Cada vez es más notoria la crisis que atraviesa Cuba por la escasez de alimentos y medicinas. Situación que condujo a un estallido social el pasado 11 de julio, cuando se desataron masivas protestas contra la dictadura castrista. En este contexto, en las últimas horas generaron indignación unas imágenes difundidas por el propio régimen, en las que hace alarde de un humillante premio a un joven boxeador.
El pasado 8 de agosto el pugilista Ronnis Álvarez, una de las grandes promesas de ese deporte en la isla, fue sorprendido por funcionarios de su municipio Chambas (Ciego de Ávila) con un “premio” por su medalla de oro en un pre-panamericano juvenil celebrado en Guadalajara, México.
El premio que la dictadura le envió a Álvarez fue un combo de comida y productos de higiene: malangas, yucas, dos paquetes de salchichas, un cartón de huevos, dos botellas de aceite, una torta, detergente, desodorante, calabaza y plátano macho, entre otros bienes básicos que escasean desde hace tiempo en la isla.
Las imágenes del momento fueron compartidas en redes sociales por Raúl Javier Morales Pérez, director del Combinado Deportivo de Chambas. “Hasta la comunidad Las Palmas llegó la Comisión de Atención Atletas del Combinado Deportivo #2 Enrique Varona, del municipio de Chambas, para darle el merecido recibimiento al atleta de boxeo Ronnis Álvarez, medallista de oro en el clasificatorio panamericano juvenil desarrollado en Guadalajara, México. Felicidades campeón”, escribió en su perfil de Facebook.
En las fotos se puede ver a Álvarez con la medalla colgando, acompañado de su familia y los dirigentes locales. Las mismas provocaron un aluvión de críticas e indignación en las redes sociales.
“¡Qué vergüenza! Miren el ‘premio’ que la dictadura le da al boxeador Ronny Álvarez, ganador de una medalla de oro en México. Y todavía lo publican como si se tratara de productos de gran valor”, indicó el periodista Mario J. Pentón.
“¡Qué denigrante!”; “Sin palabras. Cuba”, fueron algunas de las reacciones, mientras otro usuario afirmó que “ya es un hábito hacer apología de la miseria”.
Pese a la persecución y censura del régimen, residentes de la isla también se animaron a condenar con dureza las imágenes divulgadas por la dictadura. “¡Qué vergüenza, dolor y humillación siento de vivir en este país. Lo peor es que no puedo huir de aquí, sí, huir! Estoy aterrada de estar aquí”, lamentó un usuario, según indica el portal Ciber Cuba.
Sin embargo, no es la primera vez que el régimen premia a sus deportistas de esta manera. A mediados del año pasado, el equipo de béisbol de Matanzas fue recompensado por haber ganado la última Serie Nacional con diferentes artículos para el hogar como refrigeradores, televisores, colchones y hornillas eléctricas, según reconoció en ese entonces el propio manager del equipo, Armando Ferrer.
Aunque en su momento algunos consideraron significativa tal “recompensa”, no pocos reiteraron la escasa motivación de los deportistas cubanos, lo que a la postre acaba trayendo como consecuencia la tentación de abandonar el país.
Con el mar de emociones más tranquilo y sin nuevas manifestaciones en Cuba por la fuerte presencia de las fuerzas de seguridad de la dictadura, las autoridades transitaron el primer mes de unas inusuales protestas con algunas medidas económicas con las cuales se busca calmar los ánimos, aunque ninguna de las decisiones sugiere una reforma política.
Entre algunas de las disposiciones, el Ministerio de Comercio Interior anunció la venta de varias libras extras de arroz para cada persona y la entrega inmediata de paquetes con donaciones internacionales de productos como aceite, frijoles o harina. No obstante, la población asegura que ni siquiera con esa ración adicional alcanza para cubrir todo el mes.
“Aunque las protestas fueron manifestaciones acéfalas, resultado del hartazgo, sin una propuesta alternativa al gobierno existente, la realidad es que ocurrieron con un componente popular, e incluyendo demandas y molestias cuya raíz es interna”, explicó a la agencia AP el economista y analista Arturo Lopez-Levy, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Holy Names en California. “Marcan un antes y un después por la magnitud que tuvieron”.
Miles se lanzaron a las calles el domingo 11 y en menor medida el lunes 12 de julio en medio de la grave crisis sanitaria por la pandemia, y la gran escasez de alimentos y medicinas, que provocan largas colas en los mercados. Durante las protestas, que fueron brutalmente reprimidas por la dictadura, también hubo demandas más políticas, como exhortaciones a una mayor “libertad” o cambios de gobierno. En los días sucesivos se juzgó a 62 personas por delitos menores como desórdenes públicos, mientras que otras señaladas por atentado o daños esperan sus procesos.
Frente al estallido social, el régimen de Miguel Díaz-Canel llamó a sus simpatizantes a combatir a los “contrarrevolucionarios”, acusando a Estados Unidos y los líderes anticastristas de la Florida a ser los autores intelectuales o financieros de las manifestaciones.
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