El ministro de Justicia de Bolivia, Iván Lima, ha adelantado este domingo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no pedirá la puesta en libertad de la ex presidenta Jeanine Áñez, encarcelada desde marzo, en respuesta a la cautelar que presentó para revisar su situación.
“En el peor escenario, ellos le dirían al Órgano Judicial que revise la situación de la señora Áñez, no es que vaya a haber una orden que diga que la señora Áñez sale de la cárcel y se va a su casa”, ha adelantado Lima en una entrevista para la estatal Bolivia TV.
Lima ha explicado que la CIDH toma medidas cautelares en otra serie de supuestos y no sobre el debido proceso o cuestiones relacionadas con la salud de una persona, después de que la situación física de Áñez haya empeorado en las últimas semanas, tal y como denuncia su defensa.
“La medida cautelar es una medida de extrema emergencia que se aplica en casos de pena de muerte”, o “cuando un país va a expulsar a un ciudadano”, ha precisado Lima, quien ha vuelto a insistir en que Bolivia enviará a la CIDH dentro de los plazos marcados toda la información sobre el estado de Áñez.
“La comisión nos ha dado plazos, estamos trabajando, contestaremos dentro los plazos, es un procedimiento que va a tener probablemente ampliaciones, información adicional, es un debate que va a durar unos meses”, ha contado.
Lima ha vuelto a defender la independencia del Poder Judicial y ha señalado que todo lo relacionado con el caso de Áñez nada tiene que ver con el Gobierno, pues “son los jueces los que han determinado esta situación” en hasta en dos ocasiones.
“Estaba con las maletas listas, no quería someterse a la justicia, y cuando hay estos riesgos hay detención preventiva”, ha recordado el ministro de Justicia.
La CIDH pidió hace unos días al Gobierno de Bolivia información sobre Áñez después de que esta solicitara medidas cautelares en busca de “protección”. Su defensa acudió al organismo internacional tras haber agotado las instancias judiciales bolivianas para “restituir” sus derechos y ante la “falta de un acceso a un tratamiento médico adecuado”.
Áñez, en prisión preventiva desde marzo --acusada de sedición, terrorismo, conspiración y genocidio, entre otros delitos, por su rol en el marco de la crisis postelectoral de 2019--, intentó suicidarse a mediados de agosto, en pleno deterioro de su estado de salud, según denunció su círculo.
(Con información de Europa Press)
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