El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, participó este martes en un inédito desfile militar frente a la Presidencia y el Congreso en Brasilia, en medio de un clima de tensiones institucionales por sus reiterados ataques al sistema electoral, un despliegue que fue visto por la oposición como un intento del líder ultraderechista por intimidar al Congreso durante una votación clave para el Gobierno.
Junto a los comandantes del Ejército, la Marina, la Aeronáutica y algunos ministros, el mandatario observó el convoy de vehículos militares desde lo alto de la rampa del Palacio de Planalto, con vista al Congreso y la corte suprema.
Formalmente, el acto fue organizado para que integrantes de las Fuerzas Armadas entregaran al mandatario la invitación a un ejercicio militar que ocurre anualmente desde 1988 a unos 80 kilómetros de la capital.
Pero fuera de cualquier fecha patria, el desfile de los blindados y otros vehículos militares por la región central de Brasilia, sede de los tres poderes, es apuntado por observadores como algo inédito desde la vuelta a la democracia en Brasil en 1985 y como un gesto de fuerza de Bolsonaro, cada vez más cercado por investigaciones judiciales y con su popularidad en declive.
Bolsonaro “usa el desfile de blindados como una tentativa de intimidar la corte suprema y el Congreso, para mostrar que las Fuerzas Armadas están a su lado y apoyan sus pedidos, inclusive los más controvertidos, como el regreso del voto impreso”, dijo a la agencia AFP Mauricio Santoro, profesor de Ciencia Política de la Universidad Estatal de Rio de Janeiro (UERJ).
La exhibición, que duró unos 10 minutos, coincide con el debate en el Congreso Nacional de una propuesta para modificar el sistema electrónico de votación, centro de las críticas del presidente.
Con esa “escena patética”, “Bolsonaro cree estar demostrando fuerza, pero en realidad está dejando en evidencia toda la debilidad de un presidente cercado por investigaciones de corrupción”, criticó el senador opositor Omar Aziz, presidente de la comisión investigadora que está develando las causas del fracaso del gobierno en la gestión de la pandemia del coronavirus (564.000 muertos, solo superado por Estados Unidos).
Otros senadores criticaron el evento militar, calificándolo como un intento de intimidar al Congreso.
Tanto Bolsonaro como la Marina, que organiza el ejercicio militar, niegan cualquier conexión entre el desfile y las discusiones legislativas. “Como ocurre desde 1988, nuestra Marina realiza ejercicios en Formosa (Goiás). Como la tropa viene de Rio de Janeiro, el paso por Brasilia es obligatorio. Recibiré el saludo y les desearé buena suerte en la misión”, había afirmado Bolsonaro la víspera en un mensaje dirigido a los miembros del poder judicial y del Congreso, el cual firmó como “jefe supremo de las Fuerzas Armadas”.
“Es inaceptable que las Fuerzas Armadas permitan que su imagen sea expuesta de esta manera, usada para sugerir el uso de fuerza en apoyo a la propuesta antidemocrática y de carácter golpista, defendida por el presidente de la República”, resaltaron hoy en un comunicado nueve partidos de izquierda y centroizquierda, entre ellos el Partido de los Trabajadores (PT) del ex presidente Lula da Silva.
Uso inédito de las Fuerzas Armadas
Bolsonaro intensificó las últimas semanas sus ataques contra la corte suprema y el Tribunal Superior Electoral (TSE), a cuyos jueces acusa de querer perjudicarlo en su búsqueda de la reelección, en 2022.
Bolsonaro asegura, sin pruebas, que hubo fraude en las dos últimas presidenciales y que él debía haber ganado en la primera ronda en 2018, alegaciones que no tienen fundamento según la justicia electoral y numerosos especialistas.
El presidente pide que las urnas electrónicas, el sistema vigente desde 1996, impriman un recibo de los votos, con el fin de que puedan contarse físicamente.
Los reiterados cuestionamientos de Bolsonaro a la legitimidad de las elecciones llevaron a la justicia electoral y a la corte suprema a abrir sendas investigaciones en su contra.
En medio de las crecientes críticas, la Marina resaltó en un comunicado que el desfile fue planeado antes de la votación en el pleno de la Cámara, prevista para este martes, y que por ello no existe “relación” entre ambos acontecimientos.
Durante el desfile, decenas de partidarios del gobierno se concentraron frente a la Presidencia, algunos portando pancartas pidiendo una intervención militar para “salvar a Brasil”.
Los militares detuvieron a algunos manifestantes que intentaban bloquear el desfile.
(Con información de AFP y EFE)
Seguir leyendo: