Desde hace dos semanas un perro tiene extrañados a los funcionarios de un centro de salud pública en Chile, luego de que el animal se quedara a vivir en el lugar esperando a su dueño, quien falleció en el recinto asistencial.
En específico, la historia fue dada a conocer por los funcionarios del Centro de Salud Familiar (Cesfam) Padre Vicente Irarrázaval ubicado en la comuna de Estación Central, en Santiago, que se percataron de la presencia de un perro cuando ingresó un paciente al recinto, quien sería el dueño de esta mascota.
Tras el fallecimiento del dueño de la mascota en el Cesfam, los funcionario se percataron de que el pequeño perro huérfano seguía yendo al lugar, y que se escondía bajo una banca a la espera de que saliera su dueño fallecido.
Según el testimonio de María José Rivero a BioBioChile, el “Hachiko chileno” llegó hace dos semanas al lugar tras los pasos de su dueño. “Este perrito llegó hace dos semanas al Cesfam siguiendo a su dueño quien lamentablemente falleció. Desde ahí empezamos a ver que el perrito hacía rondas, aparecía, miraba si estaba su dueño y se iba. Andaba en las calles desorientado siempre buscándolo”, sostuvo la funcionaria.
Los funcionarios de salud aseguraron que el animal llegaba cada día al lugar, y de vez en cuando se quedaba un par de horas, o a veces toda la noche. Por esto mismo, es que decidieron acercarse a él y darle comida. Sin embargo, el animal no quería alimento, solo necesitaba que su dueño retornara a él.
“Es normal ver pacientes que lleguen con sus mascotas (…) Pero él nos llamó la atención, era diferente”, destacó Rivero, quien aún sigue impactada por la actitud del animal.
Según los funcionarios de salud, el martes pasado el “Hachiko chileno” fue agredido y no se sabe bien la causa. Algunos creen que fueron otros perros quienes lo violentaron, mientras que otros aseguraron que fue un vehículo quien lo golpeó durante esta semana.
Al verlo débil y con evidentes golpes en su cuerpo, el “Hachiko chileno” fue trasladado hasta una veterinaria con la ayuda de la Municipalidad de Estación Central.
“Le costaba moverse. Estamos viendo cómo responde porque le costaba mover sus patitas de atrás. Mañana será un día crucial para Hachiko, ahí sabremos si necesitará alguna necesidad especial”, manifestaron los funcionarios de la salud que vieron al animal en malas condiciones.
Los primeros exámenes de la veterinaria indicaron que las lesiones del “Hachiko chileno” serían serias, por lo que será siendo tratado y observado por los profesionales, mientras que se forma paralela, se le busca a una familia para que lo adopte.
¿Quién fue el verdadero Hachiko?
Hachiko fue un perro japonés de raza Akita quien se hizo conocido por esperar a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, en la estación de Shibuya, incluso después de la muerte de su dueño.
Según de dice, Hachiko nació en un granja en la ciudad de Ōdate, en la Prefectura de Akita. Alrededor de 1924, Hidesaburō lo descubrió y lo adoptó luego de que su hija insistiera que se lo debía quedar. Luego de que el hombre aceptara, se inició una relación entre él y Hachiko la cual ha sido replicada en prácticamente todo el mundo, y que incluso llegó hasta la pantalla grande con la película “Siempre a tu lado, Hachiko” con Richard Gere como protagonista.
El animal y su amo todos los días se dirigían hasta la estación, en donde Hidesaburō abordaba un tren que lo dirigía hasta su trabajo. Después el perro volvía a la estación a la hora en que el profesor retornaba a la estación. Esta rutina duró tiempo y forma una parte principal de la especial historia entre ambos.
Sin embargo, esta rutina continuaría sin sobresaltos hasta el 21 de mayo de 1925 cuando el profesor sufrió una hemorragia cerebral cuando impartía sus clases en la Universidad de Tokio. Tras la muerte de su amo durante esa jornada, Hachiko corrió hasta la estación y volvió a su casa muy tarde, sin la presencia de su amo.
De esta forma, después la muerte de Hidesaburō, Hachiko estuvo 9 años repitiendo diariamente sus visitas a la estación, esperando que su amo retornara a él, cosa que no sucedió jamás: el 8 de marzo de 1934, Hachikō fue encontrado muerto frente a la estación de Shibuya.
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