Durante este jueves se desarrolló en Chile una importante reconstrucción de escena sobre la desaparición de la joven Mariana Sepúlveda, a quien se le perdió el rastro hace 13 años en los alrededores de su hogar.
La joven Sepúlveda, entonces de 19 años, fue vista por última vez el 28 de agosto de 2008 cuando salió de su hogar, ubicado en la comuna de Conchalí en Santiago de Chile, durante las primeras horas de esa mañana para ir al colegio.
Esta importante reconstrucción de escena se desarrolló por el Personal del Laboratorio de Criminalística (Labocar) y el Departamento de Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos (SEBV) de Carabineros se desplegaron en el pasaje donde fue vista por última vez la menor, realizando las indagatorias sobre los eventuales trayectos que realizó.
Los familiares de Mariana también estuvieron presentes en la reconstrucción de escena y uno de ellos manifestó que es “difícil estar acá después de 13 años, pero tenemos el apoyo y esperanzas de que después de esto puedan salir cosas concretas”.
Aunque el caso fue investigado después de la desaparición de Mariana, la causa fue interrumpida durante un año y medio hasta que la familia se reunió con el fiscal Xavier Armendáriz, de la Fiscalía Centro Norte. Tras realizar esta gestión se decidió reabrir la carpeta y continuar con las indagaciones.
Frente a esta nueva etapa investigativa, el fiscal Marcelo Cabrera sostuvo que “seguimos con las diligencias. Estamos haciendo una reconfiguración de cómo fueron los hechos (…) en ese entendido estamos tratando de fijar gráfica y visual, los antecedentes”.
Qué pasó con Mariana Sepúlveda
Mariana fue vista por última vez cuando dejó su hogar en el pasaje Logroño para dirigirse al colegio Pitágoras ubicado en la comuna de Independencia, en Santiago de Chile. Según testigos, durante la mañana de su extravío ella vestía su uniforme y cargaba una mochila con sus cuadernos.
Según lo que ha dado a conocer la familia, la joven tenía que pasar a buscar a una conocida. Sin embargo, eso nunca ocurrió.
Era una joven “tranquila, alegre y responsable”, según su familia, y había sido elegida por segundo año consecutivo como presidenta del centro de alumnos de su colegio.
La hipótesis del secuestro fue la primera que surgió. Así lo dejó en claro su padre durante aquel 2008, quien no entendía por qué motivo podría haber ocurrido esto, ya que su familia es humilde. “Quiero que mi hija vuelva a la casa, si alguien la tiene, que la devuelva, con nosotros no va a lograr nada, no va a conseguir nada”, sostuvo horas después de la desaparición de la joven.
Acusan falta de interés e investigación fallida
El 2020, en medio de una diligencia policial en el hogar del principal sospechoso de este caso, Eduardo Araya Díaz, un sujeto que tiempo después de la desaparición de la joven fue condenado por violación reiterada en contra de su nieta, la familia de Mariana acusó que “las cosas no son tan serias como se dicen”, criticando el trabajo de los entes persecutores que debían investigar el extravío de Mariana.
“No hay mucho interés en el tema, otra cosa no se puede decir”, comentó Marta León, la madre, quien agregó que “la historia se repetirá si las cosas no se hacen bien”.
Los antecedentes que reactivaron esta causa el 2020 descansaban hace años en el expediente de este caso, pero que por alguna razón no habían sido considerados.
“Mariana no le importó a nadie, no hicieron los trabajos como correspondían, las pericias fueron malas”, disparó Aliante, quien también sostuvo que “recabamos mas antecedentes, se los proporcionamos al fiscal porque era eso lo que él quería y aun así estaba reacio a hacerlo, no se entiende que no tenga la deferencia de decirle lo que está pasando a la familia y que se tengan que enterar por externos a la investigación y no por él”.
Las últimas indagaciones realizadas en estos días en los alrededores del hogar de Mariana ayudarán a seguir avanzando en esta investigación, con la esperanza de que la causa se cierre tras 13 largos años.
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