El gobierno argentino decidió este mediodía cortar la transmisión del acto del Mercosur que tenía como objetivo mostrar el traspaso de la presidencia pro témpore del bloque comercial de América del Sur. Lo hizo inmediatamente después de que Alberto Fernández pronunciara su discurso, dejando a sus pares sin posibilidad de exponer en vivo sus mensajes. Al tener la titularidad del mandato regional, Argentina era la anfitriona y organizadora de la ceremonia diplomática. Sin embargo, solo resaltaron las palabras del dignatario local.
La invisibilización del resto fue comunicada a los demás presidentes del Mercosur apenas 10 minutos antes de iniciarse el protocolo que tenía por objeto hacer público el traspaso de mando de Fernández a su par brasileño Jair Bolsonaro. De esta forma, las demás cancillerías debieron implementar de urgencia mecanismos de streaming para poder hacer públicos los discursos de la cumbre. Los gobiernos de los países miembros se vieron sorprendidos por la extraña manera en que Argentina impuso las condiciones de la ceremonia. “No tuvimos margen para trabajar como corresponde”, se quejó un miembro de la diplomacia brasileña a Infobae off the record.
Según supo Infobae, son los anfitriones quienes deben ofrecer las condiciones para que la transmisión sea hecha en tiempo y forma. Sin embargo, los discursos -previstos para comenzar a las 11 (hora local)- se demoraron más de la cuenta, mientras los demás mandatarios esperaban para el inicio. Hecha en el Museo del Bicentenario, en Casa Rosada, luego de Fernández tomó la palabra Bolsonaro, quien a su vez cedió la palabra a su par paraguayo, Mario Abdo Benítez. A su término, fue el turno del uruguayo Luis Lacalle Pou quien habló luego de anunciar que su nación buscaría nuevos mercados por fuera del bloque.
Luego, fue el momento de los presidentes y representantes de los Estados asociados: el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, Sebastián Piñera, de Chile, Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, Adriana Mejía Hernández, viceministra de Asuntos Exteriores de Colombia, e Irfaan Ali, presidente de Guyana.
Al concluir las exposiciones -pautadas breves- y de acuerdo a la hoja de ruta de la cancillería argentina, Alberto Fernández debía pasar formalmente el mando pro témpore del bloque regional a Bolsonaro, situación que tampoco fue transmitida. Para el gobierno local, el “cierre de la reunión” había sido bastante antes, al mismo tiempo que terminó de hablar el presidente argentino.
En su mensaje -único que pudo seguirse de manera oficial- Fernández señaló “nadie se salva solo”, en referencia a las posturas más aperturistas de los otros miembros. “Es a través de más integración regional y no de menos integración regional, que estaremos en mejores condiciones de producir, comerciar, negociar y competir”, planteó Fernández, que, aunque no hizo mención puntual del anuncio del gobierno de Luis Lacalle Pou, amplió: “La Argentina reafirma una vez más que ‘nadie se salva solo’ y que un Mercosur de corazón solidario es la nave insignia de su estrategia de integración”.
Irónico: los organizadores no tuvieron en cuenta que como anfitriones quizás debían mostrar también las opiniones de los demás integrantes del Mercosur.
Los otros discursos
Al asumir la titularidad, Bolsonaro señaló la posibilidad de “flexibilizar” las normativas del Mercosur para permitir negociaciones con nuevos países. “Debemos tratar la flexibilización de negociaciones con países externos”, enfatizó. “No podemos dejar que el Mercosur siga siendo un sinónimo de ineficiencia y desperdicio de oportunidades”, declaró Bolsonaro al intervenir en forma virtual en la cumbre Paraguay. “No podemos dejar que el Mercosur siga siendo un sinónimo de ineficiencia y desperdicio de oportunidades”, agregó.
Por su parte, Lacalle Pou se mostró en sintonía con el otro socio importante del bloque comercial. “Vamos a respetar el ordenamiento jurídico vigente del Mercosur y, al amparo de ese ordenamiento jurídico, ayer nuestro canciller, junto a la ministra de Economía, en lo que se trata de una zona de libre comercio, hemos comunicado que el Uruguay pretende avanzar con otros países y esto no significa vulnerar ni violentar la regla de consenso”, expresó respecto a lo anunciado este miércoles por su administración.
“El mundo va muy rápido, se está entrelazando comercialmente. El final del COVID-19 va a hacer que estas negociaciones se disparen. El mundo va hacia allá y no nos va a esperar. Por eso, con tranquilidad, les queremos decir que hacia allá va el Uruguay. Ojalá vayamos todos juntos”, subrayó.
A su turno, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, abogó por el mantenimiento de los “principios fundacionales” del Mercosur, con un relacionamiento externo “coordinado” y si cabe con medidas más “dinámicas”, durante su intervención en la Cumbre de Presidentes del bloque.
“Con respecto al relacionamiento externo, tenemos que seguir trabajando de forma coordinada y en conjunto, con una visión equilibrada que tenga en cuenta los intereses de todos y escuchemos a los Estados parte”, dijo el mandatario.
Finalmente, Abdo Benítez apostó por encontrar “maneras que ayuden” a seguir trabajando de forma conjunta, “en el diálogo” entre los miembros y “con medidas y decisiones tal vez más dinámicas”.
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