El presidente de Perú, Pedro Castillo, evalúa realizar nuevos cambios en su gobierno tras la renuncia la semana pasada del canciller, Héctor Béjar. La información fue confirmada por el congresista Edgar Tello, cercano al mandatario, al diario La República. El jefe de Estado tiene 48 horas para dar a conocer los relevos, que deberán recibir el voto de confianza.
El periódico citado, según fuentes consultadas, publicó que son cuatro los cambios que se evalúan realizar en el gabinete. Entre las modificaciones, están las de los ministros Walter Ayala, de Defensa; Íber Maraví, de Trabajo; y Juan Francisco Silva, de Transportes. El cuarto sería el primer ministro, Guido Bellido.
El que está al tanto de todos estos cambios que se avecinan es Vladimir Cerrón, el líder fundador de la agrupación Perú Libre. Según da cuenta La República, sus mensajes en Twitter en las últimas horas reflejan una expresión de protesta contra lo que él considera “una humalización” del gobierno.
En uno de los mensajes en la red social, expresó: “Defraudar las expectativas del pueblo sería hacer de este gobierno un segundo humalismo, continuando políticas neoliberales o incorporando a un ex ministro de Justicia que ha empezado un sabotaje al premier anhelando ese puesto y dispuesto a conciliar lo que sea”. Cuando habla de “humalismo” se refiere a la administración del ex mandatario Ollanta Humala.
Además, convocó a una movilización para el jueves para respaldar al gabinete de su correligionario Bellido. Castillo no se refirió al hecho.
En otro mensaje, Cerrón expresó: “Jorge Del Castillo lidera protestas contra el Presidente Castillo, pero su hijo Miguel Del Castillo está íntimamente ligado a Palacio. ‘Juega en pared’, término muy usado en Lima. Secreto a voces”.
Antes, había manifestado: “Portada de hoy sigue con el mito que tengo gran influencia sobre el Gobierno. Ahora han añadido que soy un peligro para la gobernabilidad. Pero, ¿quiénes sostienen eso? Los que siguen en la tarea de secuestrar al presidente para mantener sus privilegios económicos”.
El medio citado dijo que desde el palacio de gobierno nadie rechazó la versión de que se evalúan cambios en el gabinete. El jefe de Estado había dicho la semana pasada que habrá sorpresas en materia económica. Ahora todo indica que también será a nivel político.
Keiko Fujimori reconoció a Castillo como presidente
La ex candidata presidencial Keiko Fujimori reconoció este lunes a Pedro Castillo como presidente de Perú, luego de considerar “ilegítima” la proclamación del mandatario.
“Reconozco al señor Pedro Castillo como presidente de la República de nuestro país. Espero que él escuche el sentir de las grandes mayorías y que haga un buen mandato en los próximos cinco años”, declaró Fujimori en una entrevista con la emisora RPP.
La ex candidata, hija y heredera política del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), aseguró, además, que en su condición de lideresa de Fuerza Popular, el partido de la oposición con más fuerza en el Congreso, está dispuesta a reunirse con Castillo, quien asumió la Presidencia peruana el pasado 28 de julio.
“Yo no me niego a esta posibilidad. Cada vez que un presidente de la República me ha solicitado conversar, siempre he asistido”, aseveró.
Estas declaraciones de Fujimori llegan más de un mes después de que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) proclamara al profesor izquierdista presidente electo de Perú al refrendar los resultados de la votación del pasado 6 de junio, donde Castillo obtuvo el 50,12 % de los votos válidos, un estrecho triunfo por apenas 44.263 votos de ventaja sobre Fujimori.
Horas antes de que el máximo órgano electoral peruano oficializara los resultados del ballotage presidencial, el 19 de julio, la lideresa de Fuerza Popular anticipó en un pronunciamiento público, donde no admitió preguntas, que los aceptaría “porque es lo que manda la ley y la Constitución”.
Remarcó, sin embargo que la proclamación era, en su opinión, “ilegítima” por considerar que hubo un “fraude sistemático” en los comicios, algo que la ex candidata venía denunciando desde el día posterior a la elección, cuando veía irreversible su tercera derrota consecutiva en unas presidenciales.
De hecho, el anuncio oficial del vencedor de la contienda se dilató durante casi un mes y medio por la batería de recursos e impugnaciones legales del fujimorismo y sus aliados para tratar de anular unos 200.000 votos de zonas donde su rival en las urnas obtuvo un apoyo abrumador.
Todas estas reclamaciones fueron rechazadas en primera instancia por los Jurados Electorales Especiales (JEE) y luego pasaron al JNE, que en última instancia declaró las apelaciones improcedentes.
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