Coca Codo Sinclair, la mega represa que China construyó en Ecuador, sigue generando pérdidas millonarias

Casi cinco años después de su inauguración, sigue sin funcionar en su total capacidad y se convirtió en un lastre para las finanzas del país. La empresa pública que maneja la central demandó a la constructora Sinohydro

Guardar
Un trabajador camina en las instalaciones de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair en Napo, Ecuador, 1 de junio de 2018. (REUTERS/Daniel Tapia/Foto de archivo)
Un trabajador camina en las instalaciones de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair en Napo, Ecuador, 1 de junio de 2018. (REUTERS/Daniel Tapia/Foto de archivo)

Coca Codo Sinclair, la enorme represa y central hidroeléctrica construida por China en Ecuador, sigue generando pérdidas económicas y amenaza el suministro eléctrico del país andino.

En las intenciones del gobierno del ex presidente Rafael Correa (2007–2017), que impulsó la obra construida por la empresa china Sinohydro, la planta debía producir más de 1.500 megavatios de energía “limpia y renovable” y cubrir un tercio de la demanda eléctrica de Ecuador con un tiempo de vida útil de 50 años.

Sin embargo, casi cinco años después de su inauguración y pese a un costo de USD 2 700 millones, la hidroeléctrica sigue sin funcionar en su total capacidad y se convirtió en un lastre para las maltrechas finanzas de Ecuador, un país que desde hace años sufre una grave crisis económica y de deuda.

El problema principal son las miles de fisuras que aparecieron en los distribuidores de agua de la mega presa, unas partes mecánicas fundamentales en la generación de energía, al tener que soportar la enorme presión del agua en caída desde 620 metros de altura.

Las fallas en estos aparatos se detectaron en el 2014 y fueron confirmadas por un informe independiente antes de la entrada en operación de la central hidroeléctrica.

Desde entonces, la presa ha sido sometida a constantes reparaciones. Las obras hicieron imposible generar electricidad para consumo y exportación, causando pérdidas por USD 8 millones entre 2016 y agosto del 2021 para la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC), la empresa pública que maneja la central.

El cálculo fue realizado por Byron Orozco, subgerente de la Unidad de Negocios de Coca Codo Sinclair, según consigna el diario ecuatoriano El Comercio. Las pérdidas incluyen la imposibilidad de generar electricidad para consumo y exportación de energía.

Hasta el momento la planta -ubicada sobre el curso fluvial del río Coca en la provincia de Napo y que cuenta con ocho turbinas para generar electricidad- ha sido sometida a siete reparaciones.

En el actual proceso de mantenimiento se hallaron más de 3.500 nuevas fisuras en los cuatro distribuidores, superando las 11.000 fallas en total. (Corporación Eléctrica del Ecuador)
En el actual proceso de mantenimiento se hallaron más de 3.500 nuevas fisuras en los cuatro distribuidores, superando las 11.000 fallas en total. (Corporación Eléctrica del Ecuador)

La última comenzó el pasado 1 de mayo y continuará hasta el próximo 11 de noviembre, de acuerdo a El Comercio.

En las actuales tareas de mantenimiento se hallaron más de 3.500 nuevas fisuras en los cuatro distribuidores, superando las 11.000 fallas en total.

Esto hizo, según los datos de la CELEC, que la planta estuvo trabajado al 50% de capacidad más de la mitad de este año.

Aún así, las reparaciones que se han realizado no han resuelto el problema y las fisuras siguen apareciendo.

No sólo fisuras

Los defectos de construcción no son el único problema. La central hidroeléctrica, que según múltiples investigaciones y expertos se realizó en contra de todos los estudios y advertencias sobre las condiciones geológicas de la zona, también está amenazada por la fuerte erosión del río Coca desde que se derrumbó la cascada San Rafael de 130 metros en la región amazónica en febrero del 2020.

Foto aérea que muestra la erosión en la zona de la hidroeléctrica. La presa está en el punto marcado con la letra B. En el punto C es donde se encontraba la cascada que colapsó en febrero. (Instagram/JORGE JUAN ANHALZER)
Foto aérea que muestra la erosión en la zona de la hidroeléctrica. La presa está en el punto marcado con la letra B. En el punto C es donde se encontraba la cascada que colapsó en febrero. (Instagram/JORGE JUAN ANHALZER)

Esto llevó a la CELEC a anunciar el mes pasado que activará plantas termoeléctricas inactivas para garantizar el suministro de energía eléctrica.

Los costos, también en este caso, serán significativos. CELEC anunció un gasto aproximado de 80 millones de dólares para recuperar unos 426,4 megavatios (MW) de potencia térmica para mayo del 2022 y de otros 100 millones de dólares en estructuras para evitar que la erosión llegue al embalse de la represa.

Controversia con China

Ante la magnitud de problemas, queda por ver si China se hará cargo de las reparaciones.

La construcción de la obra fue encargada a Sinohydro de manera directa y sin ninguna licitación internacional, en momentos en que Correa había prometido modernizar a su país y liberarlo de la influencia de Estados Unidos.

Según establece el contrato firmado entonces, cuando se identifica un defecto la contratista debe determinar “la causa raíz del mismo”.

Por el momento se esperan los resultados de una auditoria independiente realizada por una firma alemana y Beijing afirmó que asumirán las responsabilidades necesarias en caso de existir.

Según dijo a El Comercio Carlos Baldeón, presidente del Colegio de Ingenieros Mecánicos de Pichincha, la presa necesita la sustitución de todos los distribuidores, por un valor cercano a los USD 200 millones.

La principal preocupación los expertos es que al realizar tantas reparaciones, el material puede haber perdido ya sus propiedades originales.

Vista de las instalaciones de la estación hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, en Napo, Ecuador, Junio 1, 2018. (REUTERS/Daniel Tapia)
Vista de las instalaciones de la estación hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, en Napo, Ecuador, Junio 1, 2018. (REUTERS/Daniel Tapia)

Ante la magnitud de los problemas, CELEC demandó a Sinohydro en una corte internacional para exigir una solución definitiva.

La demanda también incluye los USD 8 millones por pérdidas por la no generación de energía eléctrica.

CELEC acudió a esa instancia luego de que un mecanismo previo al arbitraje internacional establecido en el contrato no le diera la razón en sus reclamos y ordenara que se siga con las reparaciones.

Lo cierto es que el desequilibrio entre las fuerzas en juego parece evidente.

Al igual que en otros países emergentes o en vías de desarrollo del mundo, Beijing fue ingresando poco a poco a la economía de Ecuador como prestamista, como inversionista y como constructor de obras públicas, una estrategia en que la corrupción juega un papel no menor (todos los funcionarios involucrados en el proyecto de la represa terminaron presos por sobornos).

La consecuencia de esta estrategia es que gran parte de la deuda externa de Ecuador fue contraída con bancos de China para realizar mega proyectos como los de Codo Sinclair.

Una realidad que reduce los márgenes de maniobra del país andino frente al voraz gigante asiático.

Seguir leyendo:

Guardar