El presidente de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado, y su esposa, herida, el miércoles por la mañana en un ataque con armas de fuego en su residencia privada, lo que llevó a la empobrecida y afectada nación caribeña a un renovado estado de incertidumbre política.
El primer ministro interino, Claude Joseph, declaró el “estado de sitio” y dijo que ahora estaba a cargo del país, instó a mantener la calma e insistió en que la Policía y el Ejército garantizarían el orden público.
“El presidente fue asesinado en su casa por extranjeros que hablaban inglés y español”, informó el primer ministro sobre el asalto, ocurrido sobre las 01H00 (05H00 GMT).
“La primera dama herida está viva y recibe los cuidados que requiere. Los hijos del Presidente están a salvo”, dijo Joseph a la radio Magik 9.
En un comunicado, Joseph llamó a la calma de la población, aseguró que la “situación de seguridad del país está bajo control” y que la Policía y el Ejército se encargan de mantener el orden. También condenó el magnicidio, que calificó como “un acto de barbarie”.
Horas después, el primer ministro interino declaró el estado de sitio en el país. En una declaración televisada, rodeado del director de la Policía Nacional, Leon Charles, y otras autoridades, después de presidir un Consejo de Ministros extraordinario, Joseph aseguró que “se han tomado todas las medidas para asegurar la continuidad del Estado”.
En el asalto resultó herida de bala la primera dama, Martine Moise. El director de Comunicaciones de la Embajada de República Dominicana en Haití, José Luis Soto, desmintió los reportes no confirmados de su fallecimiento, y dijo que la mujer está muy delicada. Soto sostuvo que se evalúa trasladar a Martine a Estados Unidos o a República Dominicana para continuar su asistencia médica por la gravedad de su estado.
Mientras tanto, República Dominicana cerró los cuatro pasos fronterizos con Haití y dispuso el refuerzo de la vigilancia en la zona. El aeropuerto de Puerto Príncipe también fue clausurado y las aerolíneas que vuelan a la capital haitiana suspendieron o desviaron sus vuelos.
Los líderes mundiales, desde la casa Blanca al gobierno de Boris Johnson, repudiaron el magnicidio que terminó con la vida de Moise.
Desde la ONU, el Consejo de Seguridad dijo estar “profundamente consternado” y adelantó que convocará una reunión de emergencia para tratar la situación.
El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se reunirá en una sesión extraordinaria virtual este miércoles a las 14H00 locales (18H00 GMT) para tratar “lo acontecido en la República de Haití”, informó el bloque regional.
Crisis política y de seguridad
Moise ha gobernado por decreto Haití, el país más pobre del continente americano, después de que las elecciones legislativas previstas para 2018 se retrasaran.
El presidente se enfrentó a una fuerte oposición por parte de sectores de la sociedad que consideraban su mandato ilegítimo. En los últimos cuatro años el país tuvo siete primeros ministros. Estaba previsto que Joseph fuera sustituido esta semana tras tres meses en el cargo.
El asesinato se produjo dos meses antes de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo 26 de septiembre, unos comicios en los que Moise no podía ser candidato.
Moise había convocado para la misma fecha un referéndum para aprobar una nueva Constitución, después de haber sido aplazado dos veces debido a la pandemia de coronavirus. La reforma constitucional, destinada a reforzar el poder ejecutivo, ha sido rechazada mayoritariamente por la oposición y muchas organizaciones de la sociedad civil.
Las crisis política comenzada en 2018 vivió su momento más grave el pasado 7 de febrero, fecha en la que Moise denunció que la oposición, con el apoyo de jueces, tramaban un golpe de Estado.
El presidente gobernaba sin el control del poder legislativo desde el año pasado y había dicho que se mantendría en el cargo hasta el 7 de febrero de 2022, en una interpretación de la Constitución rechazada por la oposición.
La disputa sobre el final del mandato fueron consecuencia de la primera elección de Moise. En octubre de 2015 fue electo para un mandato de cinco años en comicios cuyo escrutinio fue cancelado por fraudes y luego volvió a ser elegido un año después. Tras esa última elección, las manifestaciones exigiendo su dimisión se intensificaron en el verano boreal de 2018. Ese año debían realizarse elecciones legislativas y municipales pero fueron aplazadas y generaron un vacío de poder. Moise sostenía estar habilitado para seguir en el cargo por otro año.
De forma paralela, Haití atraviesa una honda crisis de seguridad que se ha agravado, en especial desde comienzos de junio, por luchas territoriales entre las bandas armadas que se disputan el control de los barrios más pobres de Puerto Príncipe. El aumento de la violencia se responsabiliza también a facciones radicales de las propias fuerzas de seguridad. Haití también convive con la pobreza crónica y recurrentes desastres naturales.
El presidente Moise pidió en junio de 2021 el apoyo internacional y la colaboración de todos los sectores de la sociedad para acabar con la violencia.
El 5 de julio de 2021 nombró a Ariel Henry como nuevo primer ministro con la tarea de formar un Gobierno de consenso que integre a diferentes sectores de la vida política del país. El quinto nombrado por Moise debería enfrentar la grave crisis de seguridad y apoyar la organización de las elecciones presidenciales y legislativas. Sin embargo, todo cambió hoy.
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