Uruguay anunció este sábado la llegada al país de las variantes Delta y Beta del COVID-19, luego de analizarse 86 muestras, en las que también se registró, por segunda vez, la entrada de variantes alfa y lambda.
Así lo dijo el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, en una conferencia en la que también participaron representantes del Grupo de Trabajo Interinstitucional (GTI), del Instituto Pasteur de Montevideo y la Universidad de la República.
En concreto, de las 86 muestras analizadas se detectaron 65 positivos de los que 26 corresponden a la variante Delta, 14 de Beta, 2 de Alfa, 1 de Lambda y las 22 restantes de la variante P-1, que actualmente es la que predomina en el país sudamericano.
“La Delta tuvo cuatro vías de ingreso desde cuatro países diferentes. La Beta sudafricana corresponde a embarcaciones de pesca y la de Alfa son dos casos que es un viajero y un camionero. Esto fue posible en virtud de hacer un seguimiento estricto de los viajeros y la secuenciación genómica de los pacientes”, enfatizó el ministro.
Asimismo, descartó que haya circulación comunitaria de estas nuevas variantes porque todos los casos se encuentran aislados y se hizo el rastreo. Solo uno de los pasajeros ha contagiado a un familiar directo en Uruguay, Gregorio Iraola, responsable del Laboratorio de Genómica Microbiana del Instituto Pasteur, al diario uruguayo El País. El resto continúa su aislamiento preventivo y cursa la infección sin grandes complicaciones. Son residentes de Montevideo, Durazno y Canelones.
Salinas también subrayó la importancia de la inmunización completa ya que la mayoría de estos casos se dio en personas que tenían una sola dosis o que no habían recibido vacuna.
“Se destaca en todo el mundo que las vacunas son efectivas contra todas las variantes de preocupación Sabíamos que iban a entrar estas variantes, estas 86 personas ingresaron entre el 25 de junio y el 15 de julio a nuestro país. Lo importante es saber que la situación está controlada y con un seguimiento estrecho”, resaltó.
El ministro dijo además que este ingreso se da en una situación “totalmente diferente” a la de la variante P-1, ya que actualmente hay un alto nivel de inmunización y los casos positivos diarios a nivel país están en un momento de descenso sostenido de positivos y fallecidos. El ministro puntualizó que la aparición de la variante es una razón más para vacunarse, pues “está demostrado que las variantes Beta y Delta atacan fundamentalmente a los no vacunados o incompletamente vacunados (los más jóvenes en Uruguay)”.
De hecho, Uruguay, que estuvo por cuatro meses en zona roja del índice de Harvard -que acumula el promedio semanal de casos nuevos de covid-19 cada 100.000 habitantes- el 6 de julio pasó al color naranja y se espera que próximamente pase a amarillo.
Actualmente el país registra 378.733 casos positivos (4.887 activos y 127 en cuidados intensivos) y 5.879 fallecidos.
Una de las fortalezas del país suramericano es su alto nivel de vacunación, puesto a que 415.313 personas han sido inoculadas con la primera dosis, mientras que 2.048.449 (un 57,82 % de la población) han completado ya la pauta de inmunización de las farmacéuticas china Sinovac, la anglo-sueca AstraZeneca y la estadounidense Pfizer.
(Con información de EFE y Europa Press)
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