El Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua publicó este domingo el padrón de votantes para las cuestionadas elecciones generales de noviembre próximo, en las que el dictador del país, Daniel Ortega, buscará su quinto mandato y cuarto de forma consecutiva, sin la participación de la principal alianza opositora, y con siete aspirantes presidenciales detenidos.
En un mensaje en Twitter, el ente electoral informó que colocó copias del padrón electoral en los centros de votaciones en donde los nicaragüenses mayores de 16 años, la edad mínima para ejercer el sufragio, acudieron hace 15 días a una jornada de verificación ciudadana.
Más de 2,82 millones de nicaragüenses acudieron a los 3.106 centros de votación para verificar si estaban aptos para ejercer su derecho al sufragio o habilitar su derecho al voto, de un total de 4,34 millones posibles, según el CSE, controlado por partidarios de Ortega.
La publicación del padrón ocurrió después que la ONG Urnas Abiertas denunció graves irregularidades en el padrón de cara a los comicios de noviembre, entre ellas “distancias excesivas en los nuevos Centros de Votación, trabajadores del Estado coaccionados, violencia política, ausencia de protocolos adecuados para la prevención de la covid-19, uso de recursos públicos y proselitismo político en el Centros de Votación, y personas fallecidas en el padrón. Por eso, según el organismo, en Nicaragua no hay condiciones para la celebración de unos comicios libres y transparentes.
Eliminó al principal bloque opositor
El viernes pasado, el tribunal electoral resolvió cancelar la personalidad jurídica al partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), que encabezaba, junto a un partido indígena y una organización civil, la principal alianza electoral opositora, con lo que quedó por fuera del proceso de elecciones.
Esa decisión fue criticada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), que avisó que eliminar partidos políticos “no están en línea con los estándares de derechos humanos y resultan incompatibles con elecciones libres y justas”.
Estados Unidos también criticó esa decisión, que calificó de “antidemocrática y autoritaria del régimen” y “como el golpe final contra las perspectivas de que Nicaragua celebre unas elecciones libres y justas este año”.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, tachó de “maniobra autocrática” la medida y señaló que pone de manifiesto “el deseo” del dictador Ortega, y de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, de permanecer en el poder “a toda costa”.
“Ese proceso electoral, incluidos sus eventuales resultados, ha perdido toda credibilidad”, puntualizó.
Siete aspirantes detenidos
En el actual proceso electoral las autoridades nicaragüenses han arrestado a más de una treintena de dirigentes opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales que están siendo investigados por supuesta “traición a la patria”.
El Consejo Electoral también ha cancelado la personalidad jurídica a tres partidos políticos, y el Parlamento, donde el oficialismo tiene mayoría absoluta, reformó la Ley Electoral, la cual estableció un mayor control en la estructura electoral a favor de los sandinistas.
Nicaragua, un país de 6,5 millones de habitantes, elegirá a su presidente, vicepresidente, 90 diputados nacionales y 20 diputados ante el Parlamento Centroamericano el 7 de noviembre próximo.
Ortega, un ex guerrillero sandinista próximo a cumplir 76 años, que retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y presidir por primera vez el país entre 1985 y 1990, ha acusado a los líderes opositores de intentar derrocarlo con el apoyo de Estados Unidos y los ha tildado de “criminales”.
(Con información de EFE)
SEGUIR LEYENDO: