La inflación mantuvo su tendencia alcista en Brasil tras escalar un 0,96 % en julio, el mayor nivel para ese mes desde 2002, y que elevó la tasa interanual hasta el 8,99%, informó este martes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La inflación de julio, por encima del 0,53% de junio pasado y la más elevada para el mes en 19 años, fue impulsada por el aumento de los precios de la energía eléctrica, que subió un 7,88% en medio de la grave crisis hídrica y energética que atraviesa el país sudamericano.
Igualmente influyeron en la aceleración del indicador en julio la subida de los valores de los billetes aéreos (+35,22%) y de los combustibles, sobre todo la gasolina (+1,55%).
El resultado de julio supone una rápida escalada con respecto al mismo mes de 2020, cuando se situó en un 0,36%. En lo que va de año, la inflación ya acumula un avance del 4,76%.
Asimismo, alcanzó el mayor resultado interanual (8,99%) del año y se sitúa cada vez más lejos de la meta de inflación fijada por el Gobierno para este 2021, que es de 3,75% con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales para arriba o para abajo, por lo que el techo máximo establecido sería del 5,25%.
De continuar esa tendencia alcista, que empezó a mediados del año pasado pero viene acelerándose desde marzo, la inflación en Brasil cerrará 2021 por encima del 4,52% de 2020, que entonces fue la más elevada desde 2016.
En medio de la fuerte presión inflacionaria en el país, el Banco Central elevó la pasada semana la tasa básica de interés hasta el 5,25% anual, en lo que supuso la cuarta alza consecutiva de los tipos.
Brasil cerró 2020 con una contracción económica del 4,1%, el peor resultado anual desde 1996. Para este año, las proyecciones del mercado prevén un PIB del 5,30%, con una elevada inflación del 6,88%.
(Con información de EFE)
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