El hombre de 32 años que se quemó a lo bonzo en Montevideo este miércoles falleció el jueves, según confirmó a la agencia EFE la gerente del Centro Nacional de Quemados (Cenaque) de Uruguay, Cecilia Hackembruch, que, no obstante, resaltó la “muy buena tasa de supervivencia” de esta clínica especializada.
El hombre, del que no se facilitaron más datos aunque sí se sabe que, por el momento, ningún familiar ha acudido a reclamar su cuerpo, se roció con combustible y se prendió fuego en la céntrica Plaza Independencia, según la información facilitada por el vocero de Bomberos, Pablo Benítez.
La responsable del Cenaque confirmó este jueves que la víctima entró con un pronóstico crítico que impidió cualquier posible recuperación y esta mañana se confirmó su deceso.
“Las personas que ingresan (en el Cenaque) por autoeliminación suponen un 9% de los casos totales y no todas fallecen”, aclaró Hackembruch, quien denunció la viralización en redes sociales de las imágenes del suceso y reclamó más “educación ciudadana” ante una situación así.
La gestora afirmó que, aproximadamente, un 85% de los ingresos en ese centro público y de alta especialización está relacionado con accidentes en el hogar y, del resto de casos, un 3% tiene que ver con violencia doméstica -por el mismo método del suceso del miércoles-.
Hackembruch defendió que “Uruguay tiene el privilegio de un centro de quemados único para todo el país” que ofrece unas buenas cifras “en cuanto a la calidad de asistencia”, ya que, por su “altísima complejidad”, dispone de 14 camas asistenciales.
El suceso del miércoles, según el texto difundido por Bomberos en Twitter, tuvo lugar en torno a las 10:30 horas (13:30 GMT), cuando el hombre llegó a la céntrica Plaza Independencia, donde se sitúa la Torre Ejecutiva, la sede del Gobierno uruguayo, y se prendió fuego.
Después, comenzó a correr hasta que fue alcanzado por policías y bomberos que trabajan habitualmente en el edificio presidencial y apagaron el fuego con extintores.
Según relató el noticiero local Telemundo, los testigos comentaron que el hombre se sentó debajo de la bandera de Uruguay que está colocada en un mástil frente a la Torre Ejecutiva, bebió unos mates —infusión típica del país— y luego se prendió fuego.
Aunque la prensa local ha rumoreado sobre algunos aspectos de su vida, sigue sin conocerse si el hombre tenía motivos para quemarse frente a la Torre Ejecutiva o simplemente trataba de llamar la atención en un lugar de paso habitual para mucha población que trabaja en el centro de la capital.
(Con información de EFE)
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