Un acuerdo bilateral permite que Ecuador, mediante el apoyo canadiense, pueda localizar y rastrear en tiempo real, mediante tecnología y datos satelitales, a las “embarcaciones oscuras”, es decir a las embarcaciones que han apagado sus dispositivos de ubicación para evadir el monitoreo, control y vigilancia de las autoridades.
La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada representa cerca del 30% de la actividad pesquera a nivel mundial. Anualmente los pesqueros ilegales obtienen alrededor de 26 millones de toneladas de pesca de los océanos, con ganancias que ascienden a los 23.000 millones de dólares.
En el Ecuador, por ejemplo, una de las especies protegidas y cuya pesca está prohibida es el tiburón, salvo cuando esta sea incidental –es decir, no dirigida–, sin embargo, un estudio publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) revela que Ecuador, Uruguay, Perú, Panamá, Argentina y Brasil aparecen como exportadores e importadores de toneladas de carne de tiburón y de rayas, un negocio a nivel mundial que tiene un valor de 2.600 millones de dólares.
Uno de los objetivos del monitoreo de las “embarcaciones oscuras” está dirigido a las flotas pesqueras que cada año se sitúan al sur de las islas Galápagos y, en alta mar, pescan todo lo que cae en sus redes. Sin embargo, muchas de estas embarcaciones que apagan sus dispositivos de rastreo podrían ingresar a zonas protegidas como la Reserva Marina de Galápagos, en cuyas aguas habitan cientos de especies protegidas y, en algunos casos, catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción.
En el 2017 ya hubo un caso de un buque chino que ingresó a la Reserva Marina y fue capturado. El Fu Yuan Yu Leng 999 tenía en su interior alrededor de 500 toneladas de pesca, incluidas especies vulnerables y que están protegidas como tiburones martillo. Estudios posteriores han determinado que la pesca del buque chino corresponden a 12 especies catalogadas como Vulnerables o de mayor riesgo por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y 8 de esas especies son protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
La justicia ecuatoriana sentenció al pago de USD 6.1 millones y 3 años de prisión al capitán del barco Fu Yuan Yu Leng 999 y a sus tres ayudantes por el delito de pesca de especies protegidas. Los 16 tripulantes adicionales fueron declarados cómplices del hecho con una pena de un año de prisión.
Por lo anterior, la Cancillería del Ecuador ha informado que “esta tecnología, aportada por Canadá al país, posibilita mejorar la vigilancia, control y conservación de los espacios marítimos, contribuyendo a la preservación del archipiélago de Galápagos y sus áreas de influencia”. La cooperación entre ambos países se da “con metas y acciones a corto, mediano y largo plazo, en el ámbito bilateral, regional y multilateral, diseñada a fin de precautelar la soberanía nacional, los recursos marinos y el ecosistema único de Galápagos, mediante la búsqueda de soluciones duraderas a la problemática de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, dijo el canciller Mauricio Montalvo.
La pesca ilegal en el Ecuador intenta ser “blanqueada” justificándose como “pesca incidental”, de acuerdo a varios expertos. Un estudio de la WWF indica que la pesca incidental, en el mundo, acaba con la vida de especies marinas que no son el objetivo de la actividad –como el tiburón en el caso de Ecuador. Este tipo de pesca, dice la WWF, representa pérdidas económicas de millones de dólares anuales; y, pone en riesgo no solamente los empleos de un importante sector de la población sino también la seguridad alimentaria de más de 7.000 millones de personas, cuyo consumo de pescado representa el 16.7% del aporte total de la proteína animal.
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