El gobernador del estado de San Pablo, Joao Doria, confirmó el martes su intención de presentar su candidatura por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) a las elecciones presidenciales previstas para octubre de 2022.
Doria, que hasta la rehabilitación política del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, partía como principal candidato a sacar del Palacio de la Alvorada al presidente, Jair Bolsonaro, informó que se presentará a las primarias del partido con intenciones de salir triunfante.
“Vamos a disputar las primarias, respetando a todos los candidatos, pero vamos a trabajar para vencer y sumar fuerzas con todos para fortalecer la candidatura del PSDB, y ayudar a Brasil”, dijo Doria en declaraciones con el diario Folha de Sao Paulo.
Doria, que representa una derecha más moderada que la de Bolsonaro -todavía sin partido-, se podría enfrentar en las primarias del próximo 21 de noviembre con el senador Tasso Jereissati; el gobernador del estado de Río Grande del Sur, Eduardo Leite; y el antiguo alcalde Manaos, Arthur Virgílio.
A la espera de que alguna de estas posibles candidaturas pueda caerse, o incluso sumarse alguna más, las encuestas que manejan en las filas del equipo de Doria muestran que el actual gobernador de Sao Paulo obtendría un apoyo dentro del partido que oscilaría entre el 35% y el 40%, insuficientes para evitar una segunda vuelta, fijada en el 51% de los votos.
Hasta el retorno de Lula da Silva, quien todavía no ha hecho oficial su candidatura, Doria se había mostrado como la opción más capaz de desbancar a Bolsonaro, en especial en el último año, donde se evidenciaron sus grandes diferencias en relación a la gestión de la pandemia.
Sin embargo, en 2018 su alianza con Bolsonaro en campaña le ayudó a lograr la gobernación del estado de San Pablo, después de dos años como alcalde de la ciudad, debido al gran tirón electoral del que disponía por entonces su hoy rival político.
Esa alianza duró poco y pronto se convirtió en uno de los mayores rivales políticos de Bolsonaro, con ataques personales y disputas constantes, la última y más sonada, a raíz de la adquisición de la vacuna contra el coronavirus del laboratorio chino Sinovac, la cual el presidente llegó a decir que no se suministraría nunca en el país.
Brasil es uno de los países más azotados por la pandemia del coronavirus, con un total de fallecidos que superó los 490.000, y San Pablo es el epicentro de las muertes y los contagios.
Con información de EuropaPress
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