Un estudio realizado por el Programa de Riesgo Sísmico de la Universidad de Chile ha encontrado que Valparaíso en Chile y Lima en Perú podrían sufrir tsunamis con olas que alcancen los 25 metros. La investigación propone diez escenarios sísmicos para varios países de Sudamérica incluyendo a Ecuador y Colombia. Países como Ecuador ya evalúan y analizan los resultados de este informe para poder prevenir cualquier catástrofe de esta naturaleza.
El estudio fue publicado en la revista Pure and Applied Geophysics indica que se efectuaron 200 simulaciones en cada zona estudiada para elaborar los diez escenarios sísmicos. Además, se basaron en la historia sísmica de cada región, acoplamiento sísmico-geodésico, relaciones generales de escala, entre otros, para determinar 17 zonas costeras sudamericanas que se verían afectadas. Los investigadores advierten que “el peligro de tsunami sigue siendo alto a lo largo de la costa de América del Sur, incluso en áreas donde se han producido recientemente grandes terremotos”.
De acuerdo a la investigación, de existir un terremoto de magnitud 8,6 en Ecuador, se calcula que podría existir un tsunami cuyas olas alcancen una altura máxima de 25 metros. En el Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador (Inocar) ya hay una investigadora que analiza los resultados del estudio chileno.
La investigadora Patricia Arreaga Vargas, oceanógrafa del Centro Regional de Información de Tsunami (CRIT) del Inocar, en declaraciones para diario Expreso, indicó que las proyecciones del Inocar no coinciden con la investigación del Programa de Riesgo Sísmico de la Universidad de Chile. Sin embargo, Arreaga Vargas ha mencionado que “no por eso debemos desconocer su valía, sirve como insumo para ahondar en nuevas investigaciones”. A pesar de ello, la investigadora no ha descartado que, bajo determinados factores, se puedan producir olas que alcancen los 25 metros. “Son posibles según las circunstancias del momento, mareas altas, distancia de evento sísmico, condiciones de las costas”, dijo Arreaga a Expreso.
El Ecuador está en la zona del Pacífico catalogada como de “alta peligrosidad sísmica” por la convergencia de las placas de Nazca y Sudamérica. De acuerdo con lo publicado en el libro Breves Fundamentos sobre los Terremotos en el Ecuador, producido por el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, el promedio de sismos destructivos anual del Ecuador es de 0,08. No obstante, se calcula que la recurrencia de terremotos de gran magnitud es de aproximadamente 12 años.
El trabajo consideró 8 brechas sísmicas, conocidas también como lagunas sísmicas, en Sudamérica. Estas son zonas donde pueden ocurrir grandes terremotos porque su historia sísmica muestra que en el pasado los hubo, aunque no hayan vuelto a ocurrir en mucho tiempo.
Gap es un concepto utilizado por la sismología, desde los años ‘80, para conocer cuál era el peligro sísmico en cada lugar. Esta información es indispensable para la planificación de las ciudades y la ocupación del territorio. El concepto tiene como base la idea de que existen lugares en el mundo en el que pueden repetirse terremotos grandes.
Las zonas estudiadas están ubicadas en Colombia, Ecuador-Colombia, norte, centro y sur de Perú, norte y centro de Chile. El equipo a cargo de la investigación estuvo integrado por Miguel Medina, Sebastián Riquelme, Mauricio Fuentes y Jaime Campos.
Los autores del estudio han advertido que los resultados son muy cercanos a la realidad, y han tomado como referencia el terremoto de Japón de 2011, que provocó un tsunami posterior cuyas olas llegaron a superar los 40 metros de altura.
En Chile los resultados indican que podrían producirse tsunamis con olas de hasta 33 metros de alto en Valparaíso. También los puertos de Arica e Iquique podrían verse afectados con alturas de tsunami por sobre 30 metros.
En cambio, si en Lima, Perú ocurriese un tsunami, las olas de este oscilarían entre los 25 y 40 metros de altura. Según las proyecciones del estudio, este sería el país más afectado por un evento de estas características.
Las simulaciones indican que en el caso de Colombia, frente a un posible terremoto de 8,7 se calcula una altura máxima de ola de 20 metros.
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