La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense condenó el miércoles la detención de la candidata a la vicepresidencia Berenice Quezada y dijo que el mandatario nicaragüense y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, “tocaron un nuevo fondo”.
“Quezada dice que los nicaragüenses quieren cambios, palabras simples que la pareja dictatorial llama ‘terrorismo’. No es terror real, sólo miedo a elecciones libres y justas”, escribió la oficina en su cuenta de Twitter.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también condenó el arresto domiciliario de la candidata y pidió al régimen de Ortega garantizar “el pleno goce de los derechos civiles y políticos” de los nicaragüenses.
Según su agrupación, Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL), Quezada, fue notificada la noche del martes de las medidas por parte de autoridades judiciales y del Ministerio Público, acompañadas por la Policía.
El lunes, CxL inscribió a Quezada, una ex reina de belleza, como compañera de fórmula de Oscar Sobalvarro, empresario y ex combatiente, en medio de la ola de detenciones de candidatos de la oposición por parte de Ortega, quien buscará un cuarto mandato consecutivo en los comicios del 7 de noviembre.
La Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL) había asegurado la víspera que su postulante a vicepresidenta no tenía acceso a comunicación telefónica y tenía “restricción migratoria”, además de que estaba bajo custodia policial en su domicilio.
El Ministerio Público de Nicaragua informó este miércoles que Quezada fue acusada por “incitar al odio y la violencia”, cuando faltan tres meses para las elecciones generales.
“El día de ayer, se presentó acusación en contra de Berenice Xuyamy Quezada Herrera por realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia, acciones que encuadran en el tipo penal de provocación, proposición y conspiración para cometer actos terroristas. Ayer mismo se realizó la audiencia preliminar y la autoridad judicial admitió la acusación”, detalló el Ministerio Público, en un comunicado.
La oficina estatal agregó que en dicha audiencia “solicitó que el proceso sea llevado en libertad”.
Desde principio de junio, la Justicia de Nicaragua comenzó una cacería sobre dirigentes opositores. Ya fueron arrestados 32, muchos de ellos de noche, y sus casas allanadas sin orden judicial. Ocho de ellos tenían aspiraciones de competir en las elecciones de este 7 de noviembre. Los cargos del régimen en su contra insisten en conceptos difusos como “atentar contra la sociedad nicaragüense y los derechos del pueblo”.
Lo cierto es que tras 14 años consecutivos en el poder, un debilitado Daniel Ortega buscará un cuarto mandato consecutivo junto a su esposa, Rosario Murillo, y como las encuestas muestran que su popularidad está por el suelo, decidió amañar el proceso electoral con todo tipo de trampas, excluir a los observadores internacionales y por directamente arrestar y excluir de los comicios a cualquiera que puediese estorbarle el camino.
(Con información de Reuters y EFE)
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