civiles y de derechos humanos, y el acoso y la represión contra todo opositor.

Nicaragua se ha transformado en un “Estado policial”, donde el ejecutivo de Ortega, en el poder desde 2007, “tiene instalado un régimen de terror”, con suspensión de los derechos fundamentales y un “intenso y sistemático” ataque a las libertades públicas “a través de las instituciones de seguridad estatales y paraestatales”, dijo la CIDH.

El informe subraya además que, al responder a las masivas protestas antigubermentales que estallaron en 2018, el régimen de Ortega “llevó a cabo conductas que de acuerdo con el derecho internacional deben considerarse crímenes de lesa humanidad”.

La represión de las manifestaciones dejó al menos 328 muertos, 1.614 detenidos, de los cuales 136 siguen presos, y más de 103.000 exiliados, según la CIDH.

(Con información de AFP)

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