La casa está en un barrio de Punta del Este donde hay viviendas con grandes jardines, con muchas habitaciones y metros cuadrados. Esa casa, en teoría, se encontraba deshabitada, pero cuando llegó la policía habían 400 personas, 100 autos y varias motos. Allí dentro había una fiesta clandestina organizada por jóvenes de la zona.
Sobre las 4 de la madrugada del domingo pasado, los efectivos policiales desarticularon la fiesta que había empezado hacia la 1:30. Se logró dispersar a todas las personas que habían asistido y se constataron roturas en el tejido perimetral.
En ese lugar no había nadie viviendo porque la casa pertenecía a Gerardo González Valencia, un narcotraficante mexicano, parte de la banda delictiva Los Cuinis, que estuvo preso en Uruguay y fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2020.
Los Cuinis es un cártel mexicano que centra su negocio en enviar droga a Asia y Europa, y no a Estados Unidos, como hacen la mayoría de los cárteles mexicanos.
“Quincho Grande”, donde se realizó la fiesta, es la parte del terreno donde vivió González Valencia cuando estuvo en Uruguay, además de en Montevideo. La mansión llegó a tener un valor de mercado de varios millones de dólares y, actualmente, se encontraba bajo custodia del Ministerio del Interior.
En su momento, a la hora del arresto, la Justicia había incautado aquella casa y, luego de permanecer abandonada había sido saqueada varias veces. Incluso, a lo largo de la pandemia del covid-19 en Uruguay, se hicieron otras fiestas clandestinas en el lugar.
Los vecinos habían realizado denuncias a la Intendencia de Maldonado y a la Policía, pero no habían tenido respuesta hasta el momento, informó Telemundo.
La casa ocupa más de una manzana, entre lo que está construido y lo que está plantado. En su interior, cuenta con varios quinchos ubicados en todo el predio. En la casa principal vivían Gerardo González Valencia y Wendy Dalaithy Amaral Arévalo, su esposa, junto a sus tres hijos.
De hecho, a seis cuadras de ese terreno en Punta del Este, vivía Rocco Morabito, un mafioso italiano que también fue detenido en Uruguay. Incluso, llegaron a contratar al mismo hombre como empleado de confianza hasta que fueran detenidos.
El caso Gerardo González Valencia
Fue procesado por la Justicia uruguaya por lavado de activos el 23 de abril de 2016, junto con su esposa y otras cinco personas de su entorno. Vivía en Uruguay desde 2011 y fue detenido cuando se disponía a retirar a sus hijos del colegio para después huir del país, según el informativo.
Se lo acusó, además, por un crimen cometido en la década del ´90 en California, tráfico de cocaína y anfetaminas en territorio estadounidense, motivo por el que el gobierno de ese país pidió su extradición.
El mismo año de su detención, en mayo, González Valencia amenazó al ministro del Interior de aquel entonces, Eduardo Bonomi, desde la cárcel. Dijo que lo iba a “colgar del puente más alto”, según el Semanario Búsqueda.
González Valencia estaba en la cárcel de Punta de Rieles, pero en abril de 2020 fue trasladado al penal de Libertad porque se sospechaba que pudiera hacer un intento de fuga.
La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) declara que el cártel de Los Cuinis está dirigido por Abigael González Valencia, “El Cuini”, que se encuentra cumpliendo tiempo de prisión en México. Junto a él, otros seis miembros de la familia son los que forman parte de la organización criminal, incluyendo a Gerardo.
SEGUIR LEYENDO: