Una fractura total se está viviendo en la izquierda chilena tras la inscripción de cinco candidaturas presidenciales de este sector, lo que abre la posibilidad de que la carta de la derecha nacional, Sebastián Sichel, avance fácilmente a la segunda vuelta.
La dispersión de la izquierda chilena se inició el sábado pasado cuando la senadora Yasna Provoste ganó la consulta ciudadana de la centro izquierda con el 62,2% de las preferencias, confirmando así su participación en la primera vuelta presidencial del 21 de noviembre.
De esta forma, Provoste y el candidato presidencial de izquierda Gabriel Boric se presentarán para competir contra Sebastián Sichel, candidato independiente de la derecha nacional y ungido por el propio Presidente de Chile, Sebastián Piñera, como la mejor opción para sucederlo en el poder.
“De Sichel lo que el país puede esperar es nada distinto a lo que hoy le ofrece el Gobierno de Sebastián Piñera, son lo mismo: con las mismas ideas, redactadas de otra forma tal vez, y hasta con el mismo nombre”, dijo Yasna Provoste al ganar la consulta ciudadana.
Sin embargo, el domingo 22 de agosto el ex parlamentario y cineasta franco-chileno Marco Enríquez-Ominami sorprendió al mundo político al anunciar su candidatura presidencial por el Partido Progresista (PRO). De esta forma se unía una tercera candidatura de izquierda a la carrera presidencial, dispersando aún más a este sector.
Marco Enríquez es un reconocido político y cineasta franco-chileno. Fue miembro del Partido Socialista (PS) entre 1990 y 2009, diputado entre el 2006 y el 2010 antes que renunciara a su militancia para formar el PRO, y ha competido cuatro veces por alcanzar La Moneda.
Frente a esta irrupción, Provoste consideró la postulación de Enríquez como “bien contradictoria con el proceso que estamos viviendo” y que “el camino propio lo único que genera es un subsidio inmerecido a la derecha en nuestro país. Yo creo en la unidad de la oposición”.
El lamento ante la decisión de Enríquez no solo fue de Provoste sino que esto también tuvo voces en el parlamento. Por ejemplo, el diputado Matías Walker dijo que “su aventura individual es absolutamente incompatible con este proyecto colectivo”. Mientras que el presidente del Partido Socialista (PS), Álvaro Elizalde, manifestó que “Marco Enríquez-Ominami le quita a todos un poquito. Desde el punto de vista electoral, su impacto está disperso”.
Para el analista político, Marco Moreno, la jugada de Enríquez es un “desesperado intento de tener una mayor capacidad de negociación” en la plantilla parlamentaria.
“Lo que está buscando Enríquez es un mejor pie de negociación, diciendo la posibilidad de que yo inscriba mi candidatura solo podría verse condicionada si tengo una mejor lista parlamentaria donde pueda inscribir a mis candidatos del PRO”, dijo Moreno al programa El Mostrador en La Clave.
Sin embargo, la inscripción de Enríquez a último momento solo sería la punta del iceberg de la dispersión de la izquierda chilena porque aún faltaba tiempo para mayores sorpresas.
Dos candidatos más a la izquierda
Este lunes era la última jornada para que se escribieran las candidaturas presidenciales ante el Servicio Electoral de Chile (Servel) para competir en la primera vuelta del 21 de noviembre próximo.
Y antes que se acabara este último plazo el candidato de izquierda Eduardo Artés confirmó su inscripción para competir en las elecciones de noviembre, sumergiendo aún más a la oposición nacional en su fragmentación. Artés es un ex profesor, político chileno y secretario del Partido Comunista Chile (Acción Proletaria) además de ser presidente del Partido Unión Patriótica. Esta sería la segunda aventura presidencial de Artés ya que el 2017 obtuvo el 0,51% de las preferencias.
“Acá está la izquierda verdadera, la izquierda que siempre ha estado en la calle, señalando que la lucha de Allende, la lucha de Recabarren, de los trabajadores y trabajadoras no ha sido en vano”, dijo Artés al inscribir su candidatura.
Ya casi al final de la jornada de este lunes cuando todo parecía zanjado hizo irrupción un quinto candidato de izquierda a escena: el profesor de origen mapuche, Diego Ancalao anunció al país la inscripción de su carrera presidencial representando al bloque de la Lista del Pueblo (LDP).
Diego Ancalao es un conocido profesor, académico e intelectual mapuche de larga trascendencia. Desde abril que el candidato estaba recolectando las 35 mil firmas necesarias para inscribir su candidatura ante las autoridades.
“Esta candidatura busca representar a los del Chile Profundo, olvidado y excluido, que nunca han tenido la posibilidad de hablar por sí mismo, porque siempre han sido interpretado por partidos políticos, que hablan en nombre del pobre y el pueblo, pero no quieren que el pobre y el pueblo entre al debate presidencial”, dijo Ancalao al inscribir su candidatura al Servel.
De esta manera la izquierda chilena se sitúa en un escenario inédito con cinco opciones para las elecciones de noviembre próximo, y abriendo la eventual posibilidad que la derecha vote en conjunto para que Sichel avance a la segunda vuelta de diciembre.
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