Expertos valoran las gestiones que le permiten a Ecuador adquirir vacunas en todo el mundo: “Al fin tenemos una diplomacia proba”

Consideran que la donación de dos millones de dosis enviadas por Estados Unidos y la compra de otras fórmulas demuestra que “el país ha sido muy pragmático al regresar a ver a toda potencia que pueda ayudar”

Vista de una persona que prepara una vacuna contra la Covid-19. EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS/Archivo

El Gobierno de los Estados Unidos donará dos millones de dosis de la vacuna Pfizer COVID-19 al Ecuador. Así lo confirmaron ambos gobiernos en un comunicado conjunto. La donación llegará el 1 de julio. Esto sucede en el marco de la asistencia del gobierno estadounidense en la lucha global en contra de la pandemia.

El primer anuncio se produjo el 21 de junio, cuando el mismo presidente Joe Biden ofreció asignar aproximadamente 14 millones de dosis de vacunas para América Latina y el Caribe, esfuerzo que incluye al Ecuador.

Según la Embajada y Consulado de los Estados Unidos en Ecuador esta donación es una forma de apoyo al Plan Vacunarse del presidente Guillermo Lasso para inmunizar a nueve millones de ciudadanos ecuatorianos en 100 días.

A través de su cuenta de Twitter, el presidente Lasso agradeció al presidente Joe Biden, a la vicepresidenta Kamala Harris, al secretario Antony Blinken y a la Embajada de los EE.UU. en Quito. ¿Se vive un nuevo momento para las relaciones internacionales en el contexto de la pandemia? ¿Cuáles podrían ser las repercusiones diplomáticas de esta donación para el Ecuador? Dos expertos en relaciones internacionales lo explican para Infobae.

La ministra ecuatoriana de Salud, Ximena Garzón (i), al entregarle un documento al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso (d) (EFE/José Jácome)

Para el abogado, docente de la Universidad de Las Américas y experto en derecho internacional, Esteban Santos, este momento de las relaciones de Estados Unidos-Ecuador “es una bocanada de aire fresco el que tengamos finalmente una diplomacia proba”. En los últimos 20 años, el Ecuador ha confiado la cartera de Relaciones Exteriores generalmente a políticos y no a diplomáticos profesionales, especialmente entre 2007 a 2016, durante el gobierno de Rafael Correa, periodo en el cual se privilegió las posiciones ideológicas por encima de los criterios técnicos en las relaciones exteriores. Santos explica que es fundamental el restablecimiento vigoroso de las relaciones con los Estados Unidos, que es el principal socio comercial del Ecuador.

Para la docente y experta en administración pública y en relaciones internacionales de la Universidad de Las Américas, Belén Espinel, la diplomacia tiene un rol muy activo en el intento de unificar el trabajo de los países en la contención de la pandemia, pues “para esto no solamente es importante el tema de vacunas, sino el apoyo con la gente que se quedó varada en algún punto de los países que cerraron sus fronteras”.

La donación de las dosis se muestra como un buen anticipo en las relaciones entre los dos países que podría devenir en “la concreción de un acuerdo comercial con los Estados Unidos, que lo hemos venido buscando y que creo que se ha bifurcado por temas netamente políticos”, dice Santos. El Ecuador ya tiene suscrito un acuerdo con el bloque de la Unión Europea, y se busca conseguir otro con la Alianza del Pacífico, agrega el experto internacionalista.

Esto que la opinión pública internacional ha denominado como la “diplomacia de las vacunas” fue confirmado por el presidente Guillermo Lasso como una vía de refuerzo a su plan de vacunación masiva que arrancó en las negociaciones con Moscú, que avanzó a Beijing y que ahora alcanza a Washington, las tres superpotencias del mundo contemporáneo.

Para Esteban Santos, este nuevo escenario diplomático no supone solamente medidas de cooperación directa en materia de seguridad exclusivamente, que es la principal preocupación de las voces críticas al gobierno ecuatoriano. Según Santos “el Ecuador necesita volver a posicionarse en el mundo como un país serio, que respete el derecho y que está abierto a firmar y a tener acuerdos comerciales que le permitan inmiscuirse en la comunidad internacional”. Afirma que la apuesta por la diplomacia de las vacunas ha permitido al país actuar sin prejuicios de limitaciones ideológicas pues “el Ecuador ha sido muy pragmático al regresar a ver a todo país o toda potencia que pueda ayudar”.

Sin embargo, Belén Espinel afirma que “el Ecuador no tiene una línea muy clara en términos de objetivos diplomáticos o de políticas de relaciones exteriores establecidas a largo plazo”. Es la herencia de tantos gobiernos que privilegiaron lo ideológico por encima de la diplomacia profesional.

En la imagen, una dosis de la vacuna de Sinovac contra la covid-19. EFE/Holti Simanjuntak/Archivo

Más vacunas para el Ecuador y la lucha contra el ausentismo

Además de las dosis donadas por el Ecuador, el Ministerio de Salud Pública ha anunciado la llegada de siete millones de dosis de vacunas de la farmacéutica china Sinovac. Según la información oficial, se prevé que el fármaco sea entregado en tres partes: los dos primeros millones de dosis este fin de semana, los dos millones siguientes durante el transcurso de la próxima semana y el tercer arribo –de los tres millones restantes– para finales de julio.

A pesar de las negociaciones para obtener más vacunas, en los centros de vacunación del Ecuador se registra hasta el 25 % de ausentismo según informaron las autoridades sanitarias. Para contrarrestar ese porcentaje y poder lograr la meta de inmunizar a 9 millones de ecuatorianos en 100 días, la ministra de Salud Pública, Ximena Garzón, anunció que del 5 al 11 de julio del presente año, se adelantará el Plan de Vacunación 9-100, a la población entre 55 y 49 años, culminando la etapa de vacunación para este grupo etario el 11 de julio.

Desde el 12 de julio se iniciará la Fase 3, denominada “No Contagio”, que continuará con grupos de edad, a partir de los 48 años.

Las causas del ausentismo son la exigencia de los ciudadanos por optar por una marca específica de vacuna y por el temor causado por la desinformación sobre supuestos efectos adversos. La ministra Garzón insiste en que los ciudadanos que no se han vacunado puedan acudir a la inmunización: “Los estamos esperando con la mejor vacuna, no se queden sin vacunarse. Esto evitará que se enfermen y que necesiten atención hospitalaria”.

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