Alexander von Humboldt fue un naturalista, geógrafo-humanista y explorador berlinés, nacido en el último tercio del s. XVIII, en 1769. A los 20 años visitó por primera vez el continente americano. Allí conoció Caracas, Bogotá, Quito, México, Washington y Filadelfia, antes de regresar al entonces Reino de Prusia, su país natal. Pero en 1802, trece años después, regresó para ascender algunas cumbres andinas de la entonces Real Audiencia de Quito y actual Ecuador, como el Chimborazo, el Cayambe, el Antisana y el Cotopaxi.
En la actual reserva natural y parque nacional Antisana, Alexander von Humboldt se alojó en la casa rústica que construyó para utilizar de albergue en su tránsito por las cumbres andinas del Ecuador. Allí se reunieron, el 8 de agosto, delegados de los gobiernos de Ecuador y Alemania para acordar la reconstrucción del lugar. El embajador de Alemania en Ecuador, Phillip Schauer aseguró, como recoge EFE, que von Humboldt “se enamoró de esta tierra y la defendió. Fue uno de los primeros que nos hizo pensar en la naturaleza y en cómo la minería, por ejemplo, la ponían en peligro”.
La casa de von Humboldt en las faldas del Antisana será reconstruida manteniendo su esencia histórica, materiales de construcción y armonía con la naturaleza. La edificación servirá para alojar a científicos que continúen el trabajo de exploración del naturalista berlinés. Además, se creará un museo para que los visitantes puedan reencontrarse con las ideas del científico alemán en su hábitat. Las faldas del estrato volcán es hogar de cóndores andinos y osos de anteojos, que son especies en peligro de extinción.
En las faldas del estratovolcán Antisana, a 3.900 metros sobre el nivel del mar (msnm), von Humboldt construyó una casa rústica como lugar de descanso, abastecimiento y observación.
En su libro Vistas de las cordilleras y monumentos de los pueblos indígenas de América, publicado en 1810 en francés y traducido a una veintena de lenguas distintas, von Humboldt se refiere al Antisana como un volcán de “nieves perpetuas”. En sus palabras, para arrancar con la Lámina 17 del texto, el científico cuenta que “las altas planicies que se prolongan sobre el dorso de las cordilleras, desde el ecuador hasta aproximadamente los 3 grados de latitud sur, conducen a una masa de montañas de entre 4.500 y 4.800 metros de altura y que, como enorme dique, une la cresta oriental con la cresta occidental de los Andes de Quito”. Agrega que en ese tramo del recorrido se vieron “obligados a atravesarlo para ir de Riobamba a Cuenca y a los bellos bosques de Loja, celebres por su abundancia de quinina”, refiriendo al alcaloide natural y cristalino, con propiedades analgésicas producido por algunas especies del género Cinchona. “En la mitad de este paso a una latitud de 4.000 metros, se atraviesa una llanura (y este hecho notable que arroja alguna luz sobre la formación de mesetas elevadas) se encuentra casi al nivel al nivel de las sabanas que rodean que rodean el volcán Antisana”.
La descrita es la ruta que el naturalista berlinés transitó mientras mantuvo su estudio de los andes ecuatorianos. El artista Julius Schrader retrató a von Humboldt en 1859, a los pies del Chimborazo, poco antes de su fallecimiento. En la imagen se nota a un hombre ligeramente encorvado, con gesto complacido y actitud serena. En sus manos sostiene la libreta en la que lleva sus apuntes y el lápiz para escribir. Junto al retratado hay un elegante sombrero de copa que hace juego con su traje negro de solapas, camisa blanca y corbatín del mismo color. El sombrero muestra el fondo, sugiriendo que el investigador ofrece toda su información personal y científica a la opinión pública, y que no se guarda nada para sí mismo. Detrás se mira despejado el volcán Chimborazo, el más alto del Ecuador, a 3.610 msnm.
La reserva natural y parque nacional Antisana se encuentra a 54 kilómetros, en la provincia oriental de Napo, al suroeste de Quito, la capital del Ecuador.
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