Los vecinos del barrio Colinas a la Libertad, en el noroccidente de Quito, la capital de Ecuador, se encontraron con una imagen dantesca en sus calles el último martes: los cuerpos de 20 perros que habrían muerto por un envenenamiento masivo la noche anterior.
Los moradores encontraron a los animales sin vida, repartidos en diferentes calles del sector entre las escalinatas, postes de alumbrado y otros puntos del barrio y, tras fallar en sus intentos de reanimar a los perros, se comunicaron con la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (EMASEO) de la ciudad de Quito y una brigada de Animales al Cielo, un servicio ofrecido por la Alcaldía de Quito a través de la Empresa Metropolitana de Aseo dedicada a recoger cadáveres de animales en el espacio público de manera técnica. Además, hubo quienes reportaron lo sucedido en redes sociales para hacer conocer los hechos a la administración municipal, a raíz de lo cual se emprendieron investigaciones a cargo del Municipio de Quito y la Agencia de Control Metropolitana (AMC) en las que se descubrió que los animales afectados fueron tanto perros callejeros como de casa. El asesinato masivo se dio presuntamente como una lección a los dueños de perros para mantenerlos dentro de sus domicilios, según especulan los vecinos del sector.
Según la moradora del barrio Dolores Chávez, no es la primera vez que un hecho como este ocurre en el sector puesto que, según menciona, un evento similar tuvo lugar en el barrio hace aproximadamente un año. La causa de muerte fue identificada como envenenamiento según lo confirmó el médico Veterinario Jaime Grijalva de la Unidad Bienestar Animal (Instrumento metropolitano destinado a regular y controlar la fauna urbana), quien descartó causas de muerte naturales como infecciones puesto de ser así, los animales habrían tardado más tiempo en fallecer.
Es por esto que, indignados, los moradores del vecindario reportaron el paradero del presunto infractor a la AMC, misma que, el 16 de septiembre, anunció que se habría iniciado un proceso administrativo sancionador en contra del agresor. Además, puntualizó que existiría una multa de cuatro mil dólares para el culpable, lo equivalente a diez remuneraciones básicas unificadas en Ecuador, además de “pasar a constar en el registro pertinente de conformidad con la normativa legal nacional y metropolitana vigente”, según lo establecido en la Ordenanza Metropolitana 019-2020, en la que se indica que se sancionará de esa manera a las infracciones “muy graves” en contra de los animales de compañía.
En Ecuador el maltrato animal está considerado como Delito de Acción Privada y tras las reformas al Código Integral Penal (COIP) de 2020, según el Artículo.-250.A. “La persona que mate a un animal de compañía será sancionada con pena privativa de libertad de seis meses a un año. Si la muerte se produce como resultado de actos de crueldad o tortura animal será sancionada con cárcel de uno a tres años”.
Según la alcaldía de la capital del Ecuador, estas reformas al Código Penal habrían sido “un gran paso para el cuidado y protección de la integridad de la fauna urbana”, sin embargo, se siguen reportando casos como este, no solo en la capital del país sino en todos sus rincones y, a pesar de todas las sanciones y regulaciones que se han implementado en los instrumentos legales del país en los últimos años, en Ecuador, abandono de perros sigue siendo una práctica común, con aproximadamente 130.680 perros abandonados solo en Quito y Guayaquil, según un estudio realizado por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
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