El prestigioso escritor nicaragüense y ex vicepresidente del país Sergio Ramírez fue el principal orador en la apertura de la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). “Como nunca, el periodismo de las catacumbas es dueño de las palabras en Nicaragua”, manifestó.
Luego de unas palabras de bienvenida del presidente de la SIP, Jorge Canahuati; y de la presidenta de la agencia EFE, Gabriela Cañas; Ramírez hizo un repaso por la historia de Nicaragua en la época del dictador Somoza y cómo se censuraban a los medios.
Recordó el “periodismo de las catacumbas”, ese periodismo cercano a la gente que informaba en las iglesias leyendo comunicados. Y señaló: “Otra vez hoy el diario La Prensa fue obligado a detener sus rotativas. Primero por falta de papel y después sus instalaciones ocupadas por la Policía”.
“Están presos periodistas, dirigentes políticos, empresarios, banqueros, estudiantes y siete candidatos presidenciales. Sin juicio, sin derecho a la defensa, sin asistencia médica y bajo condiciones inhumanas”, manifestó el escritor sobre lo que ocurre en su país.
Y siguió: “Mi primer ruego es que no olvidemos a esos prisioneros, que mantengamos vivo el hecho de que están presos en una cárcel siniestra”.
Respecto a los trabajadores de prensa, Ramírez recordó que “decenas han tenido que huir. Otra vez tenemos un periodismo de catacumbas, pero ahora no en las iglesias, sino a través de las redes sociales”, valoró. “Como nunca, el periodismo de las catacumbas es dueño de las palabras en Nicaragua”, continuó.
Luego manifestó que “la dictadura no tiene la menor legitimidad. Es un estado policial. En otros países pasa lo mismo, como en Venezuela y Cuba”; y subrayó que “la rebelión empieza por las palabras”.
“Hablo como un escritor comprometido con las palabras que siempre tienen filo. Es a eso a lo temen las dictaduras, de izquierda o derecha. Soy un escritor en el exilio con sus libros prohibidos dentro de Nicaragua y mi contribución a la lucha por la democracia seguirán siendo las palabras”, destacó; al tiempo que dijo que “el régimen tiene miedo a las palabras”.
Minutos antes, Jorge Canahuati, presidente de la SIP, inauguró la Asamblea General con un mensaje en el que enfatizó que el último fue un “semestre desastroso” para la libertad de prensa y se congratuló por la concesión del Nobel de la Paz a dos periodistas.
Se refirió al cierre de dos medios “emblemáticos” por parte de gobiernos en connivencia con la justicia: El Nacional de Caracas y La Prensa de Managua. Y subrayó que “su único delito fue ejercer el periodismo independiente” y que sin ello no puede haber democracia.
En tanto, Gabriela Cañas, presidenta de la agencia EFE, que organizará la próxima Asamblea General en Madrid junto a la SIP, expresó que “hallar un modelo sostenible es crucial para la libertad de expresión y, por tanto, para la propia democracia”.
Cañas mencionó la concesión del premio Nobel de la Paz a “dos periodistas valientes”, María Ressa, de Filipinas; y Dmitri Muratov, de Rusia, como “un reconocimiento a la difícil tarea de muchos reporteros que trabajan en condiciones precarias y que, además, arriesgan su libertad y tal vez su vida”.
“Sin llegar a esos extremos sabemos desde hace mucho tiempo que las denuncias falsas contra periodistas y el estrangulamiento de las fuentes financieras de sus empresas es un arma poderosa para todos aquellos que abusan de su poder”, agregó.
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