Los circuitos de cruceros sudamericanos suelen ser dos. Con algunas variaciones, suelen parecerse a lo siguiente. Uno: Miami, Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Santiago, Trinidad, Barbados y de vuelta a Miami. Dos: Buenos Aires, Punta del Este, Ilha Bella, Buzios, Río de Janeiro, de vuelta a Buenos Aires.
Los puertos de Montevideo y Punta del Este reciben, año a año, muchísimos turistas exclusivamente de cruceros. Entre octubre de 2018 y abril de 2019, arribaron a Uruguay 146 cruceros. Entre octubre de 2019 y marzo de 2020 (interrumpido por la llegada del covid-19 a Uruguay), fueron 166 cruceros. Un 13% más que la temporada anterior, cerrando fronteras un mes antes de que terminara la temporada.
Esos turistas son los que más gastan. Su gasto medio es de 40 dólares americanos por persona, por día. Esta cifra se convierte en un gasto considerable si se tiene en cuenta que son visitantes que están en tierra solamente tres o cuatro horas y que ni siquiera manejan gastos de alojamiento. Para comparar: una persona en turismo receptivo (que se aloja en el país) gasta 92 dólares.
El total de lo que recibió Uruguay por turismo en 2019 es de 1.753 millones de dólares. El sector cruceros no está desglosado en esa cifra, pero solamente en los cinco meses que les correspondió de temporada el año pasado superaron los 10 millones de dólares en gastos.
Obviamente, desde el cierre de fronteras en Uruguay en marzo de 2020, el sector trabajó a pérdida. Y ahora, a pesar de la reapertura, se prevé que solo el 30% de la actividad se pueda recuperar en la próxima temporada, según dijo Juan Abude, gerente de Turismo Receptivo de Viajes Buemes, a El Observador.
La compañía de Abude opera el 90% de las escalas que hacen los cruceros en Uruguay. Ya están canceladas 56 escalas de las 178 que estaban previstas para la temporada. Según el gerente, los cruceros argumentaron que existía una falta de previsibilidad en los gobiernos del Cono Sur.
La mayoría de las empresas que cancelaron vienen de Europa y son, según Abude, los cruceristas que más gastan. Por eso, consideró que la situación provoca que el sector vaya a perder casi el 70% de la facturación que preveía para esta temporada. El 30% restante provendría de cruceros de porte menor que apuntan a públicos brasileños y argentinos.
A pesar de que el Ministerio de Turismo declaró estar ultimando los detalles de los protocolos sanitarios para los cruceros, la mayor parte de la facturación ya está perdida. “Se ha demorado mucho más de lo que nosotros hubiéramos querido y las compañías necesitan”, comentó Abude.
Remo Monzeglio, el subsecretario de Turismo, explicó al diario que la reactivación del sector cruceros depende de toda la región, no solamente de Uruguay. En realidad, el país está condicionado por la situación sanitaria que se desarrolle con los vecinos Argentina y Brasil, ya que los cruceros que salen desde Europa no vienen exclusivamente a Uruguay. Pasan por Montevideo y Punta del Este cuando pueden incluir en el recorrido otros destinos.
El protocolo sanitario para el descenso de turistas en el que se está trabajando, al parecer, incluye a personas vacunadas, tests de antígeno 24 horas antes de las excursiones y que estas sean “burbuja” y visiten lugares donde puedan estar separados, confirmó el medio.
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