Las autoridades del gobierno uruguayo se reunieron para definir la normativa que regirá durante la primera fase de reapertura de fronteras. Con ese fin, se encontraron en la Torre Ejecutiva los ministros del Interior, de Defensa y de Salud. Los acompañaron miembros representantes del Ejército, de Aduanas y Migraciones.
Según informó el diario El País, el presidente Luis Lacalle Pou no participó de la reunión y el decreto correspondiente ya se encuentra listo, solo le falta ser firmado. Se trabajó en temas que van desde la integración de extranjeros con propiedades en Uruguay hasta las formas de controlar constancias de vacuna y tests PCR.
El presidente Lacalle Pou ya había adelantado en rueda de prensa el 9 de agosto que existe la posibilidad de que se inocule a menores de edad extranjeros, entre 12 y 18 años, que quieran ingresar al país. En un principio, la vacunación no sería onerosa para los extranjeros porque Uruguay adquirió una cantidad importante de dosis de vacunas Pfizer.
Consultado en aquella conferencia de prensa sobre qué vacunas se tomarían como válidas a la hora del ingreso de extranjeros, Lacalle Pou aclaró que, para los argentinos, se aceptarán las dos dosis de Sputnik.
La primera fase de apertura gradual comienza el primero de setiembre mientras que el primero de noviembre se habilitará, incluso, una apertura más flexible de fronteras. Para ese entonces, si la población uruguaya se continúa vacunando, habrá una inmunización superior al 75% y se habrá aplicado casi el total de la tercera dosis de refuerzo.
Las autoridades establecieron que solamente podrán ingresar al país quienes estén inmunizados (dos dosis más catorce días posteriores) o que hayan cursado la enfermedad. En la primera fase de reapertura, podrán entrar a Uruguay los extranjeros que sean propietarios de inmuebles en el país. Estos deberán estar inmunizados y presentar un test PCR negativo a su ingreso.
Estará permitido el ingreso al país con cónyuges, concubinos e hijos. Como no en todos los países se vacuna a los menores de edad, si estos no están inmunizdos se solicitará que se realice una cuarentena familiar.
Previo a la reunión en Torre Ejecutiva, el ministro de Defensa, Javier García, había declarado en rueda de prensa que “el desafío es tener una apertura muy controlada en el sentido de la seguridad”, además de lograr el cumplimiento de los protocolos.
Según el ministro, la meta del gobierno uruguayo es la “apertura con controles y pasos firmes”. Para eso se integró en el trabajo a las direcciones de Migraciones, Aduanas y las Fuerzas Armadas. Todos ellos son los encargados del control de fronteras en diferentes partes del país.
La inmunidad de rebaño
En Uruguay, el martes pasado se alcanzó el 70% de la población vacunada. Eso equivale a 2.480.237 personas inoculadas, según el Monitor de Datos de Vacunación del Ministerio de Salud Pública.
Para lograr la inmunidad de rebaño de forma segura, una parte importante de la población de un país debe estar vacunada contra el covid-19 limitando el esparcimiento de contagios. La Organización Mundial de la Salud, en 2020, fijó como porcentaje mínimo de personas vacunadas para alcanzar la inmunidad el 70%.
A pesar de que parte de la comunidad científica no esté de acuerdo con esa cifra, las autoridades sanitarias uruguayas advirtieron que en tanto se consiguiera esa cantidad de personas inmunizadas, se empezaría a volver a la “vieja normalidad” manteniendo los protocolos necesarios.
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