El Comando Naval del Pacífico de Guatemala detuvo a tres lanchas sospechosas en mar abierto, en la costa sur del país centroamericano que da hacia el Océano Pacífico. Las fuerzas de seguridad trasladaron a los cinco sospechosos al departamento de Escuintla, a unos 100 kilómetros al sur de la ciudad de Guatemala.
De los cinco detenidos dos son guatemaltecos y tres ecuatorianos. De acuerdo con lo publicado por EFE, los fiscales del Ministerio Público y de la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica de la Policía Nacional Civil encontraron, en la estructura de una de las lanchas, 10 cajas con 650,9 kilos de cocaína. Tras la inspección de las autoridades los ecuatorianos y los guatemaltecos fueron puestos a disposición de un juez.
Por su ubicación geográfica, Guatemala es considerada como puente para el traslado de estupefacientes de Sudamérica a Estados Unidos. Según varios expertos, el 90% de las drogas que llegan a Estados Unidos pasan por países centroamericanos. En el último año, según los registros oficiales guatemaltecos, se incautaron más de 13,6 toneladas de cocaína en el país, y este año se han incautado más de 7 toneladas.
Aunque no se ha confirmado el oficio al que se dedicaban los detenidos, en Ecuador se sabe que una de las modalidades para traficar droga es a través de lanchas de pescadores.
Según un reportaje de Carolina Loza, publicado en GK, “más de 900 pescadores ecuatorianos están presos en Estados Unidos y Centroamérica por intento de distribución de drogas”. La periodista explica que “la vuelta” es el nombre coloquial con el que se describe el transporte de cocaína en lanchas. El destino muchas veces es desconocido, pero logran llegar a él a través de un GPS. De acuerdo con el reportaje, por hacer “la vuelta”, los pescadores reciben cantidades que oscilan los 25.000 dólares.
Incluso explica el reportaje que los pescadores que logran entregar la droga podrían recibir menos de la tarifa acordada porque en ocasiones solo se les retribuye con un tercio del total. En otros casos, no les pagan. Otros, los que logran cobrar, luego son extorsionados.
La pobreza es una de las causas por las que los pescadores deciden transportar droga, a pesar de los riesgos que esto implica. Loza recoge que “la pesca es un oficio duro, con condiciones laborales precarias: no sólo está el peligro de que piratas y narcotraficantes los asalten en altamar, tampoco están afiliados a ninguna forma de seguridad social”. Una buena jornada de pesca le podría dejar al pescador una ganancia cerca a los 100 dólares, después de jornadas de 3 o 4 días, pero si hay días malos, los pescadores no tienen ganancias.
En septiembre de este año, se incrementó notablemente el número de ecuatorianos que van a Guatemala. Por esta razón, el gobierno guatemalteco impidió que 457 ecuatorianos ingresaran a su país en 2021. Hizo esto por razones de inmigración. Las personas a las que se les prohíbe la entrada son aquellas que no puedan acreditar con documentos que van de vacaciones, a estudiar o a trabajar de forma regular.
Guatemala canceló las visas para que los ecuatorianos visitaran el país en agosto de 2019 y por tanto la exención de 90 días para visitar el país con fines turísticos. Sin embargo, el país centroamericano retomó los requisitos de visa para los ciudadanos ecuatorianos luego de que el país confirmara que decenas de personas intentaban usar el país como puente hacia Estados Unidos de manera ilegal como una forma de llegar al país norteamericano como para transportar drogas a ese lugar.
De hecho, en octubre de 2019, un tribunal penal de Guatemala condenó a tres ecuatorianos (incluidos dos hermanos) culpables de transportar 959 kilogramos de cocaína por vía marítima en el Océano Pacífico. Los reos fueron condenados a 18 años de prisión inconmutables. La sentencia fue dictada por el Tribunal de Sentencia del departamento sureño de Escuintla en la costa del Pacífico, que además multó con aproximadamente $6.500 dólares por el comercio, transportación y almacenamiento ilegal de drogas. Los tres fueron arrestados el 17 de diciembre de 2018, cuando su barco fue interceptado por la Fuerza Especial Naval en el Pacífico. En un barco pesquero artesanal llamado “Tiburón I” de Ecuador, transportaron 959 kilos de cocaína en un paquete oculto de doble fondo.
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