Johao Black es un joven tiktoker de 22 años que cumple una condena en la cárcel de una zona montañosa y semitropical de alguna parte del Ecuador. Aunque no se tienen mayores datos del preso que se volvió tiktoker, por su nombre y por el lugar del que es oriundo, podría tratarse de Edison Joao, un joven de la misma edad que cumple una sentencia por violación.
Black, como se apellida en las redes sociales, tiene cuentas en Facebook, Instagram, Youtube y TikTok, las aplicaciones de mayor influencia en la opinión pública en el Ecuador, según un estudio reciente de Click Report. En sus redes sociales cuenta la historia de una víctima de lo que él llama una “sentencia injusta” que intenta vivir alegremente las actuales circunstancias de su encierro.
En Tiktok, Black tiene más de 82 mil seguidores a los que les cuenta su cotidianidad. En los breves videos de la aplicación aparece bromeando, bailando y contando sobre sus circunstancias. Entra en pocos detalles. No ha dicho el motivo de su encierro, el lugar en dónde se encuentra o más referencias personales como su nombre completo. Sin embargo, en un video de YouTube, subido en junio, anuncia que próximamente contará su historia.
Si Johao Black y Edison Joao son la misma persona, se trataría de alguien sentenciado por el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha a 29 años y cuatro meses por la violación de un niño de 10 años en el cantón Puerto Quito.
Puerto Quito es un cantón de la provincia de Pichincha ubicado a 160 kilómetros al noroeste de Quito, la capital del Ecuador. Es una pequeña población ubicada a 135 metros sobre el nivel del mar y habitada por aproximadamente 20 mil personas. Puerto Quito no tiene una cárcel. Sus sentenciados son trasladados a un Centro de Rehabilitación que se ajuste a la decisión del juez de la causa y, generalmente también, a la solicitud del reo.
En alguna de las piezas videográficas publicadas en TikTok que muestra los exteriores de la cárcel que aloja a Black se puede notar un entorno de frondosa vegetación tropical y un leve acordonamiento montañoso que, presumiblemente, se trate de la orografía de la provincia de Santo Domingo de los Tsachilas una vibrante provincia comercial del Ecuador, habitada por aproximadamente 460 mil personas. Ahí, en su capital provincial homónima, se instala el Centro de Rehabilitación Social de Santo Domingo, a 75 kilómetros de Puerto Quito, el lugar de origen de Edison Joao y de Johao Black.
Hay muchas dudas sobre las circunstancias de este peculiar influencer. En las cárceles está prohibido portar teléfonos móviles, acceder al internet y documentar en video sobre las instalaciones y las condiciones del encierro. Pero Johao Black graba sus videos libremente, en donde se muestra su filiación con los Tiguerones, una de las pandillas ecuatorianas que se involucran en los motines carcelarios que, en lo que va del año, ya han cobrado más de un centenar de vidas.
Tras el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña y líder de la banda delictiva Los Choneros existen cuatro organizaciones delictivas que buscan tomar el liderazgo que dejó el jefe de esta peligrosa banda criminal. En febrero de 2021, las bandas que desencadenaron los ataques que terminaron con la vida de 62 prisioneros en Guayaquil, Cuenca y Cotopaxi fueron Los Pipos, Los Lobos, Los Chone Killers y Los Tiguerones. Rasquiña consiguió una alianza con estas tres últimas bandas.
La identificación de Los Tiguerones es, generalmente, la cabeza de un tigre rugiendo. En abril de este año, la Policía Nacional del Ecuador capturó en Guayaquil a tres miembros de esta banda. En su poder se encontró un cartel que vincularía a todas las bandas bajo la alianza de Rasquiña con la agrupación mexicana “Nueva Generación”, dedicada al narcotráfico.
Varios usuarios han cuestionado cómo Johao Black tiene un celular y servicio de internet dentro de las cárceles, sin embargo, el caso de Johao no es único. Como parte de los operativos realizados luego de los últimos amotinamientos registrados en las cárceles de Ecuador, el 22 de julio, el nuevo director del Servicio Nacional de Atención Integral junto a la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas condujo un megaoperativo para requisar elementos prohibidos en las prisiones. Además de armas, se encontraron artefactos curiosos como celulares, alcohol artesanal y hasta un plasma.
En Ecuador la crisis carcelaria no se ha controlado. Uno de los motivos sería el hacinamiento, que asciende al 30%, y la falta de guardas penitenciarios.
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