Los familiares de cuatro dirigentes opositoras arrestadas en el marco de las elecciones generales de noviembre próximo en Nicaragua afirmaron este jueves haber recibido la “prueba de vida” que exigían al régimen de Daniel Ortega, tras casi tres meses de no saber del paradero de sus parientes.
“Fue una pequeña dosis de felicidad poder verlas, tener una prueba de vida, aunque esta es una acción tardía del Gobierno”, dijeron a la agencia EFE los familiares de la ex guerrillera sandinista disidente Dora María Téllez y de las dirigentes opositoras Tamara Dávila y Ana Margarita Vigil, presas desde inicios de junio pasado.
Julio Sandino, hijo de la dirigente opositora Violeta Granera, afirmó que en su familia están “felices” de saber de ella, pero que “esto no es un regalo, la Ley obligaba el régimen (Gobierno de Daniel Ortega) a presentar a los secuestrados, que ahora sabemos son presos políticos”.
Al igual que otros 31 detenidos en la ola de arrestos contra líderes opositores y profesionales independientes que se inició el 28 de mayo pasado, Téllez, Dávila, Vijil y Granera eran consideradas “secuestradas y desaparecidas” por sus familiares.
Tras 80 días sin verlas, los familiares afirmaron que las encontraron “muy flacas”, “muy pálidas” por falta de exposición al sol, y perturbadas porque las mantienen aisladas, con la luz de las celdas encendidas permanentemente, a bajas temperaturas, sin derechos a libros y expuestas a interrogatorios constantes.
Ninguna de las mujeres tiene acceso a hablar con alguien más que con sus interrogadores, en el caso de Téllez y Vijil dos veces cada día, según los relatos.
Para Granera, dirigente de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, el encuentro familiar fue tan inesperado que al inicio no reconoció a quien la visitaba. “Pensaba que era del interrogatorio”, aseguró su hijo.
Al inicio de cada visita, se les permitió abrazar a sus visitantes frente a las cámaras, indicaron los familiares.
Los familiares de Dávila, quien también es dirigente de la Unidad Nacional, se mostraron preocupados porque, según conocieron, se encuentra en una celda totalmente aislada, salvo por una ventana por donde sólo ve el cielo y donde “un pajarito es su único vínculo con el exterior”, según su familia.
Vijil, quien sufre anemia crónica, hacía ejercicios dentro del calabozo, pero con el tiempo ha perdido esa capacidad porque la alimentación, si bien constante, no es la adecuada, lo que se suma al hecho de que su cuerpo no soporta la baja temperatura del lugar y la preocupación por el cáncer que padece su mamá, relataron sus familiares.
Sandino dijo que su mamá se protege del frío usando su colchón como sábana.
En el caso de Téllez, la ex guerrillera de 65 años se quejó de la mala calidad de la comida, se refirió a las “preguntas recurrentes” en los interrogatorios, y confirmó que las audiencias judiciales son celebradas a puertas cerradas, sin defensa ni oportunidad de tomar la palabra, indicaron.
“Dora dijo que en esas audiencias, después de varios intentos fallidos, finalmente pudo hablar, y su elocuencia para desmontar todas las acusaciones los dejo mudos”, contaron sus familiares.
El Ministerio Publico informó el miércoles que “concluyeron las visitas de los familiares a las personas detenidas” y sostuvo que “ha respetado en todo momento los derechos constitucionales de las personas acusadas, investigadas y entrevistadas”.
La Fiscalía ha acusado a 31 dirigentes políticos y profesionales independientes en los últimos diez días por los presuntos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional o lavado de dinero.
Entre los acusados se encuentran Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora y Medardo Mairena, que antes de ser arrestados entre junio y julio pasados habían anunciado sus intenciones de aspirar a la Presidencia en los comicios de noviembre próximo, en los que Ortega busca una nueva reelección.
(Con información de EFE)
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