Miles de cubanos reclamaron este martes en las redes sociales la reapertura de los servicios consulares en la Embajada de Estados Unidos en La Habana, paralizados en 2017 por el entonces presidente Donald Trump.
Todo comenzó a primera hora del día, cuando más de una decena de cubanos acudieron personalmente a la legación norteamericana en La Habana para denunciar que sus trámites están en un limbo desde hace cuatro años y no han podido reunirse con sus familiares en EEUU.
Tras exhibir carteles frente a la embajada, subieron fotos en sus cuentas en Twitter usando la etiqueta #ConsularServicesinCuba, que se convirtió en tendencia en el país caribeño con más de 13.000 publicaciones. Con igual propósito crearon un grupo en Facebook llamado “Cubanos Unidos por la Reunificación Familiar”.
Washington redujo al mínimo la actividad y el personal de su embajada en La Habana y desvió los servicios consulares a terceros países en 2017 por los misteriosos incidentes de salud que afectaron a algunos de sus diplomáticos y cuya causa aún se desconoce.
El ex presidente Donald Trump acusó entonces al régimen cubano de ser responsable de lo que las autoridades estadounidenses calificaron como “ataques acústicos” o “sónicos”, lo que sirvió como pretexto al entonces mandatario para romper con el deshielo diplomático con la isla.
A fines de 2016, diplomáticos estadounidenses desplegados en La Habana reportaron dolor de oído y otros síntomas a raíz de un sonido de alta frecuencia, lo que llevó a Washington a retirar la mitad de su personal en la embajada y a expulsar a diplomáticos cubanos en represalia
Como consecuencia, los acuerdos bilaterales existentes para la concesión de visados a ciudadanos cubanos y el programa de reunificación familiar están prácticamente paralizados.
Los cubanos tienen que salir de Cuba para hacer los trámites, que ahora se hacen en México o Guyana. Por esa situación hay pendientes 22.000 casos de reunificación familiar y 100.000 visas, según la congresista María Elvira Salazar.
La situación ha provocado un incremento del número de balseros que tratan de alcanzar las costas de Florida desde Cuba, que atraviesa su peor crisis económica en tres décadas, con serios problemas de escasez de alimentos y productos básicos.
El ex presidente Barack Obama retiró en 2017 los beneficios migratorios que tenían los cubanos cuando canceló la denominada política de “pies secos/pies mojados”, vigente desde 1994.
Sin embargo, permanece en vigor la Ley de Ajuste Cubano, que establece que todo ciudadano cubano que haya entrado legalmente al país puede acogerse a ella al cabo de un año y un día y obtener un permiso de residencia.
En septiembre, el Gobierno de Estados Unidos dio un primer paso en el refuerzo de su embajada en Cuba con el objetivo de ampliar sus servicios en la isla al permitir que sus diplomáticos estén acompañados por algunos familiares.
“El presidente se ha comprometido a reforzar la plantilla de su embajada en La Habana para asegurar nuestra capacidad de relacionarse con la sociedad civil y, en el momento apropiado, aumentar nuestros servicios consulares a los cubanos, a la vez que garantizamos la seguridad de nuestros diplomáticos en Cuba”, señaló una fuente anónima a EFE.
A finales de julio, el Departamento del Tesoro anunció nuevas sanciones hacia el régimen de Cuba, esta vez a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y a dos de sus líderes, tras las protestas del pasado 11 de julio por su presunto papel en la represión de las inéditas manifestaciones antigubernamentales en el país caribeño.
(Con información de EFE)
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