El dilema de la oposición ante el endurecimiento del régimen de Ortega: participar o no en las elecciones y con qué candidato

Para el analista Eliseo Núñez ya no hay forma de que el proceso electoral nicaragüense goce de alguna legitimidad, participe quien participe, porque “Ortega lo colapsó” con la represión a los opositores

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Daniel Ortega ve las elecciones de noviembre como un trámite formal para continuar en el poder. En la gráfica durante una de sus últimas apariciones públicas el 23 de junio pasado (EFE)
Daniel Ortega ve las elecciones de noviembre como un trámite formal para continuar en el poder. En la gráfica durante una de sus últimas apariciones públicas el 23 de junio pasado (EFE)

Desde Managua, especial para Infobae.- Ir o no ir, ese es el dilema. No existe consenso entre la oposición nicaragüense sobre si participar o no en las elecciones generales del próximo 7 de noviembre, de donde saldrán el presidente y vicepresidente y los 92 diputados de la Asamblea Nacional con sus respectivos suplentes.

La Alianza Ciudadana, la principal agrupación opositora con representación legal, ha manifestado su intención de mantener su participación en el actual proceso electoral a pesar de que el régimen de Daniel Ortega blindó su control sobre tribunal electoral, promulgó leyes que restringen aún más la participación política y mantiene en la cárcel a cinco opositores que habían expresado su decisión de competir como candidatos presidenciales.

“Debemos hacer el esfuerzo para ir a un proceso electoral, si no, ¿cuál es la otra alternativa? No le veo otra. Si hubiera otra, yo estaría dispuesta a escucharla, colaborar con quien sea para que exista otra alternativa pacífica”, expuso en el programa “Esta semana”, Kitty Monterrey, presidenta de Ciudadanos por la Libertad (CxL), partido que albergaría en su casilla a la recién formada Alianza Ciudadana.

La Alianza Ciudadana pretendía escoger al candidato único de la oposición mediante un proceso que contemplaba encuestas y debates. Cuatro aspirantes se inscribieron para competir por la candidatura de la alianza. Dos –Arturo Cruz y Juan Sebastián Chamorro— fueron detenidos bajo cargos de “traición a la patria” y desde entonces no se sabe nada de ellos. Otras dos personalidades que manifestaron su intención de inscribirse en la competencia –Cristiana Chamorro y Félix Maradiaga—también fueron apresados.

Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora. Todos ellos mostraron interés en ser candidatos a la presidencia y fueron apresados durante el último mes.
Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora. Todos ellos mostraron interés en ser candidatos a la presidencia y fueron apresados durante el último mes.

Otro bloque opositor, denominado Coalición Nacional, fue prácticamente dinamitado cuando el tribunal electoral le quitó la personería legal al Partido de Restauración Democrática (PRD) el único de los miembros de esta alianza que podía representarlos en la boleta electoral. El periodista Miguel Mora, candidato del PRD para competir por la candidatura opositora, también fue detenido.

En estas circunstancias, la Alianza Ciudadana desistió del método de selección previsto y aclaró que tampoco se trata de ir reponiendo candidatos hasta encontrar “el que quiere Ortega”.

“Estamos claros que el candidato que llevemos, si es que no terminan de echar preso al que vaya saliendo; el que quede va ser del consenso real de la mayoría de sectores de este país”, dijo Monterrey.

El PRD, por su parte, alberga la esperanza de que el tribunal electoral les devuelva su personería legal y pueda participar en las elecciones por cuenta propia, ya fuera de la Coalición Nacional. Para sustituir a su precandidato preso, han anunciado dos nombres: Saturnino Cerrato, presidente del partido y el catedrático Fanor Avendaño.

Desde la oposición no partidaria, que según algunas encuestas alcanzaría hasta poco más del 60 por ciento de los votantes, se aprecia un rechazo al proceso electoral actual y se acusa a los partidos opositores que insisten en participar de “prestarse a darle legitimidad al fraude de Ortega”.

Desde el exterior también el proceso electoral que se ejecuta en Nicaragua ha sido descalificado por falto de garantías. Para el próximo martes ha sido anunciada una sesión de Parlamento Europeo donde se discutirá una resolución sobre el tema Nicaragua.

Kitty Monterrey, presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) con parte de los precandidatos inscritos. Dos de ellos están presos. (EFE)
Kitty Monterrey, presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) con parte de los precandidatos inscritos. Dos de ellos están presos. (EFE)

“Hace meses que insistimos en esta resolución tras atender a la deriva, cada vez más solitaria, más peligrosa y más agresiva de los Ortega. No habrá elecciones que puedan reconocerse por la comunidad internacional sin las garantías mínimas. Este será el foco de nuestra discusión”, señaló la eurodiputada Soraya Rodríguez.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, también afirmó en un comunicado que en Nicaragua no existen condiciones para unas elecciones justas y libres. “Dada la reciente represión del régimen y su falta de una reforma electoral profunda, las condiciones para unas elecciones justas y libres este noviembre no existen”, dijo.

Daniel Ortega, por su parte, ve las lecciones como un mero trámite formal para su continuidad en el poder. “Tendremos elecciones en noviembre. Son tiempos electorales y hay que acompañar siempre con trabajo, siempre con salud, siempre con educación. No dejar ninguna actividad productiva, económico-social, el resguardo de la seguridad. Tenemos que acompañar y en su momento se darán las votaciones el 7 de noviembre de este año, pero todo esto tenemos que asumirlo con mucha responsabilidad en cuanto a que no nos desvíe el tema electoral las disputas que entran en todas partes en las elecciones”, señaló en mayo, durante el 126 aniversario del natalicio de Augusto C. Sandino.

“Aquí el Embajador yanqui anda de arriba para abajo vendiendo a su candidato como si fuera nicaragüense. Él no es nicaragüense, si quiere vender candidatos, que lo vaya a vender a los Estados Unidos candidatos norteamericanos sí”, expresó en lo que fue el preludio de la ofensiva represiva que comenzaría el 28 de mayo y tiene en la cárcel a 21 líderes opositores y periodistas.

“Aquí que no se meta el Embajador yanqui a como se anda metiendo, postulando candidatos, presionando a partidos políticos para que los partidos políticos acepten al candidato que quiere el yanqui. Cree que estamos todavía en los tiempos de la ocupación yaqui. Que se olvide el embajador yanqui. Nicaragua es soberana, Nicaragua es de Sandino, Nicaragua es de Darío, Nicaragua es un pueblo que merece respeto y esto va para el embajador yanqui y para otros embajadores que ahí viven haciendo reuniones en sus embajadas con grupos políticos buscando cómo ellos ser los dirigentes de esos partidos políticos”, dijo.

Para el analista político Eliseo Núñez no hay forma de que este proceso electoral goce de legitimidad. “Ortega ya colapsó el proceso electoral y a estas alturas ir o no ir depende solamente de mantener o no la personería jurídica. No tiene ningún impacto en la legitimidad del proceso. Esa discusión de fondo sobre si vas le das legitimidad y si no vas no se la das, ya no existe. El proceso ya es ilegítimo independientemente de quienes participen en él”.

Para Núñez Ortega ve las elecciones como “un acto de guerra. Se ve entrado en la plaza, victorioso, y va a determinar que se merece el 90 por ciento de los votos”.

Nicaragua encarceló a candidatos y líderes opositores
Nicaragua encarceló a candidatos y líderes opositores

Dice que la arremetida del último mes se produce porque “Ortega vio la oportunidad de aplastar a la oposición en su momento de mayor desprestigio, en el momento que la gente asumía que no podían hacer nada”. Con eso, asegura, se garantizaba tres cosas: “Una, la obvia, aplastar a la oposición; la segunda, darles caramelos a sus bases; y la tercera, impedir cualquier tipo de movilización popular basada en la campaña electoral”.

Considera que el mandatario nicaragüense no negociará nada antes de las elecciones de noviembre y si lo ve “concediendo magnánimamente algo después que asigne los votos en noviembre y con su discurso altisonante va a pretender que la comunidad internacional cohabite con él”.

Núñez cree que es poco probable que en el tiempo que queda pueda surgir un candidato que entusiasme de nuevo a la oposición. “Si un nombre comenzara a sonar, Ortega lo va echar preso”, dice. “Mira cómo ha cambiado la conversación. A finales de abril, comienzos de mayo, hablábamos de que el candidato que surgiera, Ortega lo inhibiría, ahora lo encarcelaría. Hemos avanzado, en sentido incorrecto obviamente”.

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