Más de dos centenares de activistas cubanos y extranjeros pidieron este miércoles a Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU), su condena a la violencia estatal de la dictadura castrista ante un llamado de la oposición a protestar el próximo 15 de noviembre.
“Apelamos a Usted para que nos acompañe en la condena sin rodeos a la doble violencia institucionalizada en Cuba: la que proviene del Estado y la que, azuzada por este, adquiere los modos, estilos y discursos del paramilitarismo”, dicen los firmantes de una carta abierta entregada a la agencia AFP.
Señalan, además, que tras las inéditas protestas del pasado 11 de julio pidiendo libertad, “el gobierno de Cuba mantiene en prisión a más de 500 manifestantes” y “a muchos de ellos se les piden excesivas condenas y se les aplican delitos propios de escenarios de guerra, que nada tienen que ver con la situación internacional del país”.
Uno de los manifestantes, acusado de delitos como desacato y desorden público, fue sentenciado a diez años de cárcel, la mayor pena impuesta hasta ahora, según una organización de derechos humanos y sus familiares.
Tras esas protestas, el grupo disidente de reflexión política Archipiélago convocó a una marcha el 15 de noviembre en La Habana y en seis provincias de la isla. El régimen prohibió su realización y la declaró ilegal, advirtiendo de consecuencias penales a los organizadores si continúan con la iniciativa.
En Cuba hay “suficientes revolucionarios para enfrentar cualquier tipo de manifestación”, amenazó el domingo el dictador Miguel Díaz-Canel, mientras que en las redes sociales aparecieron fotos y videos de civiles armados con palos e incluso fusiles, entrenando para una eventual confrontación.
Los firmantes de la carta denuncian que “en contra de esta Marcha Cívica pacífica que sólo tiene por armas sus derechos, las ideas, la palabra y la tecnología digital, se reactiva la violencia asistida de los grupos paramilitares en Cuba de manera abierta”.
Opinan, por su parte, que “como Alta Comisionada de las Naciones Unidas es imprescindible su pública llamada de atención ante esta nueva amenaza de ruptura de la precaria paz civil en Cuba y del uso estatal del paramilitarismo”.
Entre los firmantes se encuentran los disidentes José Daniel Ferrer, Félix Navarro, Marthadela Tamayo, Manuel Cuesta Morúa, la periodista independiente Luz Escobar y la activista e historiadora del arte Carolina Barrero.
Archipiélago pidió autorización para realizar la movilización amparándose en la Constitución del país, permiso que fue negado por la dictadura.
Fernando Almeyda, portavoz del movimiento disidente, consideró este martes que su organización ya ha logrado “algo importante” con esta convocatoria y temió que el régimen cubano, que consideró que siente un “miedo tremendo” ante las protestas, pretenda responder con violencia.
Recalcó que la iniciativa tiene un carácter pacífico y animó, a quien no se sienta seguro, a participar de forma alternativa en la protesta con “cacerolazos” o en las redes sociales.
La marcha del 15 de noviembre reclama, según sus promotores, el respeto a los derechos, la liberación de los presos políticos y la solución de las diferencias a través de vías democráticas y pacíficas.
El día 15 la Asamblea de las Resistencia Cubana estará informando permanentemente al público y medios de comunicación desde un centro instalado para ello en la sede del Directorio Democrático Cubano en Miami de todo lo que suceda en la isla, dijo a la agencia EFE Orlando Gutiérrez.
El exilio cubano en Miami lanzó diversas iniciativas en apoyo a la marcha cívica en Cuba, además de campañas en las redes sociales con etiquetas que piden al mundo tener la vista puesta sobre lo que suceda en la isla en esos días.
“La represión va a empezar antes del 15″, advirtió Gutiérrez, en representación de la Asamblea de la Resistencia Cubana, que agrupa a organizaciones opositoras de dentro y fuera de Cuba y convocó a una caravana en Miami en apoyo de la marcha.
Los organizadores esperan que miles de personas participen en sus vehículos en una caravana que recorrerá el 14 de noviembre gran parte de la ciudad y terminará frente a la bahía de Vizcaya, en cuyas aguas habrá para entonces una concentración en apoyo de la marcha y en favor de restablecer la democracia en Cuba.
Ramón Saúl Sánchez, del Movimiento Democracia, dijo a EFE, que además de la presencia de la “Flotilla Democracia” en el mar, en tierra habrá una concentración de personas que harán una “cadena humana de solidaridad”, a la que se espera que se sumen participantes en la caravana de la Asamblea de la Resistencia.
Todo ello ocurrirá la víspera del 15N para no restar protagonismo a los cubanos de la isla, donde, según Gutiérrez, desde el 11 de julio, cuando estallaron protestas en las calles de varias ciudades cubanas, se ha generado una “resistencia” nunca antes vista desde 1959.
(Con información de AFP y EFE)
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