Primer procedimiento: el taxi. El personal de Aduanas entre Brasil y Uruguay detuvo en Rivera, una de las ciudades limítrofes, una valija con marihuana en el baúl del auto. Se trataba de 32 ladrillos de marihuana prensada con un peso de 19 kilos y 982 gramos.
Se detuvo a los ocupantes del vehículo, el conductor y el pasajero. Se les incautaron sus celulares y un trozo de pasta base que tenía encima el pasajero, escondido dentro de una caja de cigarrillos.
Segundo procedimiento: allanamiento. De las indagatorias a ambos detenidos se estableció que en la ciudad de Santana do Livramento, fronteriza con Rivera, había más droga. Y la había. Se coordinó la inspección a una vivienda con la Policía Civil y la Brigada Militar de Brasil, donde se encontraron 62 ladrillos más de marihuana, con un peso de 52 kilos. Allí se detuvo a cuatro personas más.
Se condenó al taximetrista de 31 años, sin antecedentes penales, como autor de un delito de asistencia a los agentes de la actividad delictiva a la pena de veinticuatro meses de prisión que cumplirá en régimen de libertad a prueba.
Al pasajero, de 25 años con un antecedente penal, se lo condenó a dos años y ocho meses de penitenciaría efectiva como autor de un delito de posesión, transporte e importación de sustancias estupefacientes prohibidas.
Tercer procedimiento: el ómnibus. En el mismo puesto fronterizo que el caso del taxi, puesto de Curticeiras, el personal de Aduanas revisó un ómnibus de transporte interdepartamental que tenía como destino Montevideo y salía de la ciudad de Rivera.
Al subir al ómnibus a inspeccionar equipajes de mano, se encontraron con un pasajero que llevaba en su mochila 4 kilos y 500 gramos de marihuana. Se le incautó, además, un celular.
A través de las tareas de inteligencia, se dio a conocer que el detenido estaba vinculado con un hombre preso que en en 2018 fue condenado por delitos vinculados con drogas y un homicidio.
Se solicitó, entonces, el allanamiento de la vivienda del preso. Ahí se encontró, dentro de un ropero, once ladrillos de marihuana con un peso de 7 kilos y 714 gramos, una libreta donde se anotaban las ventas y su celular. La dueña de la casa, una mujer de 23 años sin antecedentes penales, fue detenida.
Se condenó al pasajero del ómnibus como autor de un delito de posesión y transporte de sustancias estupefacientes prohibidas, a la pena de dos años de penitenciaría. A la mujer se le dispuso como medida cautelar el arresto domiciliario, por 120 días, imputada por la comisión en la modalidad de distribución y negociación de sustancias estupefacientes prohibidas especialmente agravado en calidad de autora.
Hasta ese momento, la cantidad de marihuana incautada era de 86 kilos. La cantidad de detenidos, cinco: el taxista, el pasajero del taxi, el pasajero del ómnibus, la dueña de la casa y al propio preso también se lo detuvo dentro de la cárcel por la situación.
En el marco de la llamada operación “Ryguasu”, la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas y la Brigada Departamental Antidrogas, concluyeron que desde el sur del país llagan personas a la ciudad de Rivera para retirar cargamentos de droga ocultos.
Después de vigilancias en diversos puntos de la ciudad, la Policía identificó una camioneta que ingresó a una casa y permaneció media hora ahí. Una vez interceptada la camioneta, se observó que se habían removido tornillos y plásticos. Cuando se desarmó la misma, se encontraron 66 ladrillos de marihuana que pesaban 51 kilos y 940 gramos.
El conductor, un hombre de 42 años con diez antecedentes penales, fue detenido y condenado como autor penalmente responsable de de un delito de transporte de sustancias estupefacientes prohibidas con una pena de tres años de prisión.
Finalmente, la cantidad total de droga incautada fue de 138 kilos y seis detenidos, sumándose este último conductor.
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