La corresponsal del diario español ABC en Cuba, Camila Acosta, ha sido detenida este lunes cuando salía de su domicilio en La Habana para hacer un trámite personal, según ha informado el propio medio, después de que lo avanzara Cubanet, el sitio web para el que también trabaja la periodista.
Horas antes de que se produjera el arresto, Acosta había estado cubriendo las protestas que se están produciendo en la capital cubana contra el régimen de Miguel Díaz-Canel.
Acosta tenía bloqueado el acceso a Internet y a la aplicación de mensajería WhatsApp desde la última hora del domingo motivo que “justificaba”, según ABC, que no respondiera a los mensajes y llamadas.
“Si el régimen cubano no recapacita, o el mundo los obliga a recapacitar, la sangre correrá, porque el pueblo cubano ha gritado bien alto que perdió el miedo”, escribió Acosta en su último mensaje en la red social Twitter. “Es momento de presionarlos para que abandonen el poder. Si cedemos ahora, tendremos muchos más años de dictadura”, añadió la corresponsal.
Según consignó el diario ABC, “no es la primera vez que Camila Acosta es detenida por el régimen cubano por sus informaciones críticas con el Gobierno. También ha sufrido el repudio social, que le ha obligado a cambiar varias veces de domicilio al ser revocados sus contratos de alquiler por sus caseros, víctimas de las presiones de las autoridades cubanas, según ella misma relató a este periódico el pasado mes de febrero. La periodista tampoco puede salir de la isla al estar ‘regulada’, una forma de castigo contra aquellos que hacen declaraciones incómodas en el exterior sobre el Gobierno cubano”.
De acuerdo a lo consignado por el medio español, además de Acosta, fueron detenidos otros periodistas como Iris Mariño, de Camagüey, y Orelvis Cabrera, de Matanzas.
En su intento de silenciar lo ocurrido en las últimas horas, las autoridades cubanas también reprimieron a los periodistas que el domingo cubrían las protestas. Ramón Espinosa, fotógrafo de la agencia AP, fue atacado por las fuerzas de choque del régimen, y terminó con el rostro ensangrentado.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó este lunes el arresto y los ataques a periodistas independientes en Cuba durante las protestas, y denunció la interrupción del servicio de internet mientras las manifestaciones se transmitían por las redes sociales.
En un comunicado, la organización regional denunció además el llamado al uso de la fuerza “con la clara intención de cercenar las libertades de asociación, de prensa y expresión”.
Durante las protestas sociales que grupos de ciudadanos efectuaron en diversas localidades y provincias del país “fueron agredidos y arrestados en forma arbitraria varios periodistas”, denunció la SIP, con sede en Miami (Florida).
Entre los reporteros independientes “afectados” se encuentran Héctor Luis Valdés, del portal digital ADN Cuba; Ramón Espinosa, fotorreportero de la agencia The Associated Press (AP), y un camarógrafo de esa agencia, quienes fueron atacados por agentes de las fuerzas de seguridad mientras cubrían las manifestaciones en una zona céntrica de La Habana.
Hasta el momento se desconoce la cantidad de comunicadores “censurados” y a quiénes “les confiscaron sus celulares y equipos de trabajo y padecen la interrupción de las comunicaciones por internet”, agregó el comunicado.
“Condenamos las agresiones del régimen contra las personas que se estaban manifestando y también contra los periodistas que cubrían los hechos”, en especial el llamado del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, a que “se use la fuerza, con la clara intención de cercenar las libertades de asociación, de prensa y expresión”, señaló Jorge Canahuati, presidente de la SIP.
Miles de cubanos tomaron las calles ayer para protestar contra el régimen al grito de “¡Libertad!” en una jornada inédita que se saldó con cientos de detenidos y enfrentamientos después de que Díaz-Canel conminara por televisión a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes y defender la Revolución.
Según la SIP, las manifestaciones se transmitían en vivo por Facebook cuando repentinamente el servicio de conexión a internet se interrumpió en todo el país.
Una vez más, la SIP denunció el uso del monopolio estatal de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba SA (ETECSA) para silenciar a los periodistas independientes.
Las manifestaciones recientes “son un reflejo del cansancio de los cubanos por un Gobierno que se sigue creyendo propietario de la vida y el destino de sus ciudadanos”, añadió en el comunicado Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
“Esperamos que el régimen no busque crear otra primavera negra”, agregó Jornet al recordar la represión y la cárcel que debieron pagar muchos cubanos, entre ellos varios comunicadores independientes, tras las protestas sociales en 2003.
(Con información de Europa Press y EFE)
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