Eugenio Campos, Fiscal de Magallanes, provincia ubicada a casi 2 mil kilómetros al sur de Santiago, fue uno de los últimos en ver con vida al menor, por lo que la policía recomendó interrogarlo para llegar a la verdad de sobre su muerte. Sin embargo, las autoridades judiciales no “recuerdan haberle tomado declaraciones”, por lo que no consta que la diligencia se haya ejecutado. El Fiscal aludido visitaba con frecuencia al pequeño y a su hermano, ya que eran apadrinados por la autoridad local, en un hogar dependiente del Servicio Nacional de Menores (Sename).
En un informe del 2017 realizado por la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, PDI, se sugería interrogar a Eugenio Campos, pero tanto el actual Fiscal que investiga la causa como el ex persecutor a cargo “no se acuerdan” que se le haya tomado declaración al sospechoso. A este documento accedió una investigación que puso el tema en la discusión pública en Chile.
Se extravió el informe médico
El menor -de iniciales A.Q.C.- perdió la vida el 3 de enero de 2009 en el Hospital Regional de Punta Arenas tras complicaciones a causa de una neumonía. Su fallecimiento fue indagado en el marco de la investigación por las muertes de más de 1.300 niños y niñas del Sename que se realizó el 2017. La causa fue dirigida por el entonces Fiscal Marcos Emilfork, quien renunció dos años más tarde mediante una carta por diferencias con el Fiscal Nacional, Jorge Abbott.
Según datos divulgados por el medio La Red.cl la PDI en la carpeta indagatoria figura un informe de la Policía de Investigaciones por la muerte del menor en 2009, en el que también queda en evidencia el extravío del informe médico del menor durante un cambio de dependencias del Hospital Clínico de Magallanes. La entidad explicó que “al requerimiento de la Ficha Clínica de Salud respectiva, fue que esa carpeta en particular fue extraviada durante la materialización de la mudanza a las dependencias del nuevo recinto asistencial”.
La carpeta incluye el testimonio de la ex directora del Hogar Miraflores de Punta Arenas entre los años 2001 a 2009, Marta Inés Uteau, quien afirma que “tenía 1 año y un par de meses de vida, cuando ingresó al Hogar Miraflores, mientras que su hermano tenía 4 años, ambos eran niñitos normales, muy risueños”. Más detalles entregó Elena López Muñoz, subdirectora del Hogar entre los años 2009 y 2010, quien agregó que “a su llegada al hogar, no presentaba mayores problemas de salud, no obstante, yo personalmente debía concurrir a menudo a servicios de urgencias porque presentaba reiterados estados febriles, además de resfríos habituales de niños de su edad”, añadiendo que “desde su ingreso junto a su hermano al hogar, éstos recibieron visitas de sus padres biológicos, pero estas eran irregulares y muy esporádicas, las cuales, en ocasiones, nos percatamos que tanto la madre como el padre llegaban a la visita en estado de ebriedad”, declara.
En la investigación policial se concluye que no es posible aclarar las circunstancias en las que el menor perdió la vida pues falta la declaración al fiscal Campos por ser una de las últimas personas en ver con vida al pequeño: “Se requiere clarificar con la mayor certeza posible, la identidad de la familia que efectuó la labor de apadrinar al señalado menor, permitiéndoseles con ello el sacar a éste desde las dependencias del referido hogar de menores, ya que esa información tampoco consta en la carpeta existente”, al no existir un protocolo ni documento que valide tal acción.
Asimismo, la directora del hogar recordó que “estaba contento porque a él le gustaba salir. Posteriormente, el mismo día, no recuero la hora exacta, llegó de regreso al hogar don Eugenio Campos con el niño y su señora, señalando que el niño estaba enfermito, resfriado”. Más tarde una de las trabajadoras del Hogar pidió autorización para llevar al pequeño a su casa para que no pasara la fiesta solo, pero al detectar que estaba enfermo lo regresó a dependencias del Sename. Como el niño seguía mal lo llevaron al hospital. Planteó la directora que “durante la tarde habló conmigo el médico y me dijo que el niño tenía una Bronconeumonía y por esto lo dejó hospitalizado”. Su relato agrega que “el día 03 de enero de 2009, me llamaron del hospital en horas de la mañana para decir que el niño no estaba bien, por lo que me fui al hospital”. Finalmente esa misma tarde falleció de una insuficiencia respiratoria.
El testimonio de la subdirectora Elena López agrega que “cuando fue internado A.Q.C. se le informó de dicha situación al Director Regional del SENAME de lo ocurrido (…) Lo anterior fue informado por Sor Marta, vía telefónica, y después mediante oficio tanto al Sename como al respectivo Tribunal…”.
Llevarlo a la luz pública
Infobae conversó con el periodista a cargo de la investigación, Gustavo Manén, quien se refirió al caso como una consecución de hechos curiosos, en los que la justicia de Chile “se olvidó” de procedimientos relevantes para llegar a la verdad del menor. “Esto apareció en el contexto de que nosotros habíamos hecho una nota sobre el fiscal Campos, hablando de un tema que se había conocido en su oportunidad, pero publicado no tan profundamente, y que tenía que ver con las querellas que tiene hasta el día de hoy el fiscal regional por apremios ilegítimos. En este contexto, había una información paralela que también se sabia en Punta Arenas, que tenia que ver con esta situación sobre la muerte de este niño del hogar Miraflores de Punta Arenas que pertenece al Sename y que ocurrió en el año 2009. Gente que trabajó en la investigación y gente vinculada a la investigación de las muertes del Sename, se dio cuenta que en este caso particular no se le había tomado declaración al Fiscal Campos, considerando que había sido una de las últimas personas que lo había visto con vida. Esa curiosidad nos llevó a profundizar más en la investigación y pude dar con un informe de la PDI, donde estaban las declaraciones de las personas que habían visto por ultima vez a este niño con vida. Dentro de ese informe se sugería interrogar al Fiscal Campos. Cuestión que no se hizo, por supuesto, yo chequeé las versiones de este informe y pregunté al mismo Fiscal que llevó la investigación nacional del Sename, que es Marco Emilfork en su oportunidad en 2017, si él se acordaba de haberle tomado declaración a Campos y no se acordaba. (…) Entonces quedan muchas dudas en su actuar, el Fiscal Campos que había apadrinado a estos niños, a este niño y a su hermano y los llevaba frecuentemente a su casa y por qué lo devolvió al hogar. Y quedan varias preguntas más, que dentro de la región ha sido súper comentado, de hecho, este viernes es portada del diario más importante de Punta Arenas. Son preguntas que se han hecho y preguntas que no han sido respondidas”, comenta el periodista.
Conclusiones de la policía
En las conclusiones de la PDI se señalan que los antecedentes son insuficientes para determinar las causas de esta muerte y que tampoco es posible determinar “una participación directa de terceras personas en el referido fallecimiento”. Por lo mismo, afirman que es necesaria la ficha médica del menor, como “la obtención de información o antecedentes de esa índole, que permitan dar una explicación médica consistente y objetiva a la causa de muerte del menor en cuestión”, documento que permanece extraviado.
Otro pendiente en esta causa es la declaración del Fiscal Campos, a quien el ex Fiscal Emilfork no recuerda haber entrevistado en esta causa, excusándose afirmando que él trabajaba con un equipo de fiscales. En la actualidad, el ex Fiscal es candidato a diputado por el Distrito 26.
Sename en la mira
A juicio del psicólogo infanto juvenil, Alexander Salin, las muertes registradas en hogares dependientes del Sename en Chile responden a un problema político. “El problema de Sename radica en el diseño y la lógica con la que se formularon las políticas sociales durante la dictadura militar. Se crea un sistema de protección basado en el subsidio de la demanda en donde actores privados, principalmente ONG’s ejecutan y administran programas y residencias de protección. Este diseño tiene varios nudos críticos que se han ido expresando en la crisis de derechos humanos que hemos visto durante los últimos años.
El primer nudo crítico, es que los organismos colaboradores de Sename, en su mayoría son concebidos desde una lógica de “caridad”, en la que los niños y niñas son mirados como objeto de protección (…) El segundo nudo critico se relaciona con la precarización de los trabajadores que ejecutan las políticas de protección. (…) El tercer nudo crítico, radica en que la lógica de la “subvención a la demanda” fomenta incentivos perversos a mantener a niños y niñas dentro del sistema de protección. Las políticas públicas no se orientan a la prevención ni a la desinstitucionalización. En términos generales, advierte Salin, se debe a que el Estado de Chile no asume su responsabilidad como garante de derechos. Su rol se reduce a la licitación de programas y su fiscalización.
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