A la medianoche del último lunes, el presidente del Ecuador, Guillermo Lasso, hizo pública una misiva enviada al Director de diario El Universo, medio cuyos periodistas investigaron el capítulo Ecuador de los Pandora Papers y que revelaron que Guillermo Lasso se deshizo de entidades offshore antes de ser candidato. Sin embargo, de acuerdo con la investigación, el mandatario disolvió entidades en Panamá y en su reemplazo se crearon dos fideicomisos en Dakota del Sur, en Estados Unidos, a finales de 2017.
Los Papeles de Pandora es el nombre de una nueva investigación global del Consorcio Internacional de Periodista de Investigación (ICIJ por su sigla en inglés) basada en la filtración de casi 12 millones de documentos confidenciales de 14 estudios de abogados especializados en la creación de sociedades y fideicomisos offshore en paraísos fiscales, como Panamá, Belice y las Islas Vírgenes Británicas, entre otros. El trabajo revela negocios y secretos financieros de más de 30 líderes de Estado, 330 políticos y funcionarios de más de 90 países, además de celebridades, empresarios y multimillonarios.
En Ecuador, los periodistas Mónica Almeida y Paúl Mena de El Universo, que son parte del ICIJ, realizaron la investigación de los documentos correspondientes a Ecuador y a su actual presidente Guillermo Lasso. La investigación ha repercutido en críticas al mandatario del país a quien se lo ha calificado como evasor de impuestos.
Aunque Lasso ha pedido al congreso ecuatoriano que lo investigue, aún no ha respondido por qué tenía empresas domiciliadas en paraísos fiscales. En lugar de explicarlo, el ahora presidente -que prometía defender la libertad de prensa y no caer en las mismas prácticas que sus predecesores- ha redactado una carta donde los ha acusado de no cumplir con la ética y la rigurosidad periodística propia del medio y de la profesión: “El Universo no solo esquiva sus más básicos deberes periodísticos, sino los estándares éticos que ustedes mismo pregonan en sus páginas”.
En la carta, Guillermo Lasso cita una frase que se encuentra en la página central del diario: “Un Estado puede ser agitado y conmovido por lo que la prensa diga, pero ese mismo Estado puede morir por lo que la prensa calle”. Seguidamente, el presidente escribe que el medio solo aplica la frase de forma selectiva: “Únicamente cuando les conviene, dónde les conviene y sobre todo: con quienes les conviene”.
El documento que fue publicado por Lasso en su cuenta de Twitter consta de tres páginas escritas como para reprender al medio por publicar la investigación, no obstante, en el mismo texto –como contradiciéndose– Lasso explica que no le teme al escrutinio público: “Bienvenidas sean todas las investigaciones y todos los Papeles de Pandora”.
Para Lasso, la investigación que incluyó el trabajo de 617 periodistas y de 150 medios de todo el mundo no es más que una campaña de desprestigio en su contra: “Lo que sí me preocupa es que un medio como el suyo se preste de manera tan obvia y pueril a una campaña de desprestigio a un Presidente que está tratando de deshacer todo el daño hecho a la institucionalidad ecuatoriana, situación de la que ustedes mismos fueron víctimas durante tantos años”.
Con esa frase Lasso se refiere al caso El Universo cuando sufrió una persecución emprendida por Rafael Correa en 2011. El ex mandatario enjuició por injurias al ex director de opinión del medio, Emilio Palacio, por un artículo y a los directivos del diario como autores coadyuvantes. La justicia ecuatoriana de aquel entonces falló en dos de las tres instancias a favor de Correa. Los jueces decidieron que los denunciados debían ser sentenciados a tres años de cárcel y debían reparar al ex presidente con el pago de USD 40 millones. Sin embargo, en 2012, Correa dijo que perdonaría a Palacio y a los directivos de El Universo. La Corte Interamericana de Derechos Humanos reconoció que los derechos a la libertad de expresión, a la garantía y protección judicial, así como el principio de legalidad fueron vulnerados en el proceso penal.
En la carta firmada por Lasso, el presidente dice que los periodistas “cándidamente” han omitido su pasado tributario “contribuyendo a que se cree en el Ecuador la idea de que el Presidente de la República es un evasor de impuestos”. Además, escribe que si los periodistas “hubieran hecho un poco más de esfuerzo en su investigación”, habrían publicado los valores pagados en materia de impuestos por él.
Para mostrar que es, como él se califica en la carta, “uno de los mayores pagadores de impuestos”, Lasso desglosa los pagos realizados en los últimos 15 años. Primero señala que a título personal ha pagado, entre 2005 y 2020, USD 18 millones al Servicio de Rentas Internas del país. Luego indica que, en el mismo periodo, el fideicomiso mercantil de Administración GLM y que la Corporación MultiBG han pagado USD 1,6 millones y USD 8,4 millones respectivamente. Además, asegura que el Banco de Guayaquil, del que es accionista mayoritario, ha pagado USD 560 millones en impuestos. Lo que representaría un total de más de USD 588 millones en tributación.
Lasso cierra su última página de carta diciendo que presentarlo como evasor de impuestos es “de lo más lamentable” viniendo de un medio como El Universo. Además, el presidente cuestiona con una serie de preguntas al diario por publicar la investigación: “Hoy, cuando ustedes callan, cuando ustedes no cumplen ni los estándares periodísticos que ustedes mismos se ponen, yo me pregunto: ¿quién los frena a ustedes? ¿Quién los frena cuando omiten información necesaria para que la opinión pública se forme un criterio completo? ¿Quién los frena cuando aquello que callan puede generar un grave problema no para mí, sino para la institucionalidad ecuatoriana? ¿Quién los frena cuando ustedes mismos caen el juego de aquellos que socavaron los fundamentos de nuestra democracia?”.
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