Los habitantes de la parroquia Anconcito, un puerto pesquero artesanal de la provincia de Salinas, amanecieron con la noticia del encallamiento en sus costas marítimas de un ballenato jorobado. Tras una llamada de alerta que haría un habitante del sector a las autoridades, una veintena de personas entre guardaparques, miembros de la Armada Nacional, de los Bomberos de Salinas, de la Policía Nacional, y del gobierno parroquial, además de otros voluntarios, se presentaron en el lugar del varamiento para atender a la cría del cetáceo.
El varamiento de ballenas es un fenómeno que se produce por la desorientación de las especies marinas, como consecuencia de la vejez o por intoxicaciones o infecciones bacterianas o virales que afectan los sentidos de los cetáceos. También se produce al escapar de otros depredadores o por el abandono de crías, en especial por madres primerizas, aseguran los expertos. Ese podría ser el caso del ballenato de Anconcito, encontrado solo y que seguramente se habrá extraviado del cuidado de su ballena mamá.
El rescate y liberación de la cría duró 7 horas con 15 minutos, según informó el Ministerio del Ambiente en un comunicado oficial. Para lograr devolver al animal al mar, se utilizó el Protocolo de Atención de Varamiento de Megafauna Marina. El manual indica que se debe simular una piscina para mantener hidratada a la cría, además de cercar la zona para evitar aglomeraciones. Como parte del proceso, personal especializado realizó una breve revisión de la ballena y se determinó que tenía pequeñas laceraciones en sus aletas pectorales y en su aleta caudal.
Anderson Velasco, guardaparques de la Reserva de Producción de Fauna Marino Costera Puntilla de Santa Elena indicó que en este caso era indispensable que “la marea suba pronto para poder regresar al mar y que pueda hallar a su madre pues mientras más tiempo pase alejada, menos posibilidades tiene de sobrevivir”.
Las ballenas jorobadas, las ballenas barbadas y las ballenas francas, son las especies que más frecuentemente encallan de forma individual. Las ballenas jorobadas son características de las costas ecuatorianas. Es común que las jorobadas visiten las costas de Perú Ecuador, Colombia y Venezuela en Sudamérica en esta época del año, porque esta zona corresponde a aguas tropicales y subtropicales donde las ballenas llegan a reproducirse y a parir.
Por eso se estima que el ballenato de Anconcito era una especie de poco tiempo de nacida porque su longitud era de aproximadamente 4 metros. Una ballena adulta puede llegar a medir de 12 a 16 metros de longitud. Las jorobadas son ballenas danzantes que emergen su cuerpo en gesto curvo y acrobático, para volver al agua, golpeando la superficie.
El avistamiento de las jorobadas es un espectáculo natural que ofrecen las ballenas en su tránsito por los mares ecuatorianos. Según los expertos pueden llegar a recorrer 25 mil kilómetros cada año tras migrar del invierno polar en busca de aguas más cálidas. La distancia entre el polo sur y la línea del ecuador bordea los 9,9 mil kilómetros en línea recta, lo que sugiere que las ballenas serpentean en su recorrido que incluso puede ser transversal y que casi lo triplican en su viaje anual. Cuando bracean en grupo los mares, y al acercarse a las costas ofrecen un espectáculo de baile y canto que recrea a los turistas. El avistamiento de cetáceos también es una actividad que cumple con fines de investigación científica y pedagógicos de divulgación.
Los rescatistas y voluntarios que se unieron para salvar al ballenato de Anconcito cumplieron su propósito, salvaron a la cría y la devolvieron a las aguas sobre las 15:00, después de más de 7 horas de labor, en una muestra de amor por la naturaleza y gran trabajo colectivo.
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