Luego de una jornada de protestas en contra de las políticas del presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, el Gobierno Nacional ha anunciado que espera continuar dialogando con la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). Sin embargo, Leonidas Iza, el líder indígena que convocó a las movilizaciones, ha anunciado un segundo día de resistencia a nivel nacional y ha hecho un llamado a todas las estructuras y organizaciones sociales a sumarse en contra de las políticas neoliberales impuestas por el Gobierno nacional.
La jornada de protestas fue convocada por una coalición de movimientos sociales integrada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (FENOCIN), el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (FEINE), la Unión Nacional de Educadores (UNE), el Frente Popular, entre otros. Según datos policiales, cerca de 1.500 personas participaron en las manifestaciones.
Las movilizaciones comenzaron la madrugada de este martes 26 de octubre cuando en provincias como Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Guayas, Pastaza, Los Ríos y Azuay se cerraron las carreteras y autopistas interprovinciales con troncos, rocas y vehículos.
A última hora de la tarde, en una conferencia de prensa realizada en la sede de la presidencia en Quito, la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, estimó que 37 personas fueron detenidas por violaciones a la Constitución y a la legislación penal vigente en el Ecuador. La secretaria de Estado se refirió a la interrupción de la circulación y el tránsito en las vías del país, y añadió que los arrestados han sido puestos a disposición de la Justicia.
Según reportes publicados en las redes sociales de la CONAIE, se registraron manifestaciones en las provincias serranas de Tungurahua, Latacunga, Cotopaxi, Azuay, y menores concentraciones en Guayas, Loja, Orellana e Imbabura.
Según la versión oficial, las protestas fueron pacíficas. Sin embargo, la CONAIE y algunas organizaciones de Derechos Humanos denunciaron agresiones policiales.
LOS RETOS DE LASSO TRAS LAS PROTESTAS
Las manifestaciones resultaron débiles y algunos actores de opinión las han considerado como un fracaso. Sin embargo, no se puede subestimar la capacidad de organización y movilización de los sectores populares que gravita alrededor de la CONAIE. El propio presidente de la Confederación Indígena más grande del Ecuador, Leonidas Iza, ha advertido que el presidente debe responder a las demandas del pueblo para no tener problemas.
El Frente Popular, que ha llamado a una segunda jornada de protestas, podría ganar fuerza con los días y poner en riesgo la permanencia de Lasso en el poder. ¿Cuáles son los desafíos del presidente Guillermo Lasso tras las protestas de hoy?
El gobierno del presidente Lasso debe convocar al diálogo y a la concordia. La principal preocupación de los sectores democráticos del país es que Leonidas Iza gane fuerza en las calles y apoyo en los frentes de la desestabilización. Con este antecedente, Lasso debe proponer una salida negociada al conflicto social y evitar que Iza sea reclutado por el correísmo.
La agenda legislativa del presidente Lasso deberá esperar. Eso significa que la vocación liberal del presidente ecuatoriano deberá postergarse por el momento para permitir la emergencia de una agenda legislativa moderada que permita el encuentro de las opciones de la izquierda legislativa. El oficialismo en la Asamblea Nacional apenas está compuesto por 12 legisladores y si se suman 13 independientes consiguen el 18% de los votos en una legislatura compuesta por 137 legisladores, mayoritariamente integrada por partidos de izquierda.
Lasso debe espantar el fantasma del juicio político y del golpe de Estado. Entonces debe buscar nuevos aliados estratégicos en la izquierda moderada y en los mismos partidos de la oposición, en estos últimos sin pasar por los mandos dirigenciales. Todos los partidos opositores tienen liderazgos personalistas y centralizados lo que ha desplazado a varios legisladores que podrían engrosar las filas del oficialismo.
LOS INCIDENTES DE LA JORNDA
A primera hora se registró escasez de unidades para el transporte público que paulatinamente recuperó la normalidad en Quito. Al final de la tarde, miles de trabajadores, miembros de organizaciones sociales, indígenas y otros grupos marcharon en la zona centro-norte de la capital del país andino para manifestar su oposición a las políticas gubernamentales, especialmente a las últimas regulaciones al precio de los combustibles.
La marcha en contra del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso en Quito terminó en un enfrentamiento entre los manifestantes y la Policía, quienes utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los participantes. El conflicto se desarrolló en la Plaza Santo Domingo, donde terminó el desfile, cuando miles de manifestantes se agolparon para escuchar a los principales dirigentes de las organizaciones convocantes. Allí hubo destrozos a la propiedad pública y un grupo identificado como Movimiento Guevarista sería el responsable de levantar los patrimoniales adoquines de la emblemática plaza para triturarlos y convertirlos en proyectiles en contra de la Policía, según detalló la ministra de Gobierno, Alexandra Vela.
Vela explicó que cerca de 50 jóvenes de ese movimiento “provocaron el único momento de violencia en toda la manifestación”.
La Mayor de la Policía del Distrito Cayambe-Pedro Moncayo, Rafaela Montoya, denunció que una mujer fue violada por un hombre que la interceptó aprovechando el cierre de una vía durante las protestas y la ausencia de funcionarios de seguridad. La falta de tránsito vehicular y peatonal habrían sido las facilidades que aprovechó el violador para perpetrar el crimen cometido en contra de la mujer quien además tuvo que caminar, después de haber sido ultrajada, a un hospital cercano para recibir atención médica. Esto sucedió en Cayambe a 68 kilómetros de Quito, según las declaraciones ofrecidas por la agente de Policía para la Radio Inti Pacha. La Policía Nacional del Ecuador confirmó el cometimiento de este delito.
En Quito, desde las últimas filas de la marcha, los manifestantes arrojaron palos y piedras a los agentes instalados detrás de la barrera de control de la calle que conduce a la Plaza Grande, donde se encuentra la sede del palacio presidencial. La Policía respondió con gases lacrimógenos lanzados al centro de la plaza, lo que provocó que la gente corriera en dirección a las calles vecinas. El operativo policial dejó un saldo de 17 detenciones. Además, según la organización por la libertad de expresión Fundamedios, siete periodistas fueron agredidos por la Policía Nacional y por los manifestantes durante las protestas de este 26 de octubre.
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