Una nueva noche de horror se vivió la madrugada de este viernes en Caracas, donde no cesaron los enfrentamientos entre bandas criminales y los funcionarios de seguridad. El tiroteo se intensificó después que se produjo un corte de luz, pasada la media noche, en las zonas donde operan los delincuentes.
El cruce armado, que comenzó la tarde del pasado miércoles, mantiene en zozobra a los habitante del oeste de la capital venezolana. Hasta ahora las autoridades del régimen han guardado silencio en cuanto al balance de fallecidos y heridos. Sin embargo, se ha podido conocer que hasta el momento ocho venezolanos han muerto, dos de ellos policías y más de 15personas han resultado heridas, producto de los enfrentamientos.
“Están sonando tiros (...) en este momento están sonando tiros”, describió por teléfono a Efe un joven de 23 años, vecino del sector Prados de María que prefiere no ser identificado por temor a represalias.
Explicó que, mientras sostenía la conversación, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada) se encontraba en una de las avenidas enfrentándose a las bandas y avanzando a tiros para recuperar espacios.
La vida de los vecinos de distintas zonas de Caracas, cercanas la barrio “Cota 905″ está “paralizada” y “algo tan sencillo como ir a botar la basura” no pueden hacerlo, prosiguió el vecino de Santa Rosalía.
“Yo no me había dado cuenta, fueron unas detonaciones tan impresionantes que yo pensaba que era un evento político y que estaban lanzando fuegos artificiales, no era normal que una ráfaga fuera tan fuerte”, subrayó el habitante de una zona acostumbrada a convivir con la violencia que provocan los enfrentamientos entre bandas y policías.
El miércoles, explicó, sonaban “unas detonaciones que fueron continuas hasta las 10 de la noche con frenos muy cortos de media hora”, pero se multiplicaron este jueves.
EL ATAQUE A LA GUARDIA NACIONAL
El nuevo cruce entre los cuerpos de seguridad en Caracas dejó hasta la tarde del jueves ocho muertos -dos de ellos policías-. Las bandas criminales atacaron la sede de la Comandancia General de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en El Paraíso, en la capital venezolana.
El hecho quedó registrado en un video grabado desde el interior de la sede militar. En las imágenes se observa a varios uniformados escondidos detrás de barricadas hechas con sacos de arena, y se pueden escuchar decenas de detonaciones de armas de fuego.
El presidente interino Juan Guaidó acusó a la dictadura chavista de ser promotora de la situación que se vive en Caracas: “Esas bandas fueron armadas y justificadas por la dictadura como ‘zonas de paz’ para el control social. Hoy son descontrol total que arriesga la vida de todos y refleja el secuestro y ausencia del estado en la cotidianidad”.
“¿La Fuerza Armada seguirá en desfiles y exhibiciones o ejercerán el rol que les corresponde? ¿Seguirá entregando territorio y defendiendo delincuentes o ejercerá soberanía y hará cumplir con la constitución?”, agregó el líder opositor.
En el marco de estas arremetidas delictivas que se han recrudecido desde diciembre de 2020, la ministra de Interior y Justicia de la dictadura venezolana, Carmen Meléndez, se refirió en esa oportunidad a una “operación impecable” con más de 1.400 funcionarios que dejó 38 detenidos.
Ante el nuevo conflicto la funcionaria señaló a oposición venezolana de ser participe de los hechos. “A estas alturas, no cabe duda de la complicidad directa, financiamiento y colaboración, con la planificación, suministro de armas, apoyo comunicacional, por parte de sectores de la Derecha venezolana, con complicidad internacional”, escribió en Twitter.
De igual forma el régimen de Maduro publicó este jueves fotografías con los nombres de algunos líderes de estas bandas con recompensas que van de los 50.000 a los 500.000 dólares. Entre ellos, está Carlos Luis Revete, alias “el Koki”; Garbis Ochoa Ruiz, alias “el Galvis”, y Carlos Calderón Martínez, alias “el Vampi”, todos ellos acusados de asesinato.
Mientras tanto a angustia crece entre los habitantes de la ciudad. Uno de los vecinos, que vive en un apartamento en el sector de Santa Rosalía, detalló a Efe que vive con su madre y una tía, ambas sexagenarias, que “están bastante alteradas” por la situación.
“Lo que hay en mí es incertidumbre porque no se qué va a pasar”, agregó el joven, que destacó que evita caminar cerca de las ventanas de su apartamento por temor a una bala perdida, especialmente en “la habitación principal (que) da para la calle”.
Varios medios de comunicación locales han publicado que algunos transeúntes y comerciantes de la zona han resultado heridos por balas perdidas.
Desde que empezaron los enfrentamientos, y a pesar de la falta de información oficial, numerosos videos circulan en las redes sociales en los que pueden verse y oírse ráfagas constantes de disparos sin que se conozcan las razones por las que empezaron los enfrentamientos.
(Con información de EFE)
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