Las emisiones de CO2 de Brasil aumentaron 9,5% interanual en 2020 pese a que la media mundial estuvo a la baja en 7%, según un informe publicado este jueves por una ONG, que atribuye el alza a la deforestación.
“El aumento de la deforestación el año pasado, en especial en la Amazonía, puso a Brasil a contramano del planeta”, indica el informe del Sistema de Estimación de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (SEEG) del colectivo de ONG Observatorio del Clima.
En 2020, el segundo año del mandato del presidente derechista Jair Bolsonaro, Brasil emitió 2.169 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, el volumen más elevado desde 2006. El gigante sudamericano, con un 61% de la Amazonía, está comprometido con alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Como la mayoría de los países del mundo, las emisiones vinculadas al sector de la energía bajaron (-4,6%) en la primera economía de América Latina.
Esas emisiones volvieron a los niveles de 2011 principalmente debido a la reducción de la producción industrial y del tráfico aéreo durante los primeros meses de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, esa baja fue neutralizada por una pronunciada alza de emisiones derivadas de las actividades agrícolas (+2,5%) y, en particular, de los “cambios en el uso de la tierra (+23,7%)”, que incluye la deforestación.
Desde que Bolsonaro asumió el poder en enero de 2019, la Amazonía perdió unos 10.000 km² de bosque al año (casi la superficie de Jamaica), frente a unos 6.500 km² por año en la década anterior.
Para la ONG, el aumento de la deforestación se debe en gran parte a las políticas del gobierno, acusado de disminuir el personal y financiamiento de los órganos públicos dedicados a la preservación del medio ambiente.
“Quien siembra el desmantelamiento de la preservación ambiental cosecha gas carbónico”, resume Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, citado en un comunicado.
“Brasil logró la proeza de tal vez ser el único gran emisor que contaminó más durante el primer año de la pandemia”, opinó Astrini. “Es un nuevo golpe en la imagen internacional del país, que llegará completamente desacreditado a Glasgow”.
En efecto, la ciudad de Escocia será anfitriona de la COP26, donde altos dirigentes del mundo se reunirán desde el 31 de octubre al 12 de noviembre para discutir sobre el cambio climático.
Bolsonaro será representado por su ministro de Medio Ambiente, Joaquim Leite, pese a que estará en Europa para la reunión del G20 en Roma.
El mandatario, en cambio, visitará el lunes la ciudad italiana de Anguillara Veneta, de donde son sus ancestros y donde recibirá la ciudadanía honoraria, en medio de polémicas.
El vicepresidente Hamilton Mourao afirmó el martes que Brasil debía apoyarse en las “armas de la diplomacia” para defender sus intereses en la Amazonía en Glasgow y negociar “para que el país sea compensado” por preservar ese bioma.
(Con información de AFP)
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