Las diputados de Chile aprobaron el proyecto de despenalización del aborto hasta las 14 semanas, en medio de una discutida votación que incluyó acusaciones entre el oficialismo y la oposición.
Lo que ayer se vivió en Chile tras la aprobación del proyecto que despenaliza la interrupción del embarazo hasta la semana 14, si bien puede considerarse “histórico”, como lo catalogan los parlamentarios que apoyan la propuesta, también es preámbulo de un camino que será difícil de recorrer antes de que pueda consagrarse como Ley.
Ahora la comisión de Mujer y Equidad de Género del mismo parlamento tendrá que volver a revisar las indicaciones con las que fue despachado ayer. Una vez discutidos y aprobados los puntos, el proyecto volverá a la misma sala que lo despachó. En esta instancia nuevamente discutido y deberá ser votado, esta vez, en general. La primera vez se votó en particular, artículo por artículo.
Así, si tras superar la instancia de la comisión de Mujer y Equidad de Género, el proyecto es aprobado en general por la Cámara, el documento ingresará al Senado chileno. Hoy se acordó que el proyecto será revisado por la comisión desde la próxima semana.
El Senado será el lugar donde el proyecto de despenalización deberá conseguir la mayoría para ser regresado a los diputados y éstos votar en última instancia antes de ser enviado al Poder Ejecutivo, el último eslabón que deberá sortear el proyecto que despenaliza el aborto en Chile antes de convertirse en Ley.
La propuesta que tramita actualmente el parlamento chileno no garantiza que el aborto sea libre y legal formalmente, ya que sólo busca modificar el actual Código Penal, con el fin de liberar de sanciones a aquellas mujeres que realicen la interrupción voluntaria de su embarazo hasta la semana 14. Actualmente la sanción penal vigente en Chile considera penas de cárcel para quienes interrumpen su embarazo que pueden considerar desde los tres años y un día hasta los cinco años de prisión.
Según informes presentados en la discusión, actualmente en Chile hay unas 600 mujeres acusadas y procesadas por práctica de aborto. En este sentido, la diputada del Partido Radical de Chile, Marcela Hernando, advirtió que esto no se trata de una ley de aborto libre. “Que se despenalice, no significa aborto libre, no significa que en los hospitales se pueda practicar aborto”. indicó.
Una de las principales indicaciones que revisará la comisión será la consideración de sanciones y penas de cárcel para quienes cooperen o realicen la interrupción voluntaria de embarazo después del tiempo legal, es decir, tras la semana 14.
El senado y lo valórico
Para algunos expertos, el proceso más complejo del proyecto que discute el parlamento se desarrollará en el Senado. Los miembros de la cámara alta chilena han mostrado ciertos reparos por considerarse una iniciativa que no hace otra cosa más que evitar sanciones a mujeres que abortan antes de la semana 14 de gestación. Sin embargo, no aborda otras aristas como los lugares donde se practica y especialmente quién realiza el procedimiento. Sin dejar fuera los argumentos valóricos que algunos integrantes harán prevalecer para negarse a probarlo.
Para el senador cristiano evangélico Iván Moreira la aprobación de este proyecto por parte de los parlamentarios es lo más cercano a un atentado contra la vida. “Cada día puede ser peor y hoy es el peor día para el niño que está por nacer”, expresó.
En la misma línea, desde la Iglesia Católica de Chile manifestaron este miércoles su rechazo al avance del proyecto que despenaliza el aborto, los obispos expresaron a través de un comunicado que “el valor de la vida y la dignidad de la persona humana son un fundamento esencial e irrenunciable de la vida en la sociedad”. “El primero de los derechos humanos es el derecho a la vida, que ha de ser respetada desde la concepción hasta la muerte natural. Por eso, no matar deliberada y directamente al inocente es un absoluto moral cuyo reconocimiento y protección resulta indispensable para la vida en comunidad”, sostuvieron.
SEGUIR LEYENDO: