La CAF, elegirá el próximo lunes entre dos candidatos a su nuevo presidente, un puesto clave para la región ya que desde el banco se financiará gran parte de las obras públicas que permitirán atenuar las consecuencias de la pandemia. Los postulantes son el colombiano Sergio Díaz Granados y el argentino Christian Asinelli.
La institución comenzó a funcionar en 1968 y originalmente era un banco multilateral integrado por países andinos. Sin embargo, luego de diversas ampliaciones se ha transformado en clave para la región y el mundo. De hecho, en 2002 y 2009 se sumaron como accionistas España y Portugal, y dieron a la CAF un perfil iberoamericano.
Hoy es el segundo mayor banco de desarrollo de la región, después del BID, con 19 países accionistas, 14 no andinos, y una cartera de créditos e inversiones de 28.000 millones de dólares.
Para alcanzar la presidencia Díaz Granados y Christian Asinelli necesitan reunir 10 votos, y cualquiera que lo logre hará historia: la victoria de Diaz Granados sería la primera de un colombiano, a pesar de que el país fue, junto con Ecuador, Perú, Venezuela y Bolivia, uno de los fundadores de la Corporación Andina de Fomento; y la de Asinelli también sería inédita, porque Argentina no forma parte del grupo fundador.
Díaz-Granados es abogado de la Universidad Externado de Colombia, se desempeñó como ministro de Comercio, Industria y Turismo entre 2010 y 2013, y actualmente es el director ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para Colombia y Perú.
La candidatura se dio a conocer a través de una carta que firmaron el ministro de Hacienda de Colombia, José Manuel Restrepo; el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Luis Alberto Rodríguez, y el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar. La decisión estuvo respaldada por Simón Cueva, ministro de Economía y Finanzas de Ecuador; Waldo Mendoza, ministro de Economía de Perú, y Carlos Linares, presidente de Cofide de Perú.
Restrepo señaló que la experiencia de Díaz-Granados en el sector público puede ser de utilidad para dirigir el organismo multilateral. “Este es un momento en el que se necesita alguien con espíritu de conciliación, de construcción colectiva, de dimensión internacional y de conocimiento de los temas multilaterales. Puede ser un buen candidato”, dijo Restrepo.
Su postulación obtuvo el apoyo formal de Ecuador y Perú. Y, según confían en el entorno del presidente Iván Duque, el lunes contaría con 11 votos, uno más de los necesarios para ser elegido presidente.
La postulación de Asinelli fue sorpresiva. El candidato de Alberto Fernández es el actual subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, trabaja al lado de Gustavo Beliz -secretario de Asuntos Estratégicos-, tiene formación académica y sabe cómo funcionan los organismos multilaterales.
“No se trata de la candidatura de un país, ni de una ideología, ni de una mayoría circunstancial. Se trata de proyectar el nuevo Banco de Desarrollo de América Latina desde la cultura del diálogo y de los acuerdos que lo transformaron en la institución financiera regional de mayor crecimiento en las últimas dos décadas”, argumentó Beliz en la carta de nominación de Asinelli.
La candidatura formal de Argentina está avalada por Bolivia, Venezuela y República Dominicana. Aguardaban que México apoyara la nominación de Asinelli, pero hubo un inesperado problema burocrático y el secretario presentó los avales con la firma suplente de Dominicana. Otros tres votos están aún en negociación.
A diferencia del BID, en la CAF cada país tiene un voto, más allá de los aportes de capital que haga al banco. Solo tienen privilegio los países del núcleo fundador-Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y Bolivia- que tienen voto doble.
La Banca de Desarrollo de América Latina no suele estar en el centro de la atención en el Cono Sur por su ADN andino. Sin embargo, este proceso de renovación de autoridades atraviesa por un curioso tembladeral y juego de movimientos en toda la región que comenzó cuando el peruano Luis Carranza presentó su renuncia por acusaciones de acoso laboral. Desde entonces, la CAF está en manos de un interinato.
Durante sus 51 años de funcionamiento, este Banco de Desarrollo, poco conocido por el gran público, se ha convertido junto al BID en un actor financiero esencial para el desarrollo en la región. Y ahora, la lección de su presidente se volvió clave, ya que será él quien decidirá qué papel jugará la CAF en la reactivación económica y en el desarrollo de la región tras la pandemia.
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