El Gobierno de Chile anunció que suprimirá la cuarentena obligatoria para todos aquellos viajeros que entren al país y estén vacunados, una medida que entrará en vigencia el próximo 1 de noviembre y que también requerirá presentar una prueba diagnóstica negativa.
La medida afectará a ciudadanos nacionales, extranjeros, residentes o turistas. “Considerando las cifras actuales de baja incidencia de casos positivos de COVID-19 en viajes y los antecedentes epidemiológicos, dejará de exigirse cuarentena obligatoria para personas que ingresen al país con esquema de vacunación completo y un examen PCR negativo realizado en territorio nacional”, indicó este miércoles la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.
Desde el 23 de noviembre del año pasado al 30 de septiembre de este año, la cifra de viajeros que accedieron al país y dieron positivo fue del 0,7%, recogió La Tercera.
En este contexto, esta modificación del ‘Plan Fronteras Protegidas’ contempla que los viajeros deberán someterse a una cuarentena de cinco días o hasta recibir el resultado negativo de una prueba de coronavirus. También se ha dispuesto que los niños menores de 6 años puedan salir del país sin un ‘pase de movilidad’.
Las medidas buscan dar mayor movilidad a turistas extranjeros que ingresen al país, impulsando así la reactivación de uno de los sectores más golpeados por la pandemia.
Además, los viajeros que ingresen al país están obligados a estar disponibles durante los primeros 10 días en territorio chileno para las autoridades sanitarias, para que puedan hacer un seguimiento.
Lo anterior se suma a las medidas de ingreso ya difundidas por el Ministerio de Salud a mediados de septiembre, entre las que destacan la validación del esquema de vacunación completa, una declaración jurada, un test PCR negativo de máximo 72 horas antes del embarque y la obtención de un seguro médico por 30.000 dólares.
La llegada del coronavirus dejó una estela de pérdidas multimillonarias para la industria turística chilena: aeropuertos vacíos durante meses, hoteles en venta y fronteras cerradas durante más de un año hicieron que el sector que aportó 3,3% del PIB chileno en 2018 cerrara 2020 sin siquiera alcanzar un tercio de esos 9.000 millones de dólares.
El golpe tuvo su correlato en la pérdida de miles de empleos, situación que afectó principalmente a las regiones extremas del país con grandes atractivos naturales. Ante esto, el gremio turístico consideró las modificaciones presentadas en septiembre como “insuficientes”, alegando que se optó por la “muerte de una parte de la industria”.
A la fecha, en Chile se han detectado 1,6 millones de infectados por coronavirus y la cantidad de fallecidos asciende a más de 45.000 personas, considerando casos confirmados y sospechosos, según el Departamento de Estadísticas e Información del Ministerio de Salud.
Tras semanas registrando una progresiva disminución de casos, el Ejecutivo decidió no renovar el estado de catástrofe decretado en marzo de 2020 y a partir del pasado 1 de octubre Chile salió del toque de queda.
(Con información de EuropaPress y EFE)
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